Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ataca su anterior política: "Debemos aguantar otros puntos de vista"

El CEO de Meta abandona dos décadas de disculpas públicas y apuesta por menos moderación en sus plataformas

Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ataca su anterior política: "Debemos aguantar otros puntos de vista"
Zuckerberg reconoció haber cometido "un error de 20 años" al asumir culpas ajenas
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Mark Zuckerberg ha decidido pasar página y enterrar su estrategia de disculpas públicas. El fundador de Meta considera que ya está bien de agachar la cabeza tras dos décadas asumiendo culpas que, según él, no correspondían a su empresa. Este cambio de rumbo prioriza ahora la libertad de expresión frente a la moderación de contenidos que tanto ha caracterizado a sus plataformas.

Tal y como ha declarado en una entrevista en el podcast Acquired, Zuckerberg admite haberse equivocado durante "20 años" pidiendo perdón sin motivo. "Aceptamos la narrativa de otros sobre nuestros errores, incluso cuando no éramos los responsables. En política, a veces la gente solo busca un chivo expiatorio", confesó sin rodeos, refiriéndose a polémicas como la interferencia rusa en las elecciones de 2016 o el escándalo de Cambridge Analytica.

De las disculpas a la defensa: un cambio de paradigma

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No se trata de palabras vacías. Meta ya ha empezado a tomar medidas concretas: ha anunciado que prescindirá de los verificadores de información en Estados Unidos, mientras que mantendrá estos equipos en la Unión Europea, dejando claro que Zuckerberg sabe adaptarse a cada mercado y sus exigencias regulatorias.

En este mismo sentido, la compañía está probando un sistema de notas comunitarias inspirado en lo que hace X, apostando por dejar que sean los propios usuarios quienes moderen los contenidos. Este enfoque rompe con años de control centralizado y apuesta por una visión más descentralizada de lo que debería ser una red social.

En paralelo a esta nueva postura, Zuckerberg parece obsesionado con la carrera por la IA. Su desesperación por captar talento ha llegado a extremos inéditos, con el CEO enviando correos personales a ingenieros de Google DeepMind. Este movimiento refleja su convicción de que la próxima batalla tecnológica vale más que cualquier disputa sobre moderación de contenidos.

El escenario europeo añade otra capa de complejidad. En la UE, Meta debe adaptar Instagram y Facebook a regulaciones mucho más estrictas, incluyendo cambios en la visualización de contenidos. Zuckerberg se enfrenta así a una contradicción práctica: imponer libertad en EE.UU. mientras acepta restricciones en Europa, una situación que complica su nueva cruzada contra la moderación excesiva.

El CEO de Meta no se engaña y sabe que recuperar la confianza perdida llevará tiempo, calculando unos diez años para rehabilitar la imagen de su empresa. "Si no hubiera cometido ese error, nuestra marca estaría en otro lugar", reconoció sin ambages, mostrando un optimismo prudente mientras sus abogados siguen lidiando con múltiples frentes regulatorios abiertos.

El giro estratégico de Zuckerberg sacude los cimientos de Silicon Valley. Su negativa a seguir disculpándose representa un cambio radical en la forma en que Meta gestionará futuras crisis. Los próximos meses revelarán si esta apuesta por la confrontación en lugar de la conciliación le funciona en un panorama donde gobiernos y usuarios exigen cada vez más responsabilidad a las plataformas digitales.

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