Han encontrado un enorme depósito de uno de los minerales más raros del planeta
Kazajistán podría tener la tercera mayor reserva mundial de estos metales, cruciales para la fabricación de móviles, paneles solares y coches eléctricos

Kazajistán acaba de descubrir algo que puede dar un vuelco al mercado mundial de recursos estratégicos. Han encontrado el mayor yacimiento de tierras raras de toda su historia, unos minerales cruciales para fabricar desde móviles hasta coches eléctricos. China lleva años controlando este pastel, y ahora tanto Estados Unidos como Europa miran con mucho interés lo que está pasando en Asia Central.
Según Science Alert, han detectado un millón de toneladas de elementos como cerio, lantano, neodimio e itrio en la región de Karaganda, pero creen que podría haber hasta 20 millones de toneladas si excavan hasta 300 metros de profundidad. Si todo esto se confirma, Kazajistán se convertiría en el tercer país con más tierras raras del planeta, solo por detrás de China y Brasil.
Un tesoro estratégico en el corazón de Asia Central
Las exploraciones que comenzaron en 2022 han dado sus frutos con este yacimiento bautizado como "Nuevo Kazajistán", que promete impulsar la economía del país. En las cuatro zonas que han estudiado han encontrado una media de 700 gramos de tierras raras por tonelada de roca, una cantidad bastante buena para este tipo de minas. Sin estos minerales no podríamos fabricar turbinas eólicas, coches eléctricos ni smartphones, así que son clave para luchar contra el cambio climático.
El hallazgo se ha producido justo cuando se celebraba la primera cumbre UE-Asia Central en Uzbekistán. Allí, la Unión Europea no ha perdido tiempo y ya ha dicho que quiere colaborar con Kazajistán para acceder a estas materias primas. La UE ya había firmado un acuerdo de tres millones de euros para desarrollar este sector, ya que necesita estos materiales para cumplir su objetivo de ser climáticamente neutra en 2050. China también está al acecho, como era de esperar, pues nadie sabe tanto como ellos sobre cómo extraer y procesar minerales tan escasos como estos.
El principal problema de Kazajistán es que no cuenta con la tecnología necesaria para sacar partido a este tesoro. No tienen ni la maquinaria, ni el conocimiento para extraer y procesar estos elementos tan complejos. Las autoridades kazajas calculan que necesitarán invertir unos 10 millones de dólares solo para empezar, y entre 6 y 12 años de trabajo antes de poder extraer cantidades significativas.
La empresa pública Tau-Ken Samruk liderará los estudios iniciales, pero tendrán que buscar socios extranjeros que sepan del tema. Georgiy Freiman, de la Asociación Profesional de Expertos Mineros Independientes, enfría un poco el entusiasmo: "Antes de llamarlo yacimiento hay que estudiar bien la hidrogeología, la geomecánica y si realmente sale a cuenta extraerlo". La UE también ha señalado otro problema: la distancia y las deficiencias del Corredor Medio, la ruta comercial entre Asia y Europa, que complica la logística de transporte de estos materiales.
Para Kazajistán, este yacimiento puede ser la llave para dejar de depender tanto del petróleo y el gas, y entrar con fuerza en el mercado de materiales esenciales para las nuevas tecnologías verdes. Pero su éxito dependerá de si consiguen buenos socios tecnológicos y logran superar los enormes retos técnicos que supone extraer estos minerales del subsuelo kazajo.