Sundar Pichai, CEO de Google, lo tiene claro: programar será tan fácil como ser youtuber gracias al 'vibe coding', pero hay una línea roja

El CEO de Google defiende que la IA permite programar usando lenguaje natural, abriendo el desarrollo de software a perfiles no técnicos aunque con limitaciones de seguridad

Sundar Pichai, CEO de Google, lo tiene claro: programar será tan fácil como ser youtuber gracias al 'vibe coding', pero hay una línea roja
Pichai compara el impacto del "vibe coding" con la democratización que trajo YouTube, permitiendo que la creatividad prime sobre los conocimientos técnicos complejos
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Sundar Pichai cree que la programación está a punto de vivir su "momento YouTube", una explosión creativa impulsada por la facilidad de uso de las nuevas herramientas. El CEO de Google defiende el vibe coding, una tendencia que permite a personas sin conocimientos técnicos desarrollar aplicaciones completas simplemente describiendo lo que quieren a una inteligencia artificial, eliminando la barrera de entrada de la sintaxis compleja.

La entrevista, recogida por TechSpot, destaca cómo herramientas como Gemini son parte responsable de ello. Pichai asegura que programar se ha vuelto "más disfrutable" y "emocionante de nuevo", al permitir que el creador se centre en la idea y la lógica en lugar de pelearse con el código. Es un cambio cultural que ya se está notando dentro de las oficinas de la propia compañía, según él.

Una democratización con letra pequeña

El concepto de vibe coding no es nuevo, pero ahora es funcional. Se trata de usar la IA para que escriba el código sucio mientras tú diriges la orquesta. Esto permite que perfiles creativos o de negocio puedan materializar sus ideas sin depender de un equipo de ingeniería, convirtiendo el desarrollo de software en algo tan accesible como editar un vídeo casero o escribir un post en un blog.

El impacto es real y medible en cifras. El ejecutivo confirmó que más del 25% del nuevo código generado en Google ya está escrito por inteligencia artificial, un dato que confirma que el uso de asistentes de IA para escribir código está dejando de ser una curiosidad para convertirse en un estándar de producción masiva en la industria tecnológica.

De hecho, la barrera ha bajado tanto que empleados de departamentos no técnicos, como marketing o recursos humanos, están empezando a enviar sus propios cambios de código. Esto agiliza procesos internos que antes requerían abrir un ticket a ingeniería, permitiendo que cualquiera con una buena idea y acceso a la IA pueda implementar soluciones sencillas por su cuenta.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Aunque estas herramientas permiten crear rápido, los expertos advierten de los riesgos de confiar ciegamente en el resultado. El propio Pichai matiza que, de momento, son ideales para experimentos de bajo riesgo, pero el código crítico que afecta a la seguridad o a la infraestructura central sigue requiriendo una supervisión humana estricta para evitar desastres.

El debate está servido en toda la industria. Mientras Google empuja su ecosistema con Gemini, sus rivales no se quedan quietos; competidores como Anthropic aprietan el acelerador con modelos que apuestan fuerte por la programación. La habilidad ya no es picar código sin errores, sino saber pedirle a la máquina exactamente lo que necesitas.

Al final, la visión es optimista pero cauta. La programación dejará de ser un gremio cerrado para convertirse en una habilidad transversal, similar a saber usar una hoja de cálculo. La clave estará en distinguir cuándo podemos dejar que la IA tome el volante para prototipar rápido y cuándo necesitamos a un piloto humano experto para asegurar que el sistema no colapse.

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