Se inspiran en las alas de una garza y usan tecnología aeroespacial: así son los auriculares más bonitos del año
Con un precio oficial de 879 euros en España, estos auriculares destacan por su diafragma de espesor nanométrico y un cable balanceado de alta gama incluido de serie
Sendy Audio acaba de lanzar los Egret, unos auriculares abiertos que mezclan la ebanistería clásica con tecnología de conductores propia de satélites. La marca premium de SIVGA no se conforma con lo estándar y presenta un modelo que utiliza madera maciza y diafragmas de espesor nanométrico, buscando ese punto dulce entre la calidez estética y la precisión técnica absoluta.
La información sale de eCoustics, donde explican que el chasis está fabricado con copas de madera maciza tallada a mano. No es solo por hacer bonito; el material de alta densidad y las curvas —inspiradas en las alas de una garza— buscan controlar las resonancias internas para colorear el sonido de forma natural, alejándose del timbre metálico de otros rivales.
Tecnología aeroespacial en tus oídos
| Especificaciones técnicas | |
|---|---|
| Tipo | Auriculares circumaurales abiertos |
| Transductor | Planar magnético de 98 x 84 mm Diafragma compuesto nanoescala (<800 nm) |
| Respuesta de frecuencia | 8 Hz – 40,000 Hz |
| Impedancia | 38 Ω |
| Sensibilidad | 103 dB ± 3 dB |
| Diseño | Acabado artesanal en madera natural Diseño abierto de tamaño completo |
| Peso | Aprox. 420 g |
| Conectividad | Cable desmontable de 1,8 m triple compuesto (Furukawa OFC / cobre plateado en plata / cobre chapado en oro) Conectores balanceados de 2,5 mm con adaptadores a 4,4 mm y 3,5 mm |
| Accesorios | Adaptadores de 4,4 mm y 3,5 mm Estuche de transporte (según configuración) |
| Uso recomendado | Escucha de alta fidelidad Audio profesional Audición doméstica detallada |
| Garantía | 2 años (varía por región) |
| Precio | 799 USD |
Lo verdaderamente interesante está dentro: montan un driver planar magnético de nueva generación. Sendy ha creado un diafragma enorme de casi 100 milímetros con un grosor de apenas 800 nanómetros, fabricado mediante deposición por haz de electrones. Es una técnica compleja que busca competir con bestias como los FiiO FT7, ofreciendo una membrana ultraligera capaz de moverse a velocidades de vértigo sin deformarse.
Llama la atención cómo Sendy escala esta tecnología. Siendo la división de lujo de una marca que viene pisando fuerte con sus IEMs más económicos, aquí se van al extremo opuesto. Buscan un perfil de audio mucho más analítico y pausado, orientado a quien se sienta en el sofá a escuchar discos con un equipo estacionario y no a quien consume música en el metro con el móvil.








Para no estropear la señal, la caja trae de serie un cable balanceado de estructura triple. Mezclan cobre, plata y oro en un trenzado que termina en conector de 4,4 mm, un detalle que evita gastar dinero extra nada más comprar el equipo y que se traduce en menos ruido de fondo y distorsión para el oyente. Es algo que deberían aprender marcas con precios astronómicos como Astell&Kern con sus Luna, que a veces escatiman en los accesorios básicos a pesar de la factura.
A nivel eléctrico son relativamente fáciles de mover. Con 38 ohmios y 103 dB de sensibilidad no necesitan una central nuclear para sonar, aunque piden amplificación decente. Es un planteamiento opuesto al de Fosi Audio, que se ha estrenado en los auriculares planares buscando democratizar la tecnología con precios de derribo; aquí hablamos de un producto que exige una cadena de audio a la altura para justificar la inversión y sacar todo el detalle del diafragma.
El precio oficial en España se sitúa en 879 euros. Es una etiqueta que duele y que los saca del mercado de consumo masivo para meterlos en el nicho audiófilo puro. Sendy vende artesanía y tecnología punta, pero tendrá que demostrar si esa deposición atómica se nota al darle al play o si estamos pagando un sobrecoste por la madera bonita.