Un trato histórico en la IA: Microsoft y OpenAI cierran un acuerdo multimillonario para redefinir su relación
El pacto permite a OpenAI reorganizarse internamente sin romper su alianza con Microsoft, en un momento en que la empresa de Altman arrastra pérdidas millonarias

Microsoft y OpenAI han llegado a un acuerdo preliminar que va a cambiar cómo funciona la relación entre ambas empresas. OpenAI podrá reorganizar su estructura interna mientras mantiene su colaboración con Microsoft, lo que le dará más libertad para moverse en un mercado de IA que no para de crecer. El pacto no es definitivo aún, pero marca un punto de inflexión importante para las dos compañías más influyentes del sector.
Según recoge Reuters, han estado negociando durante meses para encontrar una fórmula que permita a OpenAI tener más autonomía sin romper la alianza que mantienen desde 2019. Esta sociedad ha sido clave para el desarrollo de tecnologías como GPT y ChatGPT, que han definido lo que conocemos hoy como IA generativa.
Los números rojos obligan a OpenAI a buscar alternativas
La realidad es que OpenAI tiene un problema serio con los números. La empresa está perdiendo dinero con productos que, sobre el papel, deberían ser rentables. El caso más claro es ChatGPT Pro, que con su tarifa de 200 euros al mes no consigue cubrir ni los gastos básicos de funcionamiento. Esta situación ha puesto presión sobre la empresa para buscar nuevas fuentes de ingresos y repensar cómo está organizada.
No es la primera vez que OpenAI hace movimientos para ganar independencia. La empresa ya rompió parte de su exclusividad con Microsoft el pasado enero, aunque el acuerdo principal sigue vigente hasta 2030. Este cambio le permite trabajar con otros socios tecnológicos sin perder los beneficios de su relación histórica con Microsoft, algo que necesita para competir en un mercado cada vez más poblado.
Todo esto ocurre mientras Sam Altman, CEO de OpenAI, hace declaraciones ambiciosas sobre el futuro de la empresa. Altman asegura que OpenAI está lista para desarrollar inteligencia artificial general y ya piensa en la superinteligencia. Para conseguir objetivos tan grandes, OpenAI necesita una estructura que le permita moverse rápido y tomar decisiones sin depender demasiado de terceros, por muy buenos socios que sean.
Microsoft también sale ganando con este acuerdo. La empresa de Redmond mantiene acceso privilegiado a las innovaciones de OpenAI mientras permite que su socio se adapte a lo que pide el mercado. Es una forma inteligente de mantener la relación sin frenar el crecimiento de ninguna de las dos partes, algo especialmente importante cuando competidores como Google, Anthropic y decenas de startups luchan por hacerse un hueco en el sector.
Por ahora es solo un acuerdo preliminar, pero si se confirma definitivamente, OpenAI tendrá más margen para maniobrar en un mercado donde cada mes aparecen nuevos competidores y donde quedarse atrás puede ser fatal. Para una empresa que está quemando dinero a gran velocidad, cualquier cambio que le permita ser más eficiente será bienvenido.