La brecha de poder adquisitivo en España se ensancha, cuanto más pobre, peor conexión a internet
El informe de Ookla para el primer trimestre de 2025 revela que el equipamiento WiFi obsoleto afecta principalmente a hogares con menos recursos, creando una nueva forma de desigualdad digital en plena era de la fibra óptica

Un informe sobre conexiones a Internet en España que cubre el primer trimestre de 2025 revela que el equipamiento WiFi obsoleto afecta principalmente a hogares con menos recursos, creando una nueva forma de desigualdad digital en plena era de la fibra óptica. Esta situación perpetúa diferencias socioeconómicas incluso cuando España lidera el despliegue europeo de infraestructura de alta velocidad, con más del 95% de hogares cubiertos por redes de fibra.
Un nuevo estudio publicado por Ookla revela una preocupante tendencia en España: a pesar de liderar el despliegue europeo de fibra óptica, el país sufre una creciente brecha digital determinada por el poder adquisitivo. Según los datos recopilados por Speedtest Intelligence para el primer trimestre de 2025, mientras los hogares con mayores ingresos disfrutan de estándares WiFi modernos, los de menor renta siguen anclados en tecnologías obsoletas.
La calidad del WiFi, nuevo factor de desigualdad digital
El estudio identifica una clara correlación entre nivel de ingresos y calidad del equipamiento. Los hogares con rentas superiores a 35.000 euros anuales muestran una adopción del WiFi 6 cercana al 62%, mientras que en hogares con ingresos inferiores a 20.000 euros apenas alcanza el 14%.
La lentitud de internet afecta a miles de hogares españoles que desconocen que el problema radica en equipos obsoletos. Las operadoras tradicionales suelen ofrecer estos equipos avanzados como complementos premium con costes adicionales.
Entre los operadores españoles, DIGI destaca al ofrecer equipos modernos sin coste adicional incluso en tarifas básicas. Es significativo que las herramientas de comparación de operadoras como la desarrollada por la CNMC incluyan factores como latencia y jitter, directamente afectados por la calidad del WiFi.
Los expertos advierten que esta situación puede agravarse, ya que el consumo de servicios como Netflix requiere cada vez mayor calidad de conexión, especialmente cuando España es considerado uno de los tres mejores países para este servicio gracias a su infraestructura de fibra.
Esta nueva forma de desigualdad digital resulta especialmente preocupante considerando que la mayoría de españoles usa conexiones de 300Mb o 600Mb, pero muchos no pueden aprovechar todo su potencial debido a la obsolescencia de sus redes domésticas, creando una brecha invisible que afecta a la educación, el teletrabajo y el acceso a servicios digitales cada vez más exigentes.