No va a impactar contra la Tierra, sino contra la Luna, y este asteroide podría causar una catástrofe en la Tierra
El asteroide 2024 YR4 tiene un 4% de probabilidades de chocar contra la Luna en 2032, lo que podría generar una lluvia de escombros peligrosa para los satélites terrestres

Un asteroide que se descubrió a finales de 2024 podría chocar contra la Luna en 2032, y eso podría crear una lluvia de escombros que ponga en serio peligro todos los satélites que tenemos orbitando la Tierra. Aunque este asteroide no va a golpear nuestro planeta directamente, las consecuencias podrían ser bastante graves para toda la infraestructura espacial que dependemos hoy en día.
Se trata del asteroide 2024 YR4, que fue detectado el 27 de diciembre pasado y mide entre 53 y 67 metros de diámetro. Tal y como recoge El Confidencial, hay un 4% de probabilidades de que impacte contra la Luna en 2032, y esto traería consecuencias que nadie había previsto para la tecnología terrestre.
La amenaza del 2024 YR4
El asteroide tiene un tamaño parecido al que causó el evento de Tunguska en 1908. Si llegara a chocar contra la Luna, abriría un cráter de más o menos 1 kilómetro de diámetro con una explosión que sería como hacer explotar 6,5 toneladas de TNT. Pero el problema real está en los escombros que saldría disparados después del choque.
Hablamos de unos 100 millones de toneladas de material lunar que volarían por el espacio. Y hasta el 10% de todo esto podría llegar a la órbita de la Tierra en unos pocos días, lo que significa que nuestros satélites se enfrentarían a algo que nunca hemos visto y que podría fastidiar servicios básicos en todo el mundo.
Los números que manejan los científicos son bastante preocupantes: el chorro de partículas peligrosas sería entre 10 y 1000 veces mayor que lo normal durante varios días seguidos. Esto haría que los satélites se estropearan mucho más rápido, especialmente los que están en la Órbita Baja Terrestre, que es donde tenemos el 90% de todos estos dispositivos y donde se llevarían la peor parte.
Las partículas pequeñas, de unos pocos milímetros, serían capaces de romper los paneles solares y los sensores más delicados, haciendo que los satélites duren mucho menos de lo previsto. Los investigadores calculan que habría "cientos o miles" de impactos repartidos por toda nuestra flota de satélites, tocando las comunicaciones, el GPS y los sistemas de observación de la Tierra.
Las misiones lunares también lo pasarían mal. La Lunar Gateway y cualquier base que tengamos en la superficie lunar estarían en primera línea de fuego, con una lluvia de escombros que sería mucho más intensa allí que lo que llegaría hasta nosotros aquí en la Tierra.
Este asteroide ya había llamado la atención antes porque parecía peligroso para la Tierra por su tamaño y por la ruta tan rara que sigue. Pero ahora sabemos que solo va a chocar con la Luna, aunque las consecuencias para nosotros van a ser bastante diferentes de lo que pensábamos.
El estudio lo dirige Paul Wiegert de la Universidad de Western Ontario, y ya avisa de que hay "incertidumbres de orden de magnitud" en todo lo que están calculando. En 2028, cuando el asteroide pase cerca de la Tierra, van a poder observarlo mejor y sabremos con más certeza qué va a pasar y qué tan mal lo vamos a pasar.
Ya se han puesto en marcha los protocolos internacionales de defensa planetaria para no perder de vista este asteroide. Tanto la NASA como la ESA lo están vigilando constantemente y están pensando en qué hacer si las cosas se ponen feas.
Aunque las probabilidades de que pase algo son relativamente bajas, este tema nos está enseñando lo vulnerables que somos con toda la tecnología que tenemos flotando ahí arriba. El espacio que rodea la Tierra se ha vuelto súper importante, y ahora resulta que hasta lo que pase en la Luna nos puede afectar aquí de formas que no habíamos imaginado.