Rega presenta Mercury y Solis: un tándem pensado para quienes quieren oír más y mejor
La firma británica lanza su nuevo sistema de referencia por separado: preamplificador Mercury y etapa Solis por 16.680 euros el conjunto completo
Rega acaba de presentar el Mercury y Solis, su nuevo preamplificador y etapa de potencia separados. La marca británica vuelve a apostar por dividir las funciones en dos chasis independientes, algo que solo había hecho dos veces en su historia. Y tiene su lógica: aislar completamente los circuitos de control de los de potencia para que no se interfieran entre sí.
Como recoge HiFi Pig, los equipos están llegando ya a las tiendas británicas con un precio de 6.950 libras cada uno (unos 8.340 euros). El Mercury viene con DAC, amplificador de auriculares y pantalla IPS, mientras que el Solis se centra en dar potencia limpia a altavoces exigentes. Puede recordar al Brio MK7 que sacaron en marzo, aunque en realidad van por caminos completamente distintos.
Dos equipos, una filosofía
El Mercury incorpora cuatro décadas de experiencia en amplificación de estado sólido, poniendo el foco en mantener el ruido de fondo al mínimo y conservar cada detalle musical. Su DAC integrado se encarga de las fuentes digitales y el amplificador de auriculares puede mover cascos exigentes sin ayuda externa. ¿En qué se traduce esto? En que puedes conectar tu reproductor de CD, el ordenador o lo que tengas a mano y controlarlo todo desde un sitio, sin perder calidad por el camino.
El Solis se dedica exclusivamente a amplificar, pero lo hace bien: mantiene la transparencia en todo el rango dinámico y puede mover altavoces que se las traen. Han tardado varios años en dar con el circuito definitivo, y se nota que han priorizado estabilidad antes que números bonitos en la ficha técnica. Como viene siendo habitual en Rega, también es compatible con el Aethos y otros previos de la casa.
Separar previo y etapa evita que se molesten entre sí los circuitos de baja y alta tensión, algo que en equipos integrados siempre acaba pasando factura. Frente a opciones como el Audiolab 6000A MKII de 899 euros, el conjunto Mercury-Solis va de pureza sonora absoluta, aunque el precio se va a las nubes.
Por 16.680 euros el conjunto, compite directamente con Naim, Cyrus y compañía en un segmento donde cada euro se paga con transparencia real. El Mercury-Solis es la prueba de que todavía hay sitio para equipos ultraespecializados en un mercado dominado por soluciones todo en uno; equipos que priorizan la alta fidelidad de verdad sobre las funciones. Es una gran inversión, pero para quien se tome así de en serio su escucha —y tenga una sala que acompañe— puede que duela menos.