La nueva 'Gran Muralla' de China está cada vez más cerca de completarse: ha rodeado un desierto

Se trata de la Gran Muralla Verde, una apuesta para parar la desertificación del país que culminará en 2050, pero que ahora ha dado un salto de gigante

La nueva 'Gran Muralla' de China está cada vez más cerca de completarse: ha rodeado un desierto
Este proyecto arrancó hace años y tiene algunos detractores bien fundamentados
Publicado en Tecnología

China ha completado la construcción de una gigantesca barrera verde de más de 3.000 kilómetros de longitud a lo largo del desierto de Taklamakán, el más grande del país y el segundo desierto de dunas móviles más grande del mundo. Este triunfo, que algunos medios chinos califican como una "nueva hazaña en la historia de la humanidad", forma parte de un ambicioso plan para combatir la desertificación que amenaza a gran parte del territorio chino. Hace más de un año hablábamos de la Gran Muralla Verde y parece que ahora va camino de culminarse, lo que refleja el gran esfuerzo de China para este tipo de proyectos.

La nueva Gran Muralla

Según informa la agencia de noticias Xinhua, y se hace eco IFLScience, la "Gran Muralla Verde", como se la conoce popularmente, ha sido creada mediante la plantación masiva de especies arbóreas resistentes a la sequía, como sauces rojos y saxaules, en una franja que bordea el sur del desierto de Taklamakán, en la región autónoma uigur de Xinjiang, al noroeste de China. El objetivo es crear una barrera ecológica que frene el avance de las arenas y las tormentas de arena, las cuales causan graves daños a la agricultura y a las infraestructuras de la región. La desertificación de las zonas colindantes a los desiertos es un hecho que cada vez se marca más, el propio Sahara en su momento fue un vergel y ahora sigue creciendo y devorando zonas que otrora no eran áridas.

Este proyecto es solo una parte del Programa de Bosques de Protección de los Tres Nortes, una iniciativa lanzada en 1978 que busca reforestar amplias zonas áridas del norte de China para contener la expansión del desierto de Gobi y otros desiertos. Se espera que el programa, que se extenderá hasta 2050, culmine con la plantación de unos 100 mil millones de árboles, convirtiéndose en el proyecto de ingeniería ecológica más grande del mundo, como apunta Yahoo! Lifestyle. Hasta el momento se han plantado más de 300.000 kilómetros cuadrados por un ejército de 600.000 trabajadores, con la ambición de alcanzar los cuatro millones de kilómetros cuadrados en 2050.

Los resultados ya son palpables. Según el gobierno chino, la cobertura forestal del país ha aumentado del 10% en 1949 a más del 25% en 2023. En la región de Xinjiang, en particular, la cobertura forestal ha pasado del 1% al 5% en los últimos 40 años. Sin embargo, el proyecto no está exento de críticas. Algunos científicos han puesto en tela de juicio la sostenibilidad a largo plazo de plantar árboles no nativos en un entorno tan hostil. También preocupa el impacto en la biodiversidad de crear grandes extensiones de monocultivos forestales, que además podrían ser más vulnerables a enfermedades. El propio Bill Gates considera plantar árboles una idiotez, aunque sus declaraciones van más encaminadas a detener las emisiones de carbono.

A pesar de las controversias, la "Gran Muralla Verde" pone sobre la mesa el compromiso de China en la lucha contra la desertificación, un problema que afecta a más del 27% de su territorio y a unos 400 millones de personas. El gigante asiático se suma así a los esfuerzos globales para combatir este fenómeno, que amenaza con convertir en desiertos zonas semiáridas de todo el planeta, incluso en Europa y en nuestro país.

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