Vinay Hiremath, co-fundador de una startup millonaria, vendió su empresa y ahora está perdido: “Soy rico y no tengo idea de qué hacer con mi vida”
Fundó una empresa como Loom que se vendió después por un dineral, nada menos que unos 975 millones de dólares... Y ahora Vinay Hiremath, desde su privilegiada posición, se enfrenta a la gran pregunta: ¿qué viene después?

Las redes sociales e Internet han abierto muchas puertas, así que son muchos los millonarios que ahora gastan su tiempo ofreciendo opiniones, solicitadas o no, precisamente en estas plataformas. El español José Elías es uno de ellos, aunque no faltan clásicos como Bill Gates opinando día tras día sobre la IA o incluso el mismísimo Steve Wozniak, co-fundador de Apple, hablando del emprendimiento y sus dificultades así como de infinidad de otros temas de interés variado.
El último en sumarse a esta moda ha sido un ilustre de la escena start-up como lo es Vinay Hiremath, voz autorizada en la industria y cofundador de Loom, una empresa tan bien valorada que por supuesto en su día se vendió por nada menos que 975 millones de dólares al gigante Atlassian, después eso sí de haber revolucionado la mensajería corporativa facilitando la comunicación visual tanto en ámbitos profesionales como educativos.
El problema ahora es que, según nos contaban desde la revista Men's Health, lo cierto es que el bueno de Vinay Hiremath es multimillonario pero sufre una crisis existencial de las que todos tenemos a veces, pues este emprendedor de origen indio ha reconocido abiertamente que "soy rico y no tengo ni idea de qué hacer con mi vida".
Eso sí, al menos Vinay no es presuntuoso ni victimista, pues el otrora empresario también confirma en en este mismo artículo de su blog personal que sabe que "esta es una posición de extremo privilegio", afirmando que su problema es que ni el dinero ni la libertad que le ha traído el multimillonario acuerdo con la multinacional Atlassian le han ayudado a evadirse de esa sensación de inseguridad y vacío emocional que sufre al no encontrar un nuevo propósito en la vida.
La gran pregunta de Vinay Hiremath sigue siendo... "¿Y ahora qué?"
A veces es bueno disponer de estos testimonios, pues muchas personas gastan la mitad o más de sus vidas persiguiendo incesantemente la fama, el éxito o el dinero, algo que como Hiremath nos confirma al final tampoco es que sea tan importante.
El propio emprendedor confirma que a pesar de haber arreglado su vida y seguramente la de varias generaciones de su familia, lo cierto es que nada ha logrado aliviar la desorientación que le produjo no disponer de un objetivo o un propósito en la vida, mostrando que en efecto es casi más importante disponer de metas pequeñas que ir persiguiendo y no tanto centrarse en un objetivo tan mayúsculo como el que él mismo logró con su empresa Loom.
Dice Vinay Hiremath que su dilema fue muy complicado, pues pudo elegir entre quedarse en la empresa ya adquirida por Atlassian y obtener un paquete de compensaciones valorado en unos 60 millones de dólares, o directamente abandonar Loom e iniciar una nueva vida. Él eligió lo segundo y eso le desconectó en parte de su propia realidad:
Necesitaba hacer algo. Lo que fuera. Sentirme vivo otra vez. Luego me di cuenta de que lo que realmente quería era parecerme a Elon [Musk], y eso me resultó increíblemente vergonzoso.
Durante meses, Vinay estuvo explorando diferentes opciones, se reunió con diversos inversores y gurús de la industria tech, optó por conversar con expertos en robótica para tomar ideas e incluso probó temporalmente dentro del DOGE, el Departamento de Eficiencia Gubernamental que dirige Elon Musk dentro de la nueva administración de Donald Trump.
Sin embargo, nada conseguía inspirarle e incluso intentar parecerse a Elon Musk terminó por parecerle vergonzoso en esencia. Dice eso sí que en su paso por el DOGE pudo conocer a "algunas de las personas más inteligentes" que se cruzaron en su vida, aunque terminó sintiendo que ese no era su lugar pues el cuerpo le pedía hacer cosas tangibles, objetos reales, cosa que al parecer será su próxima empresa desde Hawái.
Esta crisis de identidad, de hecho, no sólo le afectó en su carrera profesional sino también en su vida personal, pues su ya ex-pareja terminó la relación de una forma dolorosa después de viajar durante medio año alrededor del mundo. No sabemos qué pudo pasar, pero sí que Hiremath intentó escalar las cumbres del Himalaya sin experiencia y sin entrenarlo previamente, algo que casi le cuesta la vida.
I am rich and have no idea what to do with my life.
— Vinay Hiremath (@vhmth) January 2, 2025
Where I talk about leaving Loom, giving up $60m, larping as Elon, breaking up with my girlfriend, insecurities, a brief stint at DOGE, and how I'm now in Hawaii self-studying physics.https://t.co/cMgAsXq3St
Ya veremos si lo próximo en lo que trabaje Vinay Hiremath conseguirá el éxito esperado, aunque sus metas son ahora mucho más humildes al confesar que "no tiene que alcanzar las mismas alturas que Loom" ya de antemano.
Sin duda una confirmación y recordatorio de que a veces no todo es lo que parece, y que el éxito o el dinero pueden enmascarar problemas mucho más graves que no permiten acercarnos a una felicidad que sí debería conformar un propósito en la vida. Seguramente eso sí la felicidad no sea entendida por todos del mismo modo, así que lo importante seguramente sea precisamente eso, disponer de pequeños objetivos que ir consiguiendo para alcanzar estas metas poco a poco, mejorando así la autoestima y permitiéndonos seguir adelante buscando más pequeñas cosas.