Si recibes este correo, la sextorsión ha comenzado. No caigas en su amenaza, no puede hacer lo que dice
Cientos de españoles reciben correos falsos amenazando con publicar vídeos íntimos si no pagan en criptomonedas. El INCIBE confirma que es una estafa masiva: los delincuentes no tienen acceso a tu cámara ni a tus archivo
¿Te ha llegado un email amenazándote con publicar vídeos íntimos tuyos? Tranquilo, no eres el único. Este tipo de chantaje sexual por correo (sextorsión) está inundando las bandejas de entrada de medio país. El INCIBE ha confirmado que estos correos son falsos y que los caraduras que los envían no tienen ningún vídeo tuyo, por mucho que te juren lo contrario.
Según informa el Instituto Nacional de Ciberseguridad, en lo que va de 2025 han detectado más de 40.000 intentos de esta estafa en España. El consejo del organismo es tajante: ignora el mensaje y, por supuesto, no sueltes ni un céntimo. Si pagas, solo confirmarás que tu correo está activo y que eres propenso a caer en estos engaños. Vamos, que te marcarán como presa fácil para la próxima.
Así funciona el timo: contraseñas robadas y mensajes que parecen enviados por ti mismo
El truco para que estos correos den miedo de verdad es sencillo. Los estafadores meten alguna contraseña antigua tuya (pillada en alguna filtración masiva de datos) y te la enseñan como "prueba" de que te han hackeado. Luego te dan 48 horas para pagar en bitcoins mientras cuentan con que el pánico te nuble el juicio.
Lo más desconcertante es que a veces el correo parece enviado desde tu propia dirección. Esta técnica, llamada spoofing, es como falsificar el remitente de una carta. Parece sofisticado, pero cualquier aficionado con tutoriales de YouTube puede hacerlo. No, no han entrado en tu cuenta ni tienen acceso a tu cámara.
La Guardia Civil registra un aumento constante de denuncias por estos intentos de extorsión. Desde su Unidad de Delitos Telemáticos confirman que se trata de campañas automatizadas donde los mismos mensajes se disparan a listas enormes de correos. Para que te hagas una idea: si tuvieran que grabar a todas las personas a las que amenazan, necesitarían más espacio de almacenamiento que Netflix y Amazon juntos.
¿Has recibido uno de estos correos? Pues bórralo y sigue con tu vida. Es tan simple como eso. Si te preocupa que mencionen alguna contraseña tuya (que seguramente ya no usas), cámbiala en cualquier servicio donde aún la tengas. Y ya que estás, activa la verificación en dos pasos, que viene a ser como ponerle un segundo cerrojo a tu puerta digital.
El INCIBE tiene un teléfono de ayuda (017) por si te quedas con dudas o quieres denunciar el intento de estafa. Es gratuito y no hace falta que des tu nombre. Los técnicos están acostumbrados a estos casos y te pueden tranquilizar en dos minutos.
Ojo, que la sextorsión tiene una versión mucho más peligrosa. A diferencia de estos correos masivos (que son un farol), hay casos donde los estafadores primero te enamoran o seducen durante semanas. Estas estafas románticas acaban en chantaje real cuando ya han conseguido que les envíes fotos o vídeos comprometedores. Ahí la cosa se complica, pero hasta en esos casos, pagar solo empeora la situación.
En resumen: si te llega un correo amenazándote con vídeos íntimos y pidiendo bitcoins, es mentira. Si intentan asustarte con jerga técnica o contraseñas viejas, es mentira. Y si el mensaje parece enviado desde tu propia cuenta, sigue siendo mentira. No hay cámaras hackeadas, ni hackers vigilándote. Solo hay un estafador que está disparando correos a ciegas, esperando que alguien pique.