Un portaaviones británico instala 12 PCs gaming para que su tripulación se relaje en los despliegues
La Marina Real británica ha instalado 12 PCs gaming de alta gama en su portaaviones HMS Prince of Wales para que la tripulación se relaje durante los largos despliegues de ocho meses

La Marina Real británica acaba de hacer algo que suena bastante futurista: instalar una sala de eSports completa en el portaaviones HMS Prince of Wales. Hablamos de 12 PCs Alienware Aurora R15 con todo lo que un gamer podría desear, montados en un buque de guerra que actualmente navega por el Indo-Pacífico. El objetivo es claro: hacer más llevaderos los ocho meses de despliegue para una tripulación que, hasta ahora, tenía pocas opciones de entretenimiento a bordo.
Los equipos vienen con gráficos NVIDIA RTX 4080, procesadores Intel Core i7 y sistemas de refrigeración que no desentonarían en el setup de cualquier streamer. Como recoge TechSpot, es la primera vez que un portaaviones monta una instalación de PCs dedicada al gaming. Otros buques se conformaban con consolas, pero aquí han decidido tirar la casa por la ventana.
¿Videojuegos en un portaaviones? Pues sí, y funciona
Martin Miller, jefe de tripulación y vicepresidente del comité de eSports de la Marina, es quien gestiona este espacio. "Después de terminar mi jornada a las 20:00, juego al Civilization VI durante horas", cuenta Miller. Y es que la sala funciona como punto de encuentro donde marineros de diferentes rangos pueden relajarse sin las formalidades habituales del servicio militar.
Las pantallas panorámicas, luces LED ambientales y sillas ergonómicas completan el montaje. Los PCs pueden ejecutar títulos como Halo o Team Fortress 2 en modo local, algo fundamental cuando la conexión a internet sólo permite mensajes de texto básicos durante las misiones. Nada de partidas en línea, pero los juegos en red local mantienen entretenida a la tripulación.
El sistema de turnos es sencillo: los líderes reservan sesiones tres veces por semana para equipos, mientras que por las noches los marineros tienen acceso libre. Esta organización mantiene el orden militar pero permite que la tripulación se desconecte del trabajo durante el actual viaje al Indo-Pacífico. Los organizadores ya planean torneos internacionales y ligas futuras con el apoyo de Royal Navy eSports.
Todo esto no es casualidad. En marzo de 2024, el Ministerio de Defensa británico decidió elevar el eSports a deporte militar oficial, al mismo nivel que el tiro o el rugby. La razón es clara: atraer a jóvenes con habilidades técnicas, especialmente para roles en ciberdefensa, donde la velocidad de reacción y la toma de decisiones rápidas son fundamentales para el trabajo diario.
El gobierno lanzó un programa de reclutamiento específico para gamers con perfiles en ciberseguridad, inteligencia o ingeniería. La Marina confía en que esta iniciativa no solo mejore la retención de personal, sino que también ayude a modernizar su imagen ante generaciones que han crecido con los videojuegos como parte de su rutina.
Los videojuegos ya no son solo entretenimiento. Los simuladores de vuelo móviles demuestran cómo pueden aplicarse a la formación militar, mientras que juegos como los que aparecen en guías de PUBG Mobile ayudan a mejorar reflejos y coordinación en situaciones de presión. No es tan descabellado como suena.
El proyecto incluye un evento de lanzamiento y torneos que competirán con otras fuerzas armadas. La alianza con la British eSports Federation garantiza apoyo logístico y acceso a comunidades gamer. A largo plazo, la Marina quiere convertir el gaming en un elemento de preparación táctica, donde las estrategias desarrolladas en juegos se integren en simulaciones de combate real.
La iniciativa refleja cómo las fuerzas armadas se adaptan a los tiempos. Mientras el HMS Prince of Wales surca aguas internacionales, su sala de eSports explora territorio nuevo: la fusión entre entretenimiento y defensa nacional. Al final, el futuro de la Marina pasa por entender las herramientas que dominan las nuevas generaciones de reclutas.