Microsoft no es capaz de convencer a las empresas para que usen Copilot. La culpa es de ChatGPT

Microsoft no logra popularizar Copilot en el entorno laboral, mientras ChatGPT sigue liderando como la IA preferida en empresas

Microsoft no es capaz de convencer a las empresas para que usen Copilot. La culpa es de ChatGPT
A pesar de las inversiones millonarias, Microsoft Copilot no consigue superar la popularidad de ChatGPT entre los usuarios corporativos
Publicado en Tecnología

A pesar de los esfuerzos millonarios de Microsoft, la compañía con sede en Redmond sigue teniendo problemas para hacer que las empresas adopten Copilot como su asistente de inteligencia artificial principal. Y lo más curioso de todo esto es que el obstáculo no viene de un competidor externo, sino de su propio socio: OpenAI y su archiconocido ChatGPT.

Si bien ambas herramientas están impulsadas por los mismos modelos de lenguaje, Copilot parecería no calar entre los trabajadores. De hecho, según un informe reciente de Bloomberg, muchas de las empresas que han pagado licencias de Copilot a gran escala han comprobado que sus empleados continúan usando ChatGPT.

Un claro ejemplo de ello es lo que está sucediendo con la farmacéutica Amgen, la cual contrató planes para 20.000 usuarios… pero, más de un año después, gran parte del personal continúa recurriendo a ChatGPT en su día a día.

ChatGPT le toma la delantera a Copilot, incluso en el trabajo

En teoría, Microsoft tenía todo a su favor: décadas de relación con departamentos de IT, plena integración con Windows y Office (sus herramientas de ofimática lideran el entorno laboral), y un catálogo de funciones prácticamente idéntico al de ChatGPT (resúmenes, redacción de correos, análisis de datos, generación de imágenes…). Sin embargo, esa ventaja no ha sido suficiente.

El principal problema es que ChatGPT llegó antes. Mientras Microsoft ultimaba los detalles para lanzar Copilot al mundillo corporativo, millones de usuarios ya habían probado ChatGPT en casa. Y cuando una herramienta funciona, pocos quieren cambiarla.

Según los últimos datos del primer trimestre de 2025, ChatGPT cuenta con 800 millones de usuarios activos a la semana y 3 millones de cuentas de pago empresariales. Copilot, por su parte, lleva estancado en los 20 millones de usuarios por semana desde hace más de un año.

Es más, ni siquiera los acuerdos millonarios con gigantes como Volkswagen, Accenture o Barclays (todos con más de 100.000 licencias contratadas) fueron capaces de cambiar esta dinámica. Las empresas deben hacer campañas internas para que sus empleados utilicen Copilot, algo que deja en evidencia la falta de arraigo de la plataforma.

Mientras tanto, Microsoft afronta una etapa cuanto menos complicada: anunciaron nuevos despidos que afectarán entre 6.000 y 7.000 trabajadores en todo el mundo, apenas dos años después de recortar otros 10.000 puestos. En resumen, Copilot no ha despegado como se esperaba. Y aunque Microsoft tenga los recursos, el ecosistema y las alianzas, parece que, por ahora, la batalla por el asistente de IA del trabajo ya tiene un claro ganador: ChatGPT.

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