WhatsApp se está conviertiendo en la mejor app para cotillas

WhatsApp es una de esas aplicaciones que todos nosotros utilizamos a diario a todas horas. La aplicación del gigante verde se ha convertido en una app indispensable en cualquier smartphone, pero eso no quiere decir que sea perfecta. Si bien es cierto que podríamos hablar de los miles de rivales que tiene en Google Play, hoy de lo que vamos a hablar es de que WhatsApp se está convirtiendo en una aplicación por y para cotillas. Os explicamos por qué.

Hay muchas personas que consideran que poder contactar con cualquier persona a cualquier hora desde cualquier lugar es una buena ventaja, pero hay muchas otras que eso lo consideran una intromisión en su privacidad. El problema es que WhatsApp, en las últimas semanas, lo único que está haciendo es añadir funciones que promueven, precisamente, que “acosemos” a nuestros contactos. Todo eso sumado a las que ya había.

La hora de última conexión

La primera de las funciones que se encargó de hacer una buena intromisión en nuestra privacidad fue, sin lugar a dudas, la hora de última conexión. Posteriormente WhatsApp añadiría la opción de poder eliminarla, lo que más de uno le habrá provocado algún que otro enfado con algún amigo o con su pareja sentimental.

Mi humilde recomendación es que desactivéis la última hora de conexión. Es cierto que no podrás ver la última hora a la que se conectaron tus contactos, pero es el precio a pagar para mantener tu privacidad a salvo. Y aún así, eso no debería ser un motivo para enfadarse con nuestros amigos, porque si se han conectado y no nos han respondido es porque tendrán algo más importante que hacer. Tenemos que tener presente que no somos el ombligo del mundo.

El doble tick azul

El siguiente gran invento de WhatsApp para meterse en la privacidad fue el doble tick azul. Si no teníamos suficiente con que nuestros contactos pudiesen saber a qué hora nos habíamos conectado, a WhatsApp se le ocurrió la maravillosa idea de implementar una forma para que nuestros contactos supiesen no solo si nos habíamos conectado, sino además si habíamos leído el mensaje. Un invento digno del mismísimo diablo.

De hecho, que levante la mano el que no haya tenido nunca ninguna discusión con alguna persona porque lo había dejado en "leído". Yo, a nivel personal, os recomiendo desactivar el tick azul. De la misma forma que pasaba con la hora de última conexión, no podrás ver si otro contacto ha leído o no tu mensaje, pero no es justo que tú mantengas tu privacidad sin respetar la privacidad de los demás, ¿verdad?

Seguimiento de la ubicación en tiempo real

El remate del tomate. Hace un par de días nos hacíamos eco en Andro4all de que WhatsApp añadiría una función para saber cuál es la ubicación exacta de las personas de cualquier grupo. Si bien es cierto que todavía falta perfilar cómo será esta función, lo que WhatsApp nos está permitiendo, en última instancia, es conocer dónde está cada contacto a cualquier hora, lo que es una invasión a su privacidad en toda regla.

Puedo llegar a entender que muchas personas quieran esta función para saber si un contacto está mintiendo --o no-- cuando dice que está --o no-- en algún sitio. Si bien es cierto que puede ser útil para saber cuánto le queda a uno de nuestros amigos para llegar a donde hemos quedado, estoy completamente seguro de que a nadie le hará gracia saber que cualquier persona de un grupo de WhatsApp puede estar espiándolo en cualquier momento.

Notificaciones de cambio de estado

Por último, aunque no por ello menos importante, llegan las notificaciones de los cambios de estado. Si bien es cierto que WhatsApp no es igual que Facebook, hay personas que se dedican a ver qué estados tienen sus contactos dentro de la famosa aplicación. Esto puede parecer un mal menor o algo insignificante, pero el problema vendrá si WhatsApp no nos deja desactivar esa funcion.

Es verdad que cualquier contacto que nos tenga en su agenda puede ver cuál es nuestro estado, pero de ahí, a que todos nuestros contactos sean notificados cuando cambiemos el estado, hay un gran paso. Si eres de esas personas que siguen teniendo como estado Hey there! I’m using WhatsApp, no debes preocuparte.

Estos son los cuatro motivos por los que consideramos que WhatsApp se está convirtiendo en una aplicación para cotillas. La aplicación verde debería dejar de implementar funciones tan superfluas e invasivas para implementar cosas que realmente sean útiles. O al menos podría invertir ese tiempo en hacer una versión web que merezca la pena.

¿Qué pensáis vosotros?

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