Las marcas chinas estaban preparadas para copiar el iPhone Air... hasta que vieron que nadie lo compraba

Fabricantes como Xiaomi o Oppo detienen sus proyectos de smartphones ultrafinos ante la baja demanda y los recortes de producción de los modelos "Air" de Apple y Samsung

Las marcas chinas estaban preparadas para copiar el iPhone Air... hasta que vieron que nadie lo compraba
El iPhone Air se enfrenta a una demanda muy inferior a la esperada, lo que ha provocado que la competencia cancele sus planes de lanzar dispositivos similares
Publicado en Apple
Por por Sergio Agudo

Las marcas chinas estaban afilando los cuchillos para inundar el mercado con sus propias versiones del iPhone Air, pero han decidido pisar el freno en el último momento. Fabricantes como Xiaomi o Oppo han paralizado el desarrollo de sus modelos ultrafinos tras ver las cifras de ventas de Apple. La conclusión es clara: si el gigante de Cupertino no consigue vender su móvil más bonito, no tiene sentido invertir millones en una categoría que el usuario está rechazando de plano.

La noticia nos llega desde 9to5Mac, donde recogen informes de la cadena de suministro asiática que confirman la cancelación de estos proyectos, citando específicamente un modelo que Xiaomi tenía muy avanzado. El pánico está justificado: los pedidos de fabricación de Apple habrían caído a niveles mínimos, lo que encaja con los rumores de que Apple podría cancelar el iPhone Air apenas dos meses después de lanzarlo. La industria funciona por imitación, pero nadie quiere copiar un fracaso comercial tan evidente.

Un diseño bonito no justifica los recortes

Lo más revelador es que este rechazo no es un problema aislado de la manzana. Samsung también intentó jugar esta carta con el Galaxy S25 Edge y se ha dado de bruces con la realidad, lo que refuerza la idea de que el novedoso iPhone Air no despega por un fallo de concepto y no de marketing. Al final, el consumidor de gama alta no está dispuesto a sacrificar elementos críticos como la batería simplemente por tener un dispositivo unos milímetros más fino.

La señal definitiva estuvo en los tiempos de entrega. Mientras que los modelos Pro acumulaban semanas de espera tras el lanzamiento por la alta demanda, el Air estuvo disponible para envío inmediato desde el primer día. Este detalle no pasó desapercibido para los analistas ni para la competencia: era el síntoma inequívoco de que el público masivo no estaba mordiendo el anzuelo del diseño ultradelgado a ese precio.

¿En qué se traduce esto a nivel técnico? En que la física manda. Cuando comparas el iPhone Air frente a los modelos Pro, ves rápidamente que el modelo delgado te pide pagar más por menos prestaciones reales. Las marcas chinas, que suelen medir muy bien el pulso de la relación calidad-precio, han entendido que ese no es el camino para conquistar al comprador que busca un buque insignia.

Xiaomi y compañía han tomado buena nota de este tropiezo. En lugar de arriesgarse con factores de forma que obligan a comprometer la experiencia de uso, han preferido rectificar a tiempo. La estrategia ahora pasa por evitar llenar sus almacenes de unos dispositivos preciosos que, a la hora de la verdad, se quedan en tierra de nadie por culpa de sus limitaciones técnicas.

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