¿Por qué tu música suena distinta por Bluetooth? Todo depende de esto
La calidad de sonido por Bluetooth no es igual para todos. Lo que separa una experiencia mediocre de una excelente es un detalle técnico que muchos pasan por alto

No le descubro nada a nadie si digo que escuchamos música en todas partes gracias al Bluetooth. Concretamente, a los auriculares inalámbricos: se han convertido en una constante en nuestras vidas queramos o no —en parte porque resultan muy convenientes, en parte porque los fabricantes han eliminado el conector jack de 3,5 mm en la mayoría de teléfonos—, pero no vamos a entrar ahí hoy.
Detrás de esa conveniencia hay toda una ingeniería silenciosa que puede marcar la diferencia entre que tus canciones favoritas te eleven a los cielos... o simplemente las estés escuchando. Sé que, de todas formas, la mayoría de los mortales "simplemente escucha" pero, si tú vas más allá, entonces esto es para ti.
Te preguntarás por qué, y es muy legítimo. Y es que en este artículo vamos a hablar en profundidad de los códecs Bluetooth: qué son, cuáles hay, por qué afectan (y mucho) a la calidad de la música y cuál de todos es el que "estropea menos" tu experiencia auditiva.
¿Qué es un códec Bluetooth y por qué es importante?

Los códecs son fundamentales para escuchar música por Bluetooth
En pocas palabras, un códec (del inglés coder-decoder) Bluetooth es una especie de traductor digital. Tus cascos o tu altavoz y tu teléfono hablan cada uno en un idioma, y es este traductor el que se encarga de que tu móvil y el dispositivo receptor que sea se entiendan e intercambien información como dos aparatos civilizados.
Esta transmisión se hace por el aire en una banda de frecuencias concreta —explicar qué es esto y por qué es dicha banda de frecuencias y no otra nos llevaría demasiado tiempo, así que quédate con ese concepto por ahora—, que tiene un espacio conocido como ancho de banda. En el caso del Bluetooth, este espacio es muy limitado.
¿Qué siginifca esto? Que cualquier transmisión que se haga entre tu smartphone y esos auriculares que te permiten escuchar música sin cables debe comprimirse para caber en el ancho de banda. Aquí ya tenemos una pequeña gran red flag: con la escucha por Bluetooth se pierde información de la fuente, con lo que los auriculares y los altavoces Bluetooth no podrían considerarse dispositivos de alta fidelidad.
Esta compresión se lleva a cabo para que la música "ocupe menos" y llegue al receptor lo más rápido posible y sin cortes de ninguna clase. El códec decide cómo se realiza este proceso, además de cuánta información original se sacrifica al hacerlo. Y es que no todos los códecs comprimen igual, ni suenan igual.
¿Qué códecs Bluetooth existen y en qué se diferencian?

LDAC es el códec propietario de Sony y uno de los más avanzados
En total hay cuatro variantes distintas de códecs Bluetooth, cada una con sus propias ventajas e incovenientes. No todas funcionan igual en todos los dispositivos. El primero de ellos es SBC; que también es el códec más simple y antiguo. Viene en todos los dispositivos Bluetooth por defecto.
Su principal ventaja es que siempre funciona, da igual el móvil o los auriculares que tengas. Sin embargo, la calidad de sonido es básica: puede sonar plano o con menos detalle, sobre todo si te fijas mucho o buscas la máxima fidelidad. Además, tiene una latencia alta, es decir, suele haber cierto retraso entre el vídeo y el audio, algo que puede notarse si ves películas o juegas a videojuegos. Su gran virtud es la compatibilidad y la estabilidad, pero no es la mejor opción si aprecias la música de calidad
El siguiente en la lista es AAC, el favorito de Apple. Como tal, funciona especialmente bien en iPhone, iPad y Mac. Ofrece una mejor calidad de sonido que SBC y una latencia media, por lo que si usas productos de Apple no tienes que preocuparte. En Android la cosa cambia: suele consumir más batería y no siempre suena igual de bien. En resumen, AAC da buen sonido y una latencia aceptable en dispositivos de Apple, pero no es la mejor alternativa en Android
Después nos encontramos con aptX, que ha sido desarrollado por Qualcomm como parte del universo Snapdragon Sound y que es todo un dolor de cabeza en sí mismo. Está pensado para quienes buscan mejor sonido en Android. ¿Qué mejora? Transmite la música más rápido y con menos compresión, así que apreciaremos más detalles y claridad respecto a SBC o AAC. En cuanto a la latencia, es bastante baja, por lo que es ideal para juegos o ver vídeos, ya que el sonido llega casi inmediatamente junto a la imagen. Eso sí, tanto tu móvil como tus auriculares deben ser compatibles con aptX para notar la diferencia. Además, tendrás que activarlo —aunque normalmente lo hace automáticamente—.
Y ya que hablamos de auriculares compatibles, los Edifier Stax Sprit S3, los Stax Spirit S5 o los NeoBuds Planar son compatibles con aptX. Otros fabricantes europeos, como es el caso de Bowers & Wilkins, mantienen esta compatibilidad en los Pi8, PX8 y en los PX7 S3. Ojo porque esos auriculares que menciono no valen todos para lo mismo; los Stax Spirit S3 y S5 están pensados para la escucha doméstica, por ejemplo. Los demás si contemplan un uso más urbano.
Cerramos el repaso con LDAC, que es el códec creado por Sony. Es el que más calidad puede ofrecer ahora mismo a través de Bluetooth. Permite mandar hasta el triple de información que los códecs normales, así que tu música pierde menos detalles por el camino y suena mucho más fiel al original. Está dirigido a usuarios que valoran la máxima calidad: notarás voces más nítidas, instrumentos más claros y un sonido más envolvente.
La latencia de LDAC es media, por lo que, aunque suene muy bien, puede haber algo de retraso si juegas o ves vídeos, especialmente si usas el modo de máxima calidad de sonido. Para que LDAC funcione, tu móvil y tus auriculares tienen que ser compatibles y, normalmente, hay que activarlo en los ajustes de desarrollador del móvil.
¿Cómo afectan los códecs a tu música?

Los códecs afectan a nuestra experiencia de escucha más de lo que parece
Aunque todos los códecs Bluetooth realizan una tarea similar —comprimir la música y enviarla desde el móvil hasta tus auriculares inalámbricos—, lo cierto es que no todos lo hacen igual de bien como establecimos antes. La forma en la que cada códec maneja esa compresión puede influir bastante en cómo suena la música que escuchas.
Por ejemplo, en los códecs más básicos como SBC, es habitual que se pierdan algunos detalles del sonido: las canciones pueden sonar algo más “planas”; los graves, algo difusos, y los agudos, menos definidos. Es como si parte de la riqueza del tema se quedara por el camino. En cambio, los códecs más avanzados logran mantener mejor esos matices, consiguiendo una música más clara y precisa, con todos los instrumentos y voces mejor diferenciados.
Otra diferencia importante está en la llamada sensación de “profundidad” o “dimensión” del sonido. Un códec más eficiente consigue transmitir esa sensación de espacio: sientes que los distintos elementos de la canción están colocados a diferentes distancias, y que no suena todo apelotonado. En cambio, con un códec básico, la música tiende a sonar más comprimida no solo en términos técnicos, sino también en cómo la experimentas: menos envolvente, menos realista.
También hay que volver a hablar de la latencia, que ya sabemos que cuanta menos, mejor. Aquí es donde los códecs más modernos marcan una gran diferencia, sobre todo si usas tus auriculares para ver vídeos o jugar. Si la latencia es alta, notarás que el sonido no va sincronizado con la imagen: por ejemplo, ves cómo alguien habla pero su voz llega con un pequeño retraso. Algunos códecs están diseñados justo para evitar esto, enviando el audio mucho más rápido para que todo se escuche cuando toca.
Ahora bien, no todo son ventajas con los códecs más “potentes”. En algunas situaciones, sobre todo si hay interferencias o la señal Bluetooth no es muy fuerte, la calidad extra puede jugar en contra. Códecs como LDAC o aptX HD, que transmiten más información para sonar mejor, pueden volverse menos estables si la conexión no acompaña. Eso puede traducirse en cortes ocasionales o saltos en la música. Por el contrario, códecs más básicos como SBC o AAC son más estables y fiables, aunque sacrifican parte de la calidad por esa mayor seguridad.
Entonces, ¿cuál estropea menos la experiencia de escucha?

Características de la última versión de Snapdragon Sound
El códec que menos arruina la experiencia de escuchar música por Bluetooth es, en general, LDAC, siempre que esté activado y tu móvil y auriculares lo soporten. Permite transmitir más información y, por tanto, conserva mejor los detalles, el equilibrio y la profundidad del sonido. Es lo más cercano a escuchar música de alta calidad sin cables.
Justo detrás está aptX HD, que también ofrece muy buena fidelidad y una compresión mínima. Es una opción excelente si usas Android, aunque necesitas que ambos dispositivos sean compatibles. AAC, común en dispositivos Apple, mantiene una calidad decente, aunque algo inferior a las anteriores, pero suele ser estable y suficiente para la gran mayoría de usuarios.
Por el contrario, SBC, el códec básico y universal, es el que más compromete la calidad del sonido. Aunque cumple su función, se pierden detalles y el audio se siente más plano. Está pensado para garantizar compatibilidad, no para ofrecer la mejor experiencia sonora.
A riesgo de repetirme, esto ya lo dije antes: cuanto más avanzado el códec y mayor su capacidad para enviar datos, menos se degrada la música. Y aunque hay otros factores que influyen (como la calidad de los auriculares o el archivo que estés reproduciendo), usar un buen códec marca una diferencia clara en cómo la música llega a tus oídos.
Verdades (y mitos) de los códecs Bluetooth

Hay mucha confusión en torno a lo que puede hacer y no el Bluetooth
Aunque los códecs Bluetooth de más calidad suelen consumir un poco más de batería, su mayor exigencia energética se debe a que transmiten más datos y requieren mayor procesamiento. Sin embargo, para la mayoría de las personas no es un problema relevante: salvo que escuches música todo el día sin parar, apenas notarás la diferencia en la autonomía de tus dispositivos.
En cuanto a la posibilidad de escuchar música sin pérdida —al nivel del CD— por Bluetooth, la realidad es que solo unos pocos códecs muy avanzados, como aptX Lossless —que no es lossless de verdad, pero vamos a fingir que sí—, lo permiten y apenas se encuentran en el mercado a día de hoy. Otros como LDAC o aptX HD logran acercarse bastante a esa calidad, pero mantienen siempre cierto grado de compresión, por mínima que sea.
El tipo de códec influye menos cuando reproduces música ya muy comprimida, como ocurre en plataformas como Spotify o la radio online, donde la calidad máxima viene limitada de origen. Aun así, escoger un códec mejor siempre ayuda a que esa música llegue con menos pérdidas, aunque el impacto será mayor si utilizas archivos o servicios de alta definición.
Finalmente, no siempre merece la pena forzar el uso del códec más avanzado. Si para ti lo primordial es lograr la mejor calidad de sonido posible y acostumbras a escuchar música en formatos sin compresión o en streaming de alta resolución, entonces sí compensa elegir el códec de mayor nivel. Pero, si te resulta más importante la compatibilidad, la facilidad de conexión y sacar más partido a la batería, los códecs básicos cumplen perfectamente su cometido, sin complicaciones ni riesgos de cortes en la señal.
El códec importa más de lo que parece

Los códecs importan, y mucho
El simple hecho de usar Bluetooth no garantiza que estemos escuchando las canciones tal y como fueron concebidas en el estudio. El códec que sirve de puente invisible entre tus dispositivos puede marcar la diferencia entre una experiencia realmente placentera y otra que, sin grandes fallos evidentes, va limando matices y detalles que suelen pasar desapercibidos hasta que se prueban soluciones de más calidad.
Por eso, antes de conformarse con la configuración por defecto, merece la pena dedicar un momento a descubrir con qué códecs son compatibles tus auriculares y tu móvil. La diferencia entre LDAC, aptX, AAC o SBC puede ser notable, especialmente si acostumbras a usar servicios de streaming de alta calidad como Tidal o Qobuz, donde la riqueza sonora se percibe mucho más y cada compresión cuenta —aunque yo para esas dos plataformas siempre voy a sugerir la combinación DAC + auriculares cableados, que hay algunos portátiles muy económicos y que suenan fantásticamente bien y es la única forma de que no se pierda fidelidad a día de hoy—. No hace falta ser audiófilo para notar el salto; incluso con dispositivos de gama media, utilizar un códec avanzado puede revivir viejos discos y descubrir detalles en canciones conocidas.
No obstante, la clave está en la compatibilidad: de nada sirve que tus auriculares soporten el mejor códec si tu teléfono se queda en un formato básico, o viceversa. A menudo, basta con revisar los ajustes de Bluetooth para saber qué códec se está utilizando en cada conexión y, si es posible, forzar la selección de uno más avanzado. Es un pequeño gesto que puede transformar tu día a día musical, especialmente si disfrutas comparando equipos o servicios y buscas exprimir cada euro invertido en tu equipo de audio.
En definitiva, la música que te acompaña merece que le dediques unos segundos a revisar este detalle técnico. Porque allí, sin cables de por medio y con los auriculares puestos, descubrir la opción óptima en códecs puede ser esa mejora silenciosa que te devuelve el placer de escuchar, con nitidez y emoción, aquellos discos que forman la banda sonora de tu vida.