ZTE Axon 30, análisis: una cámara invisible no basta para conquistar la gama alta asequible

Probamos la segunda generación del smartphone de ZTE con cámara bajo la pantalla. Esto es lo que debes saber del ZTE Axon 30.

ZTE Axon 30, análisis: una cámara invisible no basta para conquistar la gama alta asequible
La pantalla del ZTE Axon 30 no tiene recortes gracias a su sensor escondido" / Imagen: Christian Collado

Los fabricantes de smartphones continúan empeñados en conseguir que llegue el día en que no sea necesario "recortar" el área que ocupa la pantalla de sus dispositivos para tener que colocar la cámara frontal. Y salvo que a alguien se le ocurra una idea mejor, las cámaras bajo la pantalla parecen ser ser la solución que más convence --por ahora, principalmente a las marcas-- , a pesar del elevado coste en cuanto a recursos y esfuerzo que requiere desarrollar e implementar este tipo de sistemas.

ZTE ya se considera una experta en este sentido, habiendo lanzado dos generaciones diferentes de móviles con cámara bajo la pantalla. El último es el ZTE Axon 30, un modelo que integra una tecnología mejorada de cámara bajo la pantalla, destinada a subsanar los problemas con los que contaba la primera generación.

¿Lo ha logrado? Depende de a qué nos estemos refiriendo: sí, el área de la cámara delantera está mucho mejor disimulado, y prácticamente no se nota al utilizar el dispositivo en el día a día. Sin embargo, la calidad de los selfis sigue estando varios pasos por debajo de aquellos que se pueden capturar con una cámara delantera "normal".

En todo lo demás, el ZTE Axon 30 es un smartphone solvente, con un apartado técnico que lo sitúa en la gama media-alta, y un precio que lo lleva a luchar en el mismo segmento que hoy en día lideran modelos como el realme GT 5G o el Xiaomi POCO F3.

Opinión y puntuación del ZTE Axon 30

ZTE Axon 30, opinión y nota de Andro4all
¿Debería comprar el ZTE Axon 30?
A favor
  • Buen rendimiento
  • Carga muy rápida
  • Pantalla de buena calidad y sin recortes
  • Buena cámara principal
  • Software rápido y coherente
En contra
  • Mala calidad de la cámara delantera
  • Sistema de audio pobre
  • Lector de huellas poco preciso
  • Diseño con acabados "baratos"
  • Sin carga inalámbrica
ConclusionesEl Axon 30 es un móvil gigantesco con una cámara delantera de segunda, y un futuro incierto por culpa de una estrategia de soporte inexistente. Tiene un apartado técnico solvente, pero salvo que quieras, sí o sí, un móvil con cámara bajo la pantalla, existen alternativas muy superiores en todos los sentidos.
Puntuación
76Sobre 100

ZTE Axon 30

Las cámaras bajo la pantalla progresan adecuadamente, pero aún hay camino por delante.

Precio del ZTE Axon 30 y dónde comprarlo

El ZTE Axon 30 está disponible en España desde el día 9 de septiembre, y se puede comprar a través de la tienda online oficial de la compañía.

Tiene un precio de partida de 499 euros para el modelo con 8 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento. La versión con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento cuesta 100 euros más.

Está disponible en dos colores diferentes: negro y azul.

Ficha técnica de características

ZTE Axon 30 5G
Especificaciones y características técnicas
Dimensiones170,2 x 77,8 x 7,8 (mm)
Peso189 (g)
Pantalla6,92 pulgadas OLED 1B Colors, 120 Hz, 10 bits, 100% DCI-P3
Densidad de píxelesFHD+ (2.460 x 1.080 píxeles), formato 20,5:9, 388 PPP
ProcesadorQualcomm Snapdragon 870 5G (7 nm), octa-core @ 3,2 GHz, GPU Adreno 650
RAM6, 8 ó 12 GB (LPDDR5)
Almacenamiento128 ó 256 GB (UFS 3.1)
Sistema operativoAndroid 11 con MyOS 11
Conectividad5G SA/NSA doble SIM, WiFi 6 dual-band, Bluetooth 5.1 LE, aGPS, NFC, USB Type-C 3.1 OTG
Cámaras traserasCuádruple 64 MP (wide) f/1.8 + 8 MP (ultrawide) f/2.2 + 5 MP (macro) f/2.4 + 2 MP (depth) f/2.4, autoenfoque PDAF, HDR, doble flash LED, gyro-EIS, vídeo 4K@30/60fps 10 bits
Cámara frontalUDC 16 MP (wide) f/2.0, HDR, vídeo 1080p@30fps
Batería4.200 mAh (no extraíble), Quick Charge 4+ (55 W), USB Power Delivery
OtrosAlways-on-display, lector dactilar integrado (óptico)

¿Dónde se sitúa el ZTE Axon 30?

El Axon 30 es la segunda generación de smartphone de ZTE con cámara bajo la pantalla, tras el Axon 20.

Como el modelo anterior, este dispositivo no ocupa la posición de flagship dentro del catálogo de la compañía; es un modelo intermedio entre la gama alta y la gama media, con un precio más bajo y unas especificaciones ligeramente recortadas con respecto al ZTE Axon 30 Ultra, actual modelo de referencia de la compañía.

En el mercado, este modelo compite con teléfonos como el realme GT o el POCO F3 de Xiaomi, dos dispositivos cuyos precios y fichas técnicas no difieren mucho con respecto al modelo de ZTE, pero que a diferencia de este, sí han demostrado con creces tener lo necesario para dominar la gama media-alta telefónica.

Aunque, eso sí, el Axon 30 tiene una peculiaridad: se trata del smartphone con cámara bajo la pantalla más barato que existe en la actualidad, costando varios cientos de euros menos que modelos como el Xiaomi Mi MIX 4 o el Samsung Galaxy Z Fold3.

ZTE Axon 30, parte trasera

La parte trasera del ZTE Axon 30 está fabricada en plástico con un acabado brillante / Imagen: Christian Collado

Diseño

Los recortes llevados a cabo por ZTE con respecto al Axon 30 Ultra son claros, sobre todo en lo relativo al apartado del diseño.

Mientras el Ultra hacía gala de un aspecto premium acabado en aluminio y vidrio, con un agradable tacto suave, este nuevo modelo baja a una liga inferior con un chasis construido íntegramente en plástico, y una trasera brillante —también de plástico— que no destaca precisamente por su calidad. Un acabado mate hubiera sentado infinitamente mejor, otorgándole una apariencia y un tacto más premium.

El ZTE Axon 30 no va a pasar a la historia por ser el móvil con mejor diseño de los últimos años.

En líneas generales, es un diseño correcto, que no se aleja demasiado de los estándares actuales de la industria. Esto es: un enorme módulo en la parte trasera destinado a albergar las cámaras, un frontal de márgenes reducidos que rodean a una pantalla de gran tamaño, y curvas en los laterales de la parte trasera destinados a mejorar el agarre.

Fotografía con ZTE Axon 30

La parte trasera del ZTE Axon 30 tiene un diseño diferente al de otros modelos, pero nos gustaría que la marca hubiera decidido usar un material de mayor calidad / Imagen: Christian Collado

Al menos, ZTE ha decidido añadir algún que otro rasgo diferencial al aspecto del dispositivo, como unas líneas que recorren y estilizan la parte trasera del teléfono, o un detalle metálico rodeando el módulo de las cámaras, con una pequeña muesca que la marca ha aprovechado para introducir la serigrafía "Neovision Photography", sea lo que sea que eso signifique.

Puede que no vaya a pasar a la historia como el móvil con mejor diseño de los últimos años, pero quizá sí lo haga como el smartphone con la mayor pantalla que hayamos visto en mucho tiempo. Y es que, con sus casi 7 pulgadas de diagonal, se trata de uno de los smartphones más grandes que haya probado en estos últimos años.

Sus 17 centímetros de altura son muy apreciables cuando el dispositivo se intenta utilizar con una sola mano, una misión casi imposible a pesar de que el dispositivo es ligeramente más delgado que algunos de sus rivales directos. Además, esa ventaja desaparece en caso de decidir colocar una funda protectora, dado que tanto al grosor como el tamaño del terminal aumentará en cierta medida.

ZTE Axon 30 negro

El color negro del Axon 30 tiene un ligero tinte azulado, y su trasera la recorren unas líneas plateadas / Imagen: Christian Collado

Hay que tener en cuenta, además, que el dispositivo no cuenta con ningún tipo de certificado que avale su resistencia al agua o al polvo.

Pantalla

Con sus 6,92 pulgadas de diagonal, está claro que la pantalla del Axon 30 es la clara protagonista de este modelo. Utiliza tecnología AMOLED y tiene una resolución Full HD+. Asimismo, la marca ha optado por dotar al panel de una frecuencia de actualización de 120 hercios.

La tasa de refresco puede variar automáticamente en base al contenido que se muestra en la pantalla, cambiando entre 60 y 120 hercios si se activa la opción correspondiente en los ajustes del sistema. Pero al no tratarse de una pantalla de tipo LTPO, el cambio de frecuencia no es tan eficiente ni existe la posibilidad de variar entre niveles intermedios entre los 60 y los 120 hercios.

En cualquier caso, durante todo mi período de prueba del teléfono he mantenido activa la opción de 120 hercios, aún sabiendo que la autonomía se vería resentida en cierta medida. La fluidez y suavidad que aportan valen más, en mi opinión, que unos cuantos minutos más de pantalla encendida al final del día.

Por lo demás, la pantalla del Axon 30 es buena. La retroiluminación es más que suficiente para visualizar la pantalla en exteriores sin problemas, la reproducción de los colores en el modo "Estándar" es buena, y además se ofrece la posibilidad de variar la temperatura de color manualmente desde los ajustes del sistema.

ZTE Axon 30, pantalla encendida

Con 6,92 pulgadas, la pantalla del ZTE Axon 30 es una de las más grandes de su segmento / Imagen: Christian Collado

La pantalla esconde la cámara para selfis a través de un ingenioso mecanismo, consistente en integrar el sensor de 16 megapíxeles tras una serie de capas formadas por materiales de alta transparencia, que permiten que la luz incida en el sensor a través de los huecos existentes entre los píxeles de la pantalla. La matriz de píxeles que cubre el sensor tiene una densidad ligeramente inferior al resto del panel, pero aún así dobla la cantidad de píxeles por pulgada con respecto al Axon 20 del año pasado, hasta alcanzar los 400 ppp.

Más allá de eso, se han desarrollado algoritmos específicos que logran ajustar en tiempo real el brillo y la cromaticidad del área de la cámara, de modo que la imagen que representa sea lo más consistente posible con el resto de la pantalla.

En la mayoría de situaciones, dicho área es prácticamente imperceptible a menos que vayas buscándolo expresamente y mires al dispositivo desde un ángulo distinto al habitual. De hecho, es más notable cuando la pantalla está apagada o una aplicación utiliza un fondo totalmente negro. Sin duda, la cámara está mucho mejor disimulada que la de modelos como el Galaxy Z Fold3 de Samsung.

En general, el mecanismo convence. Y más importante aún, no resta puntos a una pantalla de muy buena calidad como lo es la de este Axon 30. SI ha merecido o no la pena recurrir a este sistema en lugar de a un recorte clásico para albergar la cámara delantera, es otro tema que se abordará en su apartado correspondiente.

ZTE Axon 30, cámara bajo la pantallaZTE Axon 30, cámara bajo la pantalla con la pantalla apagada
ZTE Axon 30, cámara bajo la pantallaZTE Axon 30, cámara bajo la pantalla con la pantalla apagada

También debajo de la pantalla se esconde el lector de huellas dactilares. Como muchas otras compañías, ZTE ha optado por un sensor óptico, situado en la parte inferior de la pantalla.

No obstante, la experiencia con este sensor no es tan buena como la que ofrecen otros dispositivos con lectores de huellas del mismo tipo. En el Axon 30 falla con frecuencia a la hora de identificar la huella, y en la mayoría de casos resulta más rápido recurrir al PIN, contraseña o patrón, o al desbloqueo por reconocimiento facial --siendo este último más rápido, pero menos seguro que los anteriores--.

Hardware y rendimiento

El Snapdragon 870 que monta este ZTE Axon 30 es uno de los procesadores con mejor desempeño de este último año, y no es de extrañar, por tanto, que el rendimiento sea uno de los puntos fuertes del dispositivo.

Es un procesador que ya nos convenció en modelos como el POCO F3, y que vuelve a demostrar el podería de sus siete nanómetros y ocho núcleos en esta ocasión, demostrando que, en la mayoría de casos, no es necesario dar el salto a un Snapdragon 888.

De hecho, durante estas semanas de uso, me he encontrado con un excelente rendimiento en la mayoría de situaciones, y que a diferencia de lo que sucede con el Snapdragon 888, no conlleva un sobrecalentamiento tan acusado como sí sucede en los modelos que equipan el chipset más potente de Qualcomm.

Parte trasera del ZTE Axon 30

El ZTE Axon 30 equipa el procesador Qualcomm Snapdragon 870, de 7 nanómetros y 8 núcleos / Imagen: Christian Collado

Los únicos problemas en este sentido están relacionados con una falta de optimización en el software que equipa el teléfono, y que se traducen en una gestión de la memoria RAM bastante pobre, que resulta en aplicaciones en segundo plano cerradas sin motivo aparente y con demasiada frecuencia, sobre todo teniendo en cuenta que el terminal equipa 8 o 12 GB de memoria RAM dependiendo de la configuración elegida, que deberían ser más que suficientes para evitar este tipo de situaciones.

En general, el dispositivo brinda una buena experiencia en lo relativo al rendimiento, y no hay ningún tipo de problemas a la hora de jugar, ni siquiera a los títulos más pesados o que demandan la mayor carga gráfica posible. Todo funciona rápido y fluido, como cabría esperar de un smartphone de este precio.

Batería y carga

De mantenerlo todo funcionando a pleno rendimiento se encarga una batería de 4.200 mAh de capacidad. Si bien está lejos de ser la mayor batería de su segmento, la realidad es que ofrece un resultado correcto, capaz de superar la jornada de uso sin problemas, alcanzando las cinco horas o cinco horas y media de pantalla encendida.

Y cuando sea necesario pasar por el cargador, la carga de 55 W que soporta el Axon 30 permite rellenar la batería por completo en poco más de 40 minutos. Una pena que, en esta ocasión, la marca haya dejado pasar la oportunidad de incorporar carga inalámbrica Qi.

Software y experiencia

MyOS 11 es la versión del software que corre por los circuitos del ZTE Axon 30. Es la última entrega de la capa personalización desarrollada por ZTE y basada en Android, en este caso utilizando Android 11 como plataforma base.

Y, he de decir, que la capa ha superado mis expectativas hasta el punto de que, no solo no me parece un mal software, sino que es uno de los más coherentes que haya visto en un terminal de origen chino en estos últimos meses.

La interfaz, aunque apuesta por un estilo claramente inspirado en iOS y orientado a los gustos y las preferencias del público chino, mantiene un buen equilibrio entre simplicidad y utilidad, al no introducir una gran cantidad de bloatware ni funciones innecesarias, y limitarse a tan solo alguna que otra pincelada propia en forma de opciones de personalización y funciones verdaderamente útiles. Eso sí: como suele ser habitual en los modelos de la marca, es fácil encontrarse algunas traducciones mal realizadas o incompletas.

Como añadidos interesantes, hay que destacar la integración de los controles de dispositivos de Google Home en el menú de apagado del teléfono o un menú de ajustes limpio y bien organizado. A todo eso hay que sumar un funcionamiento rápido y unas animaciones fluidas, que resultan en una experiencia de usuario de primer nivel.

ZTE Axon 30, análisis: una cámara invisible no basta para conquistar la gama alta asequibleZTE Axon 30, análisis: una cámara invisible no basta para conquistar la gama alta asequibleZTE Axon 30, análisis: una cámara invisible no basta para conquistar la gama alta asequible
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Aunque no todo es bueno en lo relativo a la experiencia con el móvil: la política de ZTE en cuanto a actualizaciones de seguridad y del sistema operativo no es del todo clara, y se desconoce durante cuántos años permanecerá el Axon 30 actualizado a la última versión, y la frecuencia con la que recibirá parches de seguridad.

Asimismo, nos encontramos con algún que otro recorte importante, como es el caso del motor de vibración del teléfono, digno de un móvil de gama baja; o el único altavoz con el que el dispositivo cuenta en su parte inferior, capaz de producir un sonido pobre si se compara con el de otros modelos de precio similar.

Este último aspecto es especialmente flagrante, sobre todo porque si echamos la vista unos años atrás, recordaremos que los ZTE Axon 7 y 8 destacaron por contar con uno de los sistemas de audio estéreo más potentes y de mayor calidad de su categoría. Un inexplicable paso hacia atrás, que resta puntos al apartado multimedia del dispositivo.

Cámaras

Está claro que la cámara delantera es la gran protagonista de este Axon 30, pero el sistema fotográfico principal también merece de nuestra atención.

Se trata de un sistema de cuatro cámaras, no muy diferente al que podemos encontrar en otros teléfonos de gama media o gama media-alta.

Contamos con un sensor principal de 64 megapíxeles de resolución y apertura f/1.8. Junto a él, aparece en escena una cámara de 8 megapíxeles ultra gran angular, y finalmente dos sensores complementarios para capturas macro y retratos, de 5 y 2 megapíxeles respectivamente.

App de cámara del ZTE Axon 30

La app de cámara del ZTE Axon 30 es la misma que encontramos en otros modelos de la marca / Imagen: Christian Collado

La experiencia con la cámara es... correcta. Sin más. Es posible hacer buenas fotos con la cámara principal del Axon 30 en la mayoría de situaciones, y me temo que el tipo de público al que está dirigido este usuario quedará conforme con la cámara, sobre todo si es capaz de ignorar detalles como el suavizado de los rasgos faciales en los retratos, o la cantidad de detalle artificial que el software encargado de procesar las capturas añade a las imágenes.

Por lo demás, es una buena cámara, que gracias al tamaño del sensor y su resolución es capaz de capturar una buena cantidad de detalle, con un buen rango dinámico y un desempeño correcto en entornos de baja luz. Y, a pesar de la tendencia a suavizar los rostros, la realidad es que los retratos tienen un recorte preciso y un efecto de desenfoque de fondo convincente.

El sensor ultra gran angular está en la línea de lo esperado dentro de esta categoría de dispositivos. El nivel de detalle que esta cámara es capaz de capturar es muy inferior al del sensor principal, y los colores son algo más "apagados". Además, la cámara sufre de manera notable cuando la luz del entorno no acompaña.

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De la cámara delantera, me temo, no hay demasiado que decir: la tecnología que ZTE ha usado para "esconder" el sensor bajo la pantalla es digna de admirar. Sin embargo, la experiencia fotográfica con este sensor es simplemente decepcionante, pues es prácticamente imposible obtener una foto decente hecha con este sensor; la nitidez brilla por su ausencia --a pesar del excesivo detalle artificial añadido a las imágenes por parte del software-- y los colores se alejan demasiado de la realidad. Aprovechando que es "invisible", es mejor hacer como si no estuviera.

Galería de fotos y videos con el ZTE Axon 30

Algo diferente sucede con el apartado del vídeo. Pues sorprendentemente, el Axon 30 destaca por un fantástico tratamiento del color a la hora de grabar vídeos con la cámara principal, al representar tonos fieles a la realidad, y combinarlos con el buen rango dinámico del que antes hablaba, y con un sistema de estabilización que cumple bien su función.

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