La memoria de grafeno revolucionaria acaba de batir el récord más importante de todos
El grafeno permite crear memorias flash ultrarrápidas que procesan datos 400 veces más rápido que las tecnologías actuales, abriendo nuevas posibilidades para la IA

Los investigadores chinos han logrado algo bastante notable: una memoria flash de grafeno que escribe datos 400 veces más rápido que las tecnologías actuales. El equipo de la Universidad de Fudan en Shanghái ha desarrollado este dispositivo que, si llega al mercado, podría suponer un cambio importante en cómo funcionan nuestros dispositivos.
La información nos llega desde Techspot, que detalla cómo esta tecnología denominada "PoX" alcanza velocidades de 400 picosegundos. Hablamos de 25 mil millones de operaciones por segundo, una cifra que pone en evidencia las limitaciones de las memorias que usamos a diario.
El grafeno vuelve a demostrar de qué es capaz
La clave está en el mecanismo de "super-inyección" que aprovecha las propiedades del grafeno. Este material bidimensional permite un flujo de carga ultrarrápido que evita los cuellos de botella habituales de las memorias convencionales, un problema que llevaba años frenando el rendimiento de nuestros dispositivos.
La tecnología destaca porque combina velocidad y eficiencia energética. Mientras las memorias tradicionales tardan microsegundos en escribir datos, la memoria PoX completa el proceso en 400 picosegundos, consumiendo menos energía en el proceso.
Las aplicaciones son amplias. En inteligencia artificial permitiría procesar datos en tiempo real para modelos complejos sin los retrasos actuales. Los centros de datos podrían reducir su consumo energético, y nuestros dispositivos móviles tendrían un rendimiento muy superior al actual.
El profesor Zhou Peng, que lidera el proyecto, lo explica de forma clara: "Este dispositivo puede funcionar mil millones de veces en un parpadeo, frente a las mil operaciones de una memoria USB estándar". La diferencia no se mide en porcentajes, sino en órdenes de magnitud completamente distintos.
Esta memoria funciona como tecnología no volátil, manteniendo la información almacenada sin suministro eléctrico. Esto la convierte en una solución válida tanto para almacenamiento permanente como para memoria de trabajo de alta velocidad.
Obviamente, estamos ante un prototipo de laboratorio que aún no está disponible comercialmente. Sin embargo, el grafeno ya ha demostrado su potencial en aplicaciones de almacenamiento, y cada avance nos acerca más a ver estos desarrollos en productos comerciales.
Cuando llegue a nuestros dispositivos, veremos teléfonos que cargan aplicaciones al instante, asistentes virtuales sin latencia perceptible, y una reducción del consumo energético en nuestra tecnología personal. No es una mejora incremental; es un salto cualitativo importante.