Los jóvenes prefieren dejar de comer antes que quitarse el móvil, según un estudio

Los jóvenes prefieren dejar de comer antes que quitarse el móvil, según un estudio

Hoy en día existen gran cantidad de estudios sobre el mundo de la tecnología, como aquel que demostraba que, en China, el Huawei es un móvil de ricos, y el iPhone de pobres. Incluso las redes sociales han sido objeto de investigaciones, como la que señalaba que Facebook e Instagram provocan “soledad y depresión”. Ahora un nuevo estudio refleja que los jóvenes prefieren dejar de comer antes que quitarse el móvil.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Búfalo de Estados Unidos ha tratado de averiguar si el móvil produce algún tipo de adicción en los jóvenes y estudiantes. Tras una serie de pruebas, se ha llegado a la conclusión de que los jóvenes prefieren quitarse la comida antes que el teléfono móvil. Un dato que considera la adicción al móvil al mismo nivel que la adicción al alcohol o al tabaco.

Los expertos aseguran que el teléfono móvil tiene el mismo efecto que el alcohol y el tabaco, ya que actúa a modo de refuerzo positivo. Los estudiantes que han participado en este estudio se sentían bien cuando usaban el móvil y, por el contrario, se sentían mal cuando dejaban de hacerlo. Pero lo más sorprendente de todo es que preferían recuperar el móvil antes que comer su comida favorita.

Los estudiantes prefieren usar el móvil a comer

Jóvenes prefieren el móvil antes que comer

Sara O’Donnell, psicóloga, y Leonard Epstein, profesor de la Universidad de Búfalo, han puesto en marcha un experimento con 76 estudiantes de entre 18 y 22 años, a los que privaron del teléfono móvil y de comida durante horas. El objetivo no era otro que estudiar el comportamiento de estos jóvenes que, tras pasar horas sin comida ni el móvil, tenían que completar una serie de tareas en un ordenador.

Al completar dichas tareas, que cada vez se volvían más complicadas, los jóvenes lograban una recompensa: dar un bocado a su comida favorita o usar el teléfono móvil durante unos minutos. Para sorpresa de algunos, los expertos descubrieron que los estudiantes completaban antes las tareas que les permitía utilizar el móvil antes que las que les dejaban comer, incluso aunque llevaran horas sin llevarse nada al estómago.

En otra parte del experimento se les pidió a aquellos jóvenes que calcularan el dinero que estarían dispuestos a pagar para conseguir comida y para volver a usar el móvil. Una vez más, eligieron pagar más dinero por pasar tiempo con el teléfono móvil antes que comer. Los investigadores sabían que los estudiantes escogerían el móvil en varios de los casos, pero quedaron sorprendidos al ver el porcentaje tan alto que se obtuvo con este estudio.

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