¿Vale la pena ceder parte de tus datos a cambio de pagar menos por tu móvil?

Partiendo de la base en que no todo el mundo puede —ni quiere— gastarse un dineral a la hora de hacerse con un teléfono móvil, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿vale la pena ceder parte de nuestros datos a cambio de pagar menos por un smartphone? Cuando uno busca terminales con una relación calidad precio insuperable, siempre se acaba en modelos chinos como los de Xiaomi o realme. No en vano estas firmas asiáticas se han convertido por mérito propio en las reinas de la gama baja y/o media.

Teléfonos con unas prestaciones bastante decentes a precios de derribo que nos hacen hasta preguntarnos si realmente logran algún beneficio a la hora de vender dichos modelos. La respuesta es afirmativa aunque no logran estos beneficios solo por la venta del hardware, sino por otras vías mucho más controvertidas: a través de nuestros datos personales.

¿Merece la pena gastarse poco dinero en un smartphone ser tú el producto?

Siempre se ha dicho que si algo es gratuito, el precio eres tú. Cuando por ejemplo Google nos facilita sus servicios de manera gratuita no lo hace por bondad sino para recopilar datos de millones de usuarios que luego utilizará para otros fines comerciales. Con esto no queremos decir que Google —u otros gigantes como Microsoft o Apple— nos estén vigilando las 24 horas del día, sino que simplemente rastrean nuestro comportamiento para luego venderlo de manera anónima a terceros.

Otra cosa es cuando marcas como las que hemos mencionado antes, además de pagar por ellas recopilan nuestra información personal e incluso el historial de navegación web con URLs exactas. Es decir, que pagamos por un terminal móvil pero a su vez la marca nos rastrea. Así lo confirma el medio Forbes y es que según analistas de seguridad, algunas de las apps preinstaladas en dispositivos Xiaomi como el navegador web, guardan información personal incluso en modo incógnito.

Por lo visto Xiaomi se defendió, diciendo que ellos no hace nada diferente a lo que otras marcas como Google hacen y que toda la información que guardan es anónima. La diferencia es que los servicios de Google son gratuitos y nadie nos obliga a utilizarlos. En cambio un teléfono Xiaomi hay que pagar por él y cuesta desde los 100 euros hasta los 1.000, ya que Xiaomi también quiere entrar en el mercado de los dispositivos premium.

Por lo tanto, ¿merece la pena gastarse menos dinero en un teléfono móvil incluso a costa de nuestra privacidad? Resulta curioso que siempre hablemos de seguridad y privacidad pero luego hagamos uso de cualquier app o servicio gratuito o de bajo coste, incluso aunque no sepamos qué empresa esta detrás o qué es lo que van a hacer con nuestros datos. ¿Dónde está el límite? ¿Cuánta de nuestra información puede guardar una empresa sin que haya consecuencias?

Es evidente que una vez que nos conectamos a internet, nuestros datos siempre van a estar expuestos, pero no por ello significa que debamos cederlos gratuitamente o a bajo coste. Por mi parte, prefiero gastar algo más de dinero a la hora de comprar un smartphone y que el producto sea el teléfono móvil, no yo.

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