La aterradora realidad sobre las IA de compañía ahora ha sido confirmada por la ciencia: "No existe evidencia de que ayude a la gente a sentirse menos sola o aislada"
Un estudio con casi 3.000 personas demuestra que los chatbots románticos aumentan la depresión y el aislamiento en lugar de reducir la soledad como prometen las empresas

Un nuevo estudio de la Universidad Brigham Young confirma lo que muchos sospechaban: los compañeros románticos de inteligencia artificial no solucionan la soledad. De hecho, según los datos recogidos por el equipo de investigadores, las personas que usan estos sistemas registran mayores niveles de depresión y aislamiento social que quienes no los utilizan.
La investigación, tal y como recoge Futurism, se basó en encuestas a 2.989 personas y reveló que uno de cada cinco estadounidenses ya ha probado un chatbot de romance. Entre los jóvenes de 18 a 29 años, la cifra sube hasta el 25%, convirtiendo estos sistemas en algo mucho más extendido de lo esperado.
Los números no mienten
La popularidad de estos chatbots ha crecido junto con el boom de la inteligencia artificial. Aplicaciones como Replika prometían ser la solución perfecta para quienes se sienten solos, pero los resultados del estudio cuentan otra historia. El auge de aplicaciones como Replika y sus terribles consecuencias ya había empezado a alertar sobre los riesgos de buscar compañía emocional en la inteligencia artificial.
Brian Willoughby, investigador principal del proyecto, fue claro en sus conclusiones. Según el estudio original: "Encontramos evidencias de vínculos entre el uso de la IA y la depresión y la soledad. No hallamos pruebas de que la IA ayude realmente a las personas a sentirse menos solas o aisladas".
Los resultados coinciden con investigaciones paralelas que han detectado patrones similares. Los estudios de MIT y OpenAI sobre soledad y ChatGPT encontraron que las personas que más usan ChatGPT suelen experimentar mayores niveles de aislamiento, contradeciendo la idea de que la IA proporciona compañía real.
El estudio también reveló comportamientos que van más allá de la simple conversación. El 7% de los participantes admitió haberse masturbado durante intercambios con bots sexuales, mientras que un 13% reconoció haber consumido pornografía generada por IA. Los datos muestran diferencias claras por género: los hombres recurren significativamente más a este tipo de contenido.
Otro hallazgo llamativo es que las personas con pareja estable usan más estos chatbots que los solteros. Este dato plantea preguntas sobre cómo estas tecnologías están afectando a las relaciones tradicionales y qué constituye exactamente la infidelidad en la era digital.
Los menores tampoco quedan fuera de este panorama. Los datos muestran que el 67% de los niños de entre 9 y 17 años usa chatbots regularmente, y un tercio los considera "como hablar con un amigo". El 12% recurre a la IA específicamente porque no tiene con quién hablar, algo que puede estar sustituyendo el desarrollo de habilidades sociales reales. Los niños que reemplazan amigos por chatbots de IA muestran patrones preocupantes de aislamiento social entre los más jóvenes.
En los casos más extremos, el uso intensivo de estos sistemas está generando problemas serios de salud mental. Los especialistas han identificado casos de lo que denominan "psicosis de IA", con situaciones que han derivado en hospitalizaciones, intentos de suicidio y episodios violentos relacionados con el uso obsesivo de chatbots. ChatGPT y la validación de delirios peligrosos documenta cómo la inteligencia artificial puede agravar problemas de salud mental preexistentes.
Es cierto que el estudio se basa en respuestas autodeclaradas, lo que puede introducir sesgos en los resultados. Sin embargo, los datos son consistentes con otras investigaciones y dibujan un patrón claro: los chatbots románticos no están cumpliendo su promesa de reducir la soledad. Al contrario, parecen estar contribuyendo a empeorar el problema que supuestamente iban a resolver.