Grok miente demasiado poco para el gusto de Elon Musk, pero eso va a cambiar: "Lo arreglaremos esta semana"

El magnate promete "arreglar" su IA esta semana tras acusarla de mostrar sesgos izquierdistas, pero ignora manipulaciones documentadas en favor de su agenda

Grok miente demasiado poco para el gusto de Elon Musk, pero eso va a cambiar: "Lo arreglaremos esta semana"
La IA creada por Musk para ser "anti-progresista" cita datos que contradicen narrativas de derechas, desatando la ira de su creador contra su propia tecnología
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Elon Musk ha vuelto a la carga contra su propio modelo de inteligencia artificial, Grok, acusándolo de mostrar sesgos políticos de izquierdas. El magnate promete corregir este comportamiento "esta semana", lo que deja al descubierto la tensa relación entre el empresario y su creación tecnológica. Todo empezó cuando varios usuarios de X señalaron supuestos casos de "adoctrinamiento progresista" en las respuestas de la IA.

La cosa se puso seria cuando Grok citó datos que indicaban mayor frecuencia y letalidad en la violencia política de derechas desde 2016. Musk no tardó en responder calificando esta información como "objetivamente falsa", según recoge Futurism. Su reacción fue contundente: "Fracaso mayúsculo, Grok está repitiendo medios tradicionales", tuiteó sin aportar pruebas que contradigan los datos de su propia IA.

El doble rasero en el control ideológico de Grok

La startup xAI se lanzó con el objetivo de crear una IA "buscadora de la verdad máxima", que en el fondo significa desarrollar una alternativa "anti-progresista" a otros modelos existentes. Pero Grok ha resultado ser bastante contradictorio desde su debut en 2023: mientras suelta bromas ácidas e insultos raciales, también reconoce la existencia de personas transgénero, algo que Musk considera demasiado progresista.

Lo curioso es que cuando se examina el historial, aparecen manipulaciones documentadas en sentido contrario. En mayo, Musk se quejó de que Grok mostrara escepticismo ante teorías conspirativas sobre George Soros, calificándolo de "vergonzoso". Más grave aún: xAI admitió que un empleado hizo modificaciones no autorizadas para que Grok defendiera propaganda supremacista blanca sobre "genocidio blanco" en Sudáfrica, ajustándose a las creencias de Musk.

El patrón se repite una y otra vez: cuando Grok presenta información factual que no encaja con narrativas de derecha, Musk la desacredita sin aportar contraevidencias y promete "arreglar" el comportamiento de la IA. El empresario maneja personalmente los ajustes políticos de su creación mientras pasa por alto manipulaciones documentadas que favorecen su propia agenda.

Este enfrentamiento deja claro el problema de fondo entre prometer una IA neutral y intentar convertirla en portavoz de convicciones políticas particulares. Musk acusa a su creación de estar "infiltrada" por sesgos mientras le exige que ignore datos verificables que contradicen sus creencias personales.

La situación llega al absurdo cuando Grok ha llegado a señalar al propio Musk por difundir bulos y desinformación en X, cuestionando directamente la ética de su creador. Hasta gigantes industriales como CATL han vaticinado el fracaso de Musk, apuntando a sus decisiones políticas como factor clave en el deterioro de su imagen pública.

La batalla de Musk contra Grok parece más un intento de crear un eco digital de sus propias convicciones políticas que una búsqueda real de objetividad. Esta tensión va a continuar mientras el empresario mantenga la ficción de neutralidad tecnológica junto a su evidente agenda ideológica.

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