Móviles plegables, ¿de verdad merecen la pena?

Móviles plegables, ¿de verdad merecen la pena?

Una de la sorpresas que más nos llamaron la atención en el Mobile World Congress 2018 fue el ZTE Axon M. Si no te suena el nombre, el ZTE Axon M es un dispositivo de gama media cuya principal característica es que es plegable. Cuenta con dos pantallas unidas por una bisagra que permiten tener dos aplicaciones abiertas a la vez, una pantalla más grande o, simplemente, cerrarlo y usar una de las dos pantallas. Servidor tuvo la ocasión de probarlo en su momento, y debo decir que las conclusiones no fueron demasiado buenas. Hace poco nos hicimos eco de que Samsung estaría pensando en lanzar uno parecido a finales de este año, así que ¿qué mejor momento para hablar seriamente de este tema?

Lo primero que debes saber es que un móvil plegable no es lo mismo que un móvil flexible. Son cosas radicalmente distintas. "Flexible" se define como "que puede ser doblado fácilmente sin que se rompa", mientras que "Plegable" es "doblar y cerrar las piezas de un objeto articulado" o "doblar un objeto de manera que una parte de él se junte a otra, una o más veces". Dicho esto, ¿merece la pena un smartphone plegable? En mi humilde opinión, y tras haber probado uno con mis propias manos, debo decir que todo, partiendo desde el concepto hasta la usabilidad, está mal.

Los móviles plegables no tienen sentido por un sencillo motivo: la resistencia

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Lo primero que debemos tener en cuenta es que los móviles plegables deben tener dos pantallas unidas por un bisagra o cualquier tipo de mecanismo. No puedo evitar que esto me recuerde a la cámara plegable del Oppo Find X o el Vivo NEX, y es que un mecanismo es sinónimo de desgaste, que es sinónimo de rotura a largo plazo. Tarde o temprano, el mecanismo que une las dos piezas del terminal se acabarán echando a perder y dejará de funcionar como el primer día, posiblemente hasta el punto de que no sea capaz de mantener las dos pantallas juntas y rígidas.

Otro punto es que este mecanismo es susceptible de romperse ante un mal golpe. Si llevas tu móvil plegable en el bolsillo y te sientas malamente, corres el riesgo de doblar el mecanismo y que este ya no se cierre bien o, directamente, se parta y tengas un móvil con una pantalla en una mano y una pantalla rota en la otra. El mecanismo, que va unido al chasis del terminal, tendrá que ser reparado, por lo que será necesario reemplazar el chasis completo, lo que se traduce en mucho dinero.

Un diseño mal pensado, lo mires por donde lo mires

Móviles plegables, ¿de verdad merecen la pena?

Lo más absurdo es, a mis ojos, que diseñes como diseñes el terminal, corres el riesgo de rayar la pantalla. Para plegar el teléfono tenemos dos opciones (hacia dentro o hacia fuera), y ambas son igual de malas:

  1. Hacia dentro: las dos pantallas se juntarán, y si hay suciedad en una de ellas, el roce constante del polvo acabará provocando que el cristal se raye. Por no hablar de que si lo llevas el bolsillo, toda la suciedad que tengas dentro se acabará metiendo entre las pantallas y, de nuevo, las puede rayar. Es verdad que hay tecnologías como Gorilla Glass que previenen de esto, pero eso, previenen, no evitan.
  2. Hacia fuera: una pantalla quedará arriba y otra abajo, así que debes elegir cuál de las dos es la que vas a sacrificar cuando pongas el móvil encima de una mesa o sobre cualquier superficie.

Evidentemente, la propia naturaleza del móvil plegable implica que no podrás ponerle una funda, así que los golpes y rayones están casi garantizados.

Otro punto es que, para usar el móvil en horizontal, debes desplegar las dos pantallas. Si estás viendo a tu youtuber favorito, te puedo garantizar que su cara estará justo en medio de la división entre los dos paneles, así que verás el vídeo con una bonita raya negra que no puedes evitar. Se podría conseguir un dispositivo FullScreen en el que las pantallas fuesen sin bordes y solucionar el problema, pero entonces tendremos que recurrir al notch, así que tendrías no un notch, ¡sino dos! Por no hablar de que el precio del terminal sería desorbitado.

Móviles plegables, ¿de verdad merecen la pena?

Nada como ver una peli en Netflix o jugar a tus juegos con una línea negra en medio de la pantalla para darte cuenta de que tu móvil plegable es absurdo.

Como ves, en lo que a móviles plegables se refiere, todo está mal se mire por donde se mire. La única utilidad real que yo soy capaz de ver es configurar el WiFi en una pantalla con una foto de la contraseña del router en la otra, o escuchar música de YouTube mientras usas WhatsApp. Más allá de eso, la idea de los móviles plegables no me termina de convencer. Puestos a comprar algo así, prefiero esperar a que salgan los terminales flexibles, que esos me generan mejores vibraciones, aunque lo dejaremos para otro artículo. De momento, ¿qué piensas de los móviles plegables?

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