Si usas mucho el móvil en el baño prepárate: vas a tener hemorroides
Un estudio revela que pasar más de seis minutos con el smartphone en el baño aumenta significativamente el riesgo de desarrollar hemorroides

Llevarse el móvil al baño se ha convertido en un acto tan natural como respirar, pero si pasas demasiado tiempo mirándolo mientras haces tus necesidades, muy posiblemente sufras consecuencias bastante desagradables. Un estudio cuyas conclusiones se han presentado en la Digestive Diseases Week 2025 deja muy claro cuáles son: las hemorroides.
Los números hablan por sí solos: si estás más tiempo sentado del necesario mientras miras tu móvil, el riesgo de desarrollar hemorroides aumenta un 46%. El estudio analizó a 125 pacientes sometidos a colonoscopias y descubrió que el 93% de ellos usaba el smartphone al menos una vez por semana en el retrete, mientras que casi la mitad de ellos superaba los seis minutos por visita.
Tu móvil es un enemigo para tu ano
Imagínate que conectas una manguera a un grifo, lo abres y pisas una sección de dicha manguera. ¿Qué pasa? Pues que la parte en la que se va acumulando agua se va inflamando. El principio es similar para las hemorroides, que son cojinetes vasculares del recto que se inflaman al ejercer presión excesiva sobre ellos. Y aunque afectan a millones de personas en todo el mundo, apenas se estudian.
Estar distraído con el móvil prolonga el tiempo que pasamos sentados y, por tanto, aumentando la presión sobre el esfínter. En el estudio se han descubierto patrones curiosos: un 50% de los encuestados leía las noticias, un 44% miraba las redes sociales y el 30% escribía y recibía mensajes. En otras palabras: estamos transformando una necesidad fisiológica básica en un momento de entretenimiento.
De acuerdo con los expertos médicos, las visitas al inodoro deben ser de tres a diez minutos cuando tenemos que sentarnos en el baño, pero los pacientes que desarrollaron hemorroides pasaban más tiempo leyendo que el grupo de control designado. De todos los participantes, sólo un 7% de los encuestados reconoció no haber usado nunca el móvil en sus visitas al baño.
La forma de combatir este problema es simple y de sentido común: limita el tiempo que pasas en el sanitario y prioriza tus necesidades fisiológicas por encima del entretenimiento digital. Deja el móvil fuera para reducir la tentación de usarlo como medida adicional.
No es el primer estudio sobre usos del teléfono que se publica. Anteriormente ya se había descubierto que cargar el móvil mientras dormimos puede alterar nuestro metabolismo y que los smartphones suponen un riesgo para la salud mental de los niños. Y justo ahora descubrimos que nuestros teléfonos también ponen en riesgo nuestros momentos más íntimos.
El estudio subraya un dato médico que es, cuanto menos, preocupante: con esta costumbre de llevarnos el teléfono al lavabo, al menos el 80% de la población desarrollará hemorroides en algún momento de su vida. Quizá ha llegado el momento de recuperar algo tan simple —y saludable— como ir al baño sin distracciones.