La nueva revolución tecnológica podría venir de un invento de hace 5.500 años

El cuneiforme fue el primer sistema de escritura del que se tiene registro en el mundo

La nueva revolución tecnológica podría venir de un invento de hace 5.500 años
Los sumerios fueron los primeros en utilizar el sistema cuneiforme que más tarde heredarían el resto de sociedades de mesopotamia
Publicado en Tecnología

El sistema cuneiforme es el más antiguo que existe en la historia de la humanidad. Al menos el primero del que se tiene registro, con dataciones que lo fijan en el año 3.5000 a. C. Aunque es cierto que podría ser todavía más antiguo, según los últimos hallazgos de los expertos en la materia. Surgió en Sumer y se adaptó a una lengua aislada como es el sumerio, pero con el paso de los siglos lo adaptarían el resto de pueblos que pasaron por la región, como los acadios, que convertirían la forma de escritura y su idioma en la lengua franca de la región durante milenios.

Descifrar este fue una auténtica locura, sobre todo para entender el sumerio, que es una lengua a medio camino entre el sistema silábico y el pictográfico. Por ejemplo, hacían dibujos, como un sol, que podía significar "dios", pero también podía ser una sílaba que ayudaba a la formación de otra palabra. Los temas que se escribían eran variados, normalmente logísticos, pero también suntuarios, sobre los dioses y la luna, ya que eran avanzados astrónomos. Y, aunque los sumerios sean una civilización extinta, nos han legado cosas de gran valor.

El problema es que un sistema tan absolutamente complejo ha resultado ser profundamente útil y eficiente haciendo significativo algo que ya sabíamos: la evolución tecnológica del ser humano no es un puente que se tiende en línea recta.

La revolución tecnológica del cuneiforme

Abigail Mann y sus compañeros han publicado un artículo en la revista Advanced Science que puede revolucionar la tecnología para siempre gracias a la capacidad de hacer que el almacenamiento de datos sea mucho más eficiente. Así, el cuneiforme, que consistía en hacer incisiones con forma de cuña en tablillas se ha vuelto sofisticado.

Las incisiones ahora se hacen a nanoescala en un compuesto de azufre y dicyclopentadieno con un microscopio de fuerza atómica. Pero lo que lo hace valorable es que sustituye al sistema binario para ser mucho más eficiente.

Antes, los sistemas de almacenamiento basados en incisiones funcionaban en código binario simple. Usando 1 y 0 como valores clave para dar información. Además, se hacían en sustratos poliméricos muy difíciles de utilizar. Esto ha cambiado ahora.

El polímero permite ajustar las indentaciones o incisiones de tal manera que permite el uso del código ternario dependiendo la profundidad de estas indentaciones. Por lo que aumenta la densidad de los datos.

Así, este cuneiforme novedoso está realmente dopado. Comparte similitudes con el del pasado, como que se utiliza haciendo incisiones y queda físicamente inscrito en el material, siendo reutilizable o eterno si se quiere. De esta manera, comparten muchas similitudes. Desde New Atlas han señalado que al final este estilo neo-cuneiforme es muy original en su abordaje y es exactamente igual al sistema del pasado: consiste en hacer incisiones de forma física sobre un objeto y después se calienta para limpiarlo.

Y es que este nuevo modelo es mucho más avanzado. Al darle calor de hasta 140 grados, el polímero se calienta y se borra, permitiendo escribir datos de nuevo. La escritura puede ser a temperatura ambiente, lo que permite una mayor eficiencia.

De esta manera, según Mann y su equipo, este sistema abre la posibilidad de utilizar este tipo de compuestos para almacenar datos, como si fuéramos escribas en la Mesopotamia del IV milenio a. C. A nivel tecnológico es bastante revolucionario, ya que abre la posibilidad de almacenar datos de una forma diferente a la que se había concebido hasta ahora y, permite un salto exponencial en lo que existía hasta ahora abriendo la puerta a nuevos avances en el futuro.

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