Los KEF Coda W quieren ser tus altavoces para todo... por un precio
KEF lanza los Coda W con previo de phono integrado y Bluetooth aptX Lossless por 950 euros. Vinilo y streaming sin complicaciones

KEF acaba de lanzar los Coda W, unos altavoces inalámbricos que recuperan el nombre de una gama legendaria de los años 70. La novedad principal es que traen previo de phono integrado, lo que permite conectar directamente un tocadiscos sin necesidad de amplificadores externos ni previos adicionales. Es la apuesta de KEF por facilitar la escucha de vinilo en sistemas modernos sin complicaciones técnicas.
Tal y como se recoge en What Hi-Fi?, estos altavoces incorporan Bluetooth 5.4 con aptX Adaptive y aptX Lossless para transmitir audio inalámbrico con calidad de CD (16-bit/44.1 kHz). No alcanza los niveles del audio de alta resolución, pero supera con creces al Bluetooth convencional. El precio es de 950 euros la pareja.
Driver Uni-Q de 12.ª generación y 200 vatios de potencia

Los Coda W devuelven a la vida un nombre mítico del catálogo de KEF
El corazón de los Coda W es un driver Uni-Q de 5,25 pulgadas que KEF lleva perfeccionando desde hace décadas. Este sistema coloca el tweeter en el centro acústico del woofer para conseguir una dispersión uniforme del sonido por toda la habitación, en lugar de concentrarlo en un punto concreto como hacen los altavoces tradicionales. La idea es que suene igual de bien estés donde estés sentado en el salón.
Los altavoces suman 200 vatios de potencia total repartidos entre el altavoz principal y el secundario, con amplificadores dedicados tanto para los tweeters como para los woofers. KEF ha afinado su Musical Integrity Engine específicamente para este modelo: es un conjunto de algoritmos DSP que procesan el sonido para intentar ganar en detalle y precisión. Con estas especificaciones deberían poder llenar sin apuros una habitación de tamaño medio.
La conectividad es amplia. Además del Bluetooth 5.4, los Coda W tienen entrada RCA para tocadiscos, HDMI ARC para el televisor, USB Type-C para usarlos como altavoces de escritorio, salida para subwoofer activo, y conexiones RCA y óptica adicionales para reproductores de CD, Blu-ray o consolas. El control se hace con botones físicos en uno de los altavoces o mediante la app KEF Connect, que permite ajustar el ecualizador.

Los Coda W vienen muy bien surtidos en lo que a conexiones se refiere e incluyen un previo de phono
El diseño mantiene las líneas limpias de KEF y viene en cinco acabados: Vintage Burgundy, Nickel Grey, Moss Green, Midnight Blue y Dark Titanium. De serie incluyen un cable de 3 metros para conectar ambos altavoces entre sí, aunque se puede comprar por separado un cable C-Link de 8 metros si necesitas más distancia. También son compatibles con los soportes de suelo SQ1 de la propia marca si prefieres elevarlos del mueble.
Lo que KEF plantea con estos altavoces es integrar el vinilo en un sistema moderno sin necesidad de montar un equipo HiFi tradicional. Es un planteamiento similar al de equipos compactos como el Teufel Ultima 20 Kombo, que también incluyen todo lo necesario en un solo pack. La diferencia es que los Coda W van un paso más allá al prescindir de cables entre el tocadiscos y los altavoces si usas un plato con Bluetooth integrado, algo cada vez más habitual en modelos de entrada como los Majority Audio.
Los Coda W recuperan un nombre histórico de KEF y lo adaptan a lo que busca mucha gente ahora mismo: poder escuchar vinilos, streaming, la tele o la consola con unos buenos altavoces sin tener que convertir el salón en una tienda de cables. Sobre el papel tienen todo lo necesario para cumplir con esa premisa, aunque el precio de 950 euros los sitúa lejos del alcance de la mayoría.