Google Pixel 7, análisis: mismo precio, fórmula refinada

Octubre es el mes de los Pixel. Como cada año desde 2016, Google presentó una nueva generación de su familia de smartphones estrella, formada por segundo año consecutivo por un modelo "normal" y una versión "Pro", esta última más cara y avanzada.

Pero, a diferencia de lo que Apple hizo con sus iPhone 14 y iPhone 14 Pro, Google no ha marcado tanto las diferencias entre sus dos smartphones, y pese a existir 150 euros de sobreprecio a favor del Pixel 7 Pro, el Pixel 7 conserva la gran mayoría de cualidades de su hermano mayor.

Eso es, precisamente, lo que hace que el Pixel 7 sea un modelo tan atractivo. Y es que cuesta menos de 650 euros, pero brinda la experiencia de un modelo varios cientos de euros más caro en aspectos como el software, la cámara o la calidad de construcción.

El Pixel 6 inició el camino, y esta nueva generación ha llegado para seguir perfeccionando la fórmula y acabar por afianzarse como el smartphone Android de referencia en el segmento sub-650 euros.

• Google Pixel 7, opinión y puntuación
• Precio del Google Pixel 7 y dónde comprar
• Ficha técnica de características
• ¿Dónde se sitúa el Google Pixel 7?
• Diseño
• Pantalla
• Hardware y rendimiento
• Software y experiencia
• Batería y carga
• Cámaras

Google Pixel 7, opinión y puntuación

Precio del Google Pixel 7 y dónde comprar

Esta vez sí: el Google Pixel 7 se puede comprar en España desde el mismo día de su lanzamiento, el 13 de octubre.

Es posible hacerse con él a través de la tienda online oficial de Google y en Amazon. Su precio parte desde 649 euros para la versión con 128 GB de almacenamiento.

A la hora de comprarlo, existen tres variantes de color diferentes a elegir: blanco, negro y verde lima.

Ficha técnica de características

¿Dónde se sitúa el Google Pixel 7?

El Google Pixel 7 es el modelo más barato de la familia (dejando fuera al Pixel 6a, que pertenece a la generación anterior). Por sus cualidades, además, se puede considerar uno de los móviles de gama alta más asequibles que existen en el mercado a día de hoy.

Entre las diferencias más importantes con el Pixel 7 Pro encontramos una pantalla diferente, que utiliza tecnología OLED rígida y se posiciona unos peldaños por debajo de la del "Pro" en cuanto a calidad. Además, solo puede refrescarse a un máximo de 90 hercios, tiene una resolución inferior y no usa óxido policristalino de baja temperatura (LTPO), de modo que no puede variar la frecuencia de refresco de manera dinámica para ahorrar energía.

Asimismo, su sistema de cámaras carece del teleobjetivo que sí está presente en el Pixel 7 Pro, y su batería no solo es más pequeña que la del 7 Pro: también tiene una capacidad ligeramente inferior a la del anterior Pixel 6, probablemente debido a su menor diagonal de pantalla.

Esas, además del hecho de contar con 4 GB menos de memoria RAM, son las principales diferencias entre el Pixel 7 y el Pixel 7 Pro. ¿Suficientes para justificar los 150 euros extra que cuesta el Pixel 7 Pro? Todo dependerá de las necesidades de cada usuario, pero, en mi opinión, la gran mayoría de personas disfrutarán del Pixel 7 sin echar de menos los rasgos que hacen que el "Pro" sea... un "Pro".

Probablemente, el Pixel 7 sea el mejor Pixel para la mayoría de usuarios / Imagen: Christian Collado

¿Qué hay del resto de rivales? El hecho de posicionarse en el segmento de la gama alta más asequible hace que el Pixel 7 cuente con un gran número de competidores directos, que no se lo pondrán nada fácil a la hora de atraer al público.

Entre ellos, hay que destacar modelos como el Xiaomi 12T, un modelo recién llegado al mercado, que destaca por su pantalla de 120 hercios, su cámara principal de 108 megapíxeles o sus 5000 mAh de capacidad de batería y el soporte para carga de 120 W. Su precio, por cierto, es 50 euros inferior al del Pixel 7.

El iPhone 14 es otro modelo que podría entrar de lleno en la lucha por la corona de mejor gama alta asequible... si Apple no se hubiera vuelto completamente loca. El modelo más "barato" de la serie iPhone 14 cuesta nada menos que 989 euros, 340 euros más que el Pixel 7. Una diferencia de precio enorme, que responde al uso de un procesador más potente y eficiente y una pantalla de calidad superior.

Regresando al universo Android, podemos encontrar otros modelos que compiten directamente con el Pixel 7, entre ellos el Motorola Edge 30 Fusion, una de las grandes sorpresas de este año 2022; o los últimos modelos de la familia realme GT, principalmente el GT 2 Pro con su procesador Snapdragon 8 Gen 1.

En definitiva, el Pixel 7 es el Pixel para quienes buscan disfrutar de lo último, pero no quieren gastarse casi 900 euros en un "Pro". Un fantástico dispositivo que vale mucho más de lo que cuesta, y que se cuela en nuestra top de móviles a recomendar.

Diseño

Soy plenamente consciente de que las líneas de diseño introducidas por la serie Pixel 6 son de las más polarizantes que se hayan visto en el mercado de la telefonía en los últimos años. Pero personalmente, me considero fan de la mayoría de decisiones tomadas por Google a nivel estético en lo relativo al diseño de su hardware, y pienso que la compañía ha sido capaz de completar con éxito el difícil reto de construir un lenguaje visual coherente a lo largo de todo su porfolio de productos, al mismo tiempo que ha conseguido desarrollar diseños reconocibles y originales.

Con el Pixel 7, la compañía ha dado varios saltos en lo que a diseño se refiere con respecto al Pixel 6.

La calidad de construcción es uno de los más apreciables, pues basta con sostener el dispositivo en la mano para descubrir que se trata de un producto mucho más refinado, con mejoras apreciables en el uso de los materiales y la unión de estos a lo largo de su chasis.

El Pixel 7 sienta bien a la mano gracias a los materiales, las curvas y el tamaño más compacto que el del modelo anterior / Imagen: Christian Collado

Su aspecto también ha cambiado ligeramente, manteniendo siempre las señas de identidad que Google ya ha estandarizado a lo largo de su catálogo de smartphones. Y sí, eso significa que la "Camera Bar" vuelve a ser protagonista.

Este año, sin embargo, el visor de la cámara forma una sola pieza junto al bisel metálico que rodea el teléfono y que sirve de nexo de unión entre los paneles de vidrio frontal y trasero. Dado que se trata del Pixel 7, el aluminio ha sido tratado con zirconia para otorgarle un acabado mate suave, a diferencia del 7 Pro y su acabado brillante que intenta simular una joya.

La realidad es que el acabado mate otorga al dispositivo un aspecto más moderno, en mi opinión más acorde a las líneas estéticas de Google y su forma de usar diferentes materiales para crear contraste entre los diferentes elementos que forman su cuerpo.

El hecho de cubrir la mayor parte del visor de la cámara con metal en lugar de vidrio como en la generación pasada tiene sus ventajas. La resistencia es una de las más notables, pues no será tan fácil que el vidrio que cubre las lentes se dañe. Por otro lado, la gran franja de vidrio presente en el Pixel 6 era toda una ventana para los reflejos, lo cual podía afectar al resultado de las fotografías en determinadas situaciones.

La "Camera Bar" ahora forma parte del chasis del teléfono y deja atrás el vidrio / Imagen: Christian Collado

Dejando a un lado la estética, la "Camera Bar" tiene sus puntos positivos y negativos a partes iguales. Por el lado bueno, otorga cierta simetría a la espalda del teléfono y hace que no "baile" cuando se encuentra apoyado sobre una mesa. No obstante, es todo un imán para el polvo y la suciedad, y no hay que obviar el hecho de que sobresale varios milímetros de la espalda del dispositivo.

A diferencia del Pixel 6a, el Pixel 7 cuenta con vidrio en su parte trasera. Utiliza un panel Gorilla Glass Victus a su espalda, del mismo modo que en la parte frontal, de modo que debería ofrecer una mayor resistencia ante golpes y arañazos. Además, se conserva la protección IP68 que avala su resistencia al agua y al polvo.

El 100% de los materiales que forman el Pixel 7 son reciclados

La parte frontal también ha cambiado ligeramente. El Pixel 7 ha reducido el tamaño de los márgenes que rodean el panel, consiguiendo una apariencia algo más moderna. Sin embargo, el borde inferior (la "barbilla") sigue siendo más ancha que el resto, lo cual llama la atención dado que Google ya fue capaz de ofrecer la tan ansiada simetría hace dos años con su Pixel 5.

El propio panel también ha reducido su tamaño en 0,1 pulgadas con respecto al del Pixel 6, lo cual, sumado al mejor aprovechamiento del frontal, se traduce en una mejor ergonomía gracias a un formato más compacto, que se ayuda de las sutiles curvas del vidrio trasero para facilitar el agarre. Dichas curvas, por cierto, no están presentes en la parte frontal, pues la pantalla del Pixel 7 es completamente plana, a diferencia de la del Pixel 7 Pro.

Hay otros pequeños detalles de su diseño que se han refinado con respecto al modelo anterior: ahora, los botones están situados ligeramente más abajo para hacerlos más accesibles, su sensor de proximidad, situado bajo la pantalla, se ha cambiado ligeramente de posición para ofrecer un mejor rendimiento a la hora de encender o apagar la pantalla cuando estamos realizando una llamada a través del auricular y las esquinas de la pantalla tienen un redondeo cuyo ángulo iguala al de la esquina del propio chasis, generando un aspecto más armonioso.

En este caso, por cierto, he tenido la oportunidad de probar el modelo de color blanco. Pienso que los dos tonos de color verde en los que Google ofrece los Pixel 7 y 7 Pro son los modelos a elegir este año sí o sí, y el tono blanco me parece el más "aburrido" de los tres, a pesar de combinar bien con el tono plateado del aluminio que rodea el chasis.

Pantalla

La pantalla del Google Pixel 7 es claramente más brillante que la de la generación anterior / Imagen: Christian Collado

Pocas diferencias encontraremos entre la pantalla del Pixel 7 y la del anterior Pixel 6. Aunque, volviendo a hacer referencia al título de este análisis, sí veremos un mayor refinamiento en algunos apartados.

El brillo por fin está al nivel de las mejores pantallas del mercado

Se trata de un panel OLED rígido de 6,3 pulgadas de diagonal, ligeramente más pequeño que el del Pixel 7. Ofrece una resolución Full HD+ de 2400 x 1080 píxeles y es capaz de alcanzar una frecuencia de refresco máxima de 90 hercios. Además, su nivel de brillo máximo se ha aumentado de manera considerable, pudiendo alcanzar los 1400 nits.

Precisamente, el mayor brillo es lo que más se aprecia al utilizar el Pixel 7, sobre todo en entornos muy luminosos. Me alegra ver que Google ha sido capaz de mejorar uno de los puntos más críticos de la anterior generación, aumentando de manera considerable la luminosidad de la pantalla. La del Pixel 7 es una pantalla más brillante, incluso, que la de mi Pixel 6 Pro, y por fin se encuentra al nivel de las mejores en este sentido.

Para poder aprovechar la máxima luminosidad de la pantalla, eso sí, habrá que recurrir al brillo automático (o "adaptativo", como a Google le gusta llamarlo), o bien reproducir vídeos que saquen partido al soporte para HDR de este panel. Usando el deslizador de brillo manual, no es posible alcanzar los 1400 nits de brillo que refleja la ficha técnica del dispositivo. Además, el punch de brillo solo dura unos pocos segundos antes de regresar a un nivel inferior, con el objetivo de evitar el sobrecalentamiento y reducir el consumo energético.

Al lector de huellas dactilares se suma un sistema de reconocimiento facial, que eso sí, solo sirve para desbloquear el móvil / Imagen: Christian Collado

La interpretación de colores sigue siendo una de las más precisas y naturales que podemos encontrar a lo largo de todo el panorama Android, pudiendo ahora cambiar entre dos perfiles de color diferentes, y no tres como en anteriores generaciones. En mi opinión, vale la pena mantener activado el perfil "Natural".

Algunos problemas de la generación anterior han quedado solventados por este nuevo modelo, siendo la ausencia de aberraciones en el color lo más notable. En el Pixel 6, al reducir el brillo por debajo del 30% y visualizar un fondo oscuro (sin llegar a ser negro), podíamos ver inconsistencias en el color debido a una falta de uniformidad en la iluminación. Dichos defectos han quedado solucionados con esta nueva entrega.

La única imperfección que se mantiene está relacionada con los ángulos de visión. Al observar la pantalla desde determinados ángulos, se puede apreciar un efecto "arcoiris" más notable al visualizar fondos claros o blancos.

Por lo demás, la nitidez del panel es excelente debido a un buen equilibrio entre resolución y tamaño, el contraste es excelente como en toda pantalla OLED, y los 90 Hz me siguen pareciendo más que suficientes para poder disfrutar de una experiencia fluida.

Bajo la pantalla se encuentra uno de los puntos clave de este dispositivo, y una de las mejoras más claras con respecto al modelo anterior: el lector de huellas.

Personalmente, no tengo ningún problema con el lector de huellas de la serie Pixel 6. Sí, es más lento que el de otros modelos de precio similar, pero la diferencia se reduce a unos pocos milisegundos a la hora de desbloquear el móvil.

Sea como fuere, me alegra saber que Google ha escuchado las críticas y ha optado por mejorar el lector de huellas para esta nueva generación. Ahora su funcionamiento es más rápido, y sigue siendo tan preciso como ya lo era.

No podrás usar el reconocimiento facial del Pixel 7 para autenticarte en aplicaciones o aprobar compras

En este caso, además, hay un método de desbloqueo por biometría adicional al lector de huellas: el reconocimiento facial.

Google aprovecha la tecnología Dual Pixel de la nueva cámara delantera de 10,8 megapíxeles y de sus modelos de machine learning para crear un mapa de profundidad del rostro del usuario sin necesidad de hardware dedicado, y permitir así desbloquear el móvil reconociendo los rasgos faciales.

El funcionamiento de este sistema es rápido y preciso, pero no está exento de fallos. El hecho de haber desarrollado una solución que no requiere de hardware específico, implica que el sistema no es efectivo en entornos oscuros. Además, Google lo considera un sistema biométrico de "Clase 1", no tan seguro como los métodos de "Clase 2 o Clase 3", y por tanto solo se puede usar para desbloquear el móvil, pero no para identificarse en aplicaciones o verificar pagos y compras.

Por tanto, el reconocimiento facial del Pixel 7 no es tan avanzado como Face ID, ni tampoco como el sistema biométrico que ya montaban los Google Pixel 4 en 2018. Más bien, se trata de un añadido de conveniencia que facilita el proceso de desbloquear el móvil, y no tanto de una capa de seguridad extra como sí puede serlo el lector de huellas dactilares.

Otro aspecto estrechamente relacionado con la pantalla es el motor háptico. Como de costumbre, Google ha dotado a su último dispositivo de un motor de vibración de buena calidad, que ofrece una respuesta firme, precisa y agradable a la hora de interactuar con la interfaz de usuario. La experiencia se asemeja más a la del Pixel 6 Pro del año pasado, que a la del Pixel 6, lo cual son buenas noticias para quienes prefieran mantener activadas las funciones hápticas del dispositivo.

Hardware y rendimiento

El procesador Tensor G2 da vida al Pixel 7, fabricado en un formato de 5 nanómetros y con 8 núcleos / Imagen: Christian Collado

Tanto el Pixel 7 como el 7 Pro montan la segunda generación del procesador Tensor, conocido como Tensor G2.

Se trata de un chip que introduce algunos cambios importantes con respecto a la generación anterior, pese a estar fabricado en el mismo proceso de 4 nm de Samsung.

La principal novedad a nivel de arquitectura se encuentra en el uso de dos núcleos Cortex-A78 capaces de correr a un máximo de 2.35 GHz, frente a los dos núcleos Cortex-A76 de la primera edición de Tensor. El cambio es a mejor, pero en ningún caso hablamos de que Google esté utilizando las tecnologías más recientes en el campo de los microprocesadores.

Claro que, esa tampoco es su intención.

Tensor G2 es un procesador cuya potencia se acerca más a la de un procesador Snapdragon de la serie 8 de hace varias generaciones, que a la de un Apple A16 o un Snapdragon 8+ Gen 1. Donde Google realmente ha puesto empeño, es en aquellas mejoras que van a traducirse en un mejor rendimiento a la hora de llevar a cabo tareas de reconocimiento de voz, procesado de imagen, y básicamente cualquier acción que requiera de cálculos complejos más que de potencia bruta.

Lo que nos encontramos en el día a día es una experiencia cien por cien satisfactoria a la hora de llevar a cabo cualquier actividad cotidiana. Como en todo Pixel hasta la fecha, todo se mueve con soltura y suavidad, debido en parte a un software bien afinado y a las mejoras que, aunque sutiles, trae consigo la segunda generación de Tensor.

La GPU también ha mejorado, y ahora nos encontramos con una generación mucho más potente que la anterior. Eso se nota a la hora de ejecutar juegos pesados, si bien los Pixel siguen sin ser los móviles más indicados para jugar.

Pero un año más, el mayor problema de Tensor vuelve a estar en la temperatura. Es fácil que el Pixel 7 se caliente al hacer un uso ligeramente más intenso de lo habitual, si bien he de decir que, durante estos días de prueba, he tenido la sensación de que el Pixel 7 hace un mejor trabajo que mi Pixel 6 Pro a la hora de mantener un rendimiento sostenido independientemente del aumento de la temperatura.

Software y experiencia

La experiencia más "pura" con Android está presente en los Pixel, con actualizaciones desde el día uno y parches de seguridad mensuales / Imagen: Christian Collado

Es en la experiencia con Android donde los Pixel de Google realmente brillan, y no iba a ser menos en la entrega más refinada hasta la fecha de la familia de smartphones de la compañía del buscador.

El Google Pixel 7 llega con Android 13, la versión más reciente del sistema operativo, con varias novedades específicas de Pixel que no estarán en ningún otro smartphone actualizado a dicha versión.

Ya repasamos los cambios más importantes de Android 13 en su análisis. Sobre la versión que llega junto al Pixel 7, hay que detenerse en varias funciones nuevas.

La primera es la llagada de la escritura por voz potenciada por el Asistente de Google, ahora disponible en Español, Francés e Italiano. Con ella, es posible escribir textos, enviar mensajes y dictar otro tipo de órdenes usando la voz, empleando un sistema de reconocimiento mucho más rápido y preciso, que se aprovecha de los avances de Tensor para transcribir e interpretar todo lo que decimos.

El widget "De un Vistazo" de la pantalla de bloqueo también ha recibido nuevos trucos, y ahora es capaz de mostrar un pronóstico del tiempo para el día en curso, avisar con alertas de precipitaciones o mostrar información relevante sobre nuestros vuelos y equipaje.

Existen otras novedades anunciadas por Google para el Pixel 7, como Direct My Call o mejoras en la app de grabadora, pero por desgracia solo estarán disponibles en Inglés en un principio. Otras ni siquiera están disponibles en la versión del software que ejecuta la unidad de prueba que hemos podido analizar.

Una que sí está disponible es la detección de ronquidos y tos, integrada en la alicación de reloj de Google, dentro del apartado "Descanso". Para funcionar, hace uso de una nueva API introducida en Android 13, y permite escuchar durante la noche para detectar si la tos o los ronquidos han podido alterar nuestros ciclos de sueño.

Sorprendentemente, el único punto negativo sobre el software del Pixel 7 esté relacionado con su soporte en cuanto a actualizaciones. Pues mientras Samsung ya asegura cuatro años de actualizaciones para sus smartphones más recientes de la familia Galaxy, Google sigue sin avanzar en este sentido y únicamente asegura tres grandes actualizaciones de Android y cinco años de actualizaciones de seguridad.

La que un día fue la gran virtud de los smartphones de Google frente a los de otras compañías, poco a poco va disipándose. Y sorprende, más aun ahora que Google diseña sus propios procesadores y cuenta con un mayor control sobre el hardware de sus dispositivos.

Google también ha trabajado en mejorar otros apartados relacionados con la experiencia de usuario, y en corregir errores presentes en la generación previa.

Una mejora apreciable, aunque sutilmente, está en el sistema de altavoces estéreo del dispositivo, ligeramente más potente y capaz de producir un audio más nítido que en el caso del Pixel 6, además de ofrecer un mayor equilibrio entre los dos altavoces.

La gran mejora, sin embargo, se encuentra en la recepción de red. Los Pixel 6 sufren de problemas de pérdida de cobertura y un alcance de red comparable al de smartphones de gama media. Con el Pixel 7 y el nuevo modem Exynos 5300 asociado al procesador Tensor G2, estos problemas parecen ser cosa del pasado, y según mis pruebas, la recepción de red del Pixel 7 es claramente superior a la de mi Pixel 6 Pro.

Batería y carga

Pese a la reducción en el tamaño de la batería, la autonomía del Pixel 7 es correcta / Imagen: Christian Collado

Google ha tomado una decisión un tanto arriesgada en lo relativo a la batería del Pixel 7, reduciendo su capacidad con respecto al Pixel 6.

Así, contamos con 4355 mAh de capacidad, casi un 10% menos que en la generación pasada. En su día, yo mismo alabé la autonomía del Pixel 6 y señalé ese apartado como uno de sus puntos fuertes.

Por suerte, las noticias no son tan malas como cabría esperar. La autonomía del Pixel 7 es buena, comparable a la del Pixel 6.

Durante estos días de prueba, he sido capaz de llegar al final de cada día con entre un 20 y un 30% de batería restante en la mayoría de casos, pudiendo alcanzar las seis o hasta siete horas de pantalla encendida antes de alcanzar el 0%.

Todo ello, dándole al dispositivo un uso intenso, consistente en utilizar la cámara durante varias horas, ejecución de aplicaciones de edición pesadas como Adobe Lightroom o navegación usando Google Maps, entre otras cosas.

En cuanto a la carga, Google sigue certificando un máximo de 20 W admitidos usando un cargador compatible (el cual, por cierto, no viene incluido en la caja). Utilizando un cargador compatible con el estándar USB PD y capaz de proporcionar más de 20 W de potencia, la carga completa del Pixel 7 tarda unos 90 minutos en finalizar.

Al margen de eso, contamos con soporte para carga inalámbrica rápida, si bien la potencia máxima únicamente se puede conseguir utilizando la base Pixel Stand vendida por separado. Otros cargadores compatibles con el estándar Qi no podrán brindar el máximo de potencia que el sistema de carga del Pixel 7 puede admitir.

Cámaras

Hay dos camaras a la espalda del Google Pixel 7, con 50 y 12 megapíxeles respectivamente / Imagen: Christian Collado

La "experiencia Pixel" no se entiende sin un apartado fotográfico a la altura. Al hablar de las cámaras del Pixel 7, volvemos a hablar de un proceso de refinamiento con respecto al modelo anterior. Pues pese a utilizar una configuración de sensores muy similar, se han mejorado aspectos concretos que en el pasado podían llegar a suponer un problema.

Sobre el papel, las cámaras utilizadas en este modelo son muy parecidas a las de la anterior edición, y las diferencias más importantes las encontramos en el uso de un nuevo sensor delantero y la inclusión de autoenfoque en la cámara ultra-wide.

• Cámara principal: Samsung GN1 de 50 Mpx, tamaño de sensor de 1/1,31", píxeles de 1,2 μm de ancho, distancia focal equivalente a 24 mm, apertura ƒ/1.85, OIS, PDAF, Laser-AF, campo de visión de 82°
• Ultra-wide: 12 Mpx, tamaño de sensor de 1/2,86", píxeles de 1,25 μm de ancho, distancia focal equivalente a 13,4 mm, apertura ƒ/2.2, PDAF
• Frontal: 10,8 Mpx, píxeles de 1,22 μm de ancho, apertura ƒ/2.2, campo de visión de 92,8°, enfoque fijo

Google lleva años apostando por una estrategia consistente en mantener cierto enfoque conservador en lo relativo al hardware, y dedicar la mayor parte de sus esfuerzos a exprimir al máximo los sensores a través de técnicas de fotografía computacional. Los Pixel 6 del año pasado fueron los primeros en introducir un conjunto de sensores completamente nuevo, y esta nueva entrega sigue construyendo sobre esos cimientos, con mejoras iterativas que prometen ofrecer la mejor experiencia fotográfica vista hasta ahora en un Pixel.

Todo comienza con la aplicación de cámara, ligeramente renovada con algunos cambios pequeños, pero importantes.

Uno de ellos consiste en la posibilidad de "fijar" un nivel de ampliación específico en el tercer "salto" del deslizador de zoom digital, que sustituye al acceso directo a "2x" que se ofrece por defecto. De este modo, es más fácil regresar al nivel de zoom deseado con solo un toque.

También se ha mejorado la "visión nocturna", que gracias a las mejoras que incorpora Tensor G2 y a los avances en los modelos de machine learning ahora actúa mucho más rápido, y además permite al usuario elegir el tiempo de exposición deseado que se desea utilizar en cada escena, pudiendo seleccionar un máximo de seis segundos.

Los modos de movimiento que debutaron junto a la edición anterior ahora también se pueden utilizar con la cámara delantera, y el zoom de dos aumentos aprovecha la parte central del sensor de 50 megapíxeles para generar imágenes de 12,5 megapíxeles que, apoyadas del sistema Super Res Zoom entrenado con las técnicas de inteligencia artificial de Google, permite obtener capturas ampliadas de mayor calidad. No obstante, al ampliar más allá de los dos aumentos, comenzamos a perder detalle de manera notoria, y el efecto "cuarela" se vuelve protagonista.

Al margen de eso, se ha añadido la posiibilidad de hacer zoom con dos toques rápidos sobre el visor de la cámara, y de fijar el enfoque con una pulsación larga (el acceso directo a Google LEns, por tanto, pasa a estar en el menú de Modos)

En general, todos los cambios aportan una mayor versatilidad al sistema de cámaras que, pese a contar con únicamente dos sensores traseros y carecer de telefoto como el del Pixel 7 Pro, es capaz de brindar una experiencia completa en prácticamente todos los sentidos.

El vídeo también ha mejorado, incluyendo soporte para captura 4K a 60 FPS con cualquiera de las tres cámaras del dispositivo, opción de grabación en formato HDR de 10 bits (compatible, por cierto, con apps de terceros como TikTok, Snapchat o Facebook) y un nuevo modo cinemático que permite aplicar un efecto de desenfoque de fondo a los vídeos. La calidad de imagen es otro de los aspectos donde Google ha puesto énfasis, asegurando que se trata de la generación de smartphones Pixel con mejor apartado de vídeo hasta la fecha.

Dentro del apartado del vídeo hay un cambio interesante que, hasta el momento, no he visto mencionado en ningún otro lugar. Se trata de una de esas funciones que solo Google puede hacer realidad gracias, en parte, a la ingente cantidad de datos que la compañía ha ido recopilando con el paso de los años.

Está relacionada con la función de "Sonido mejorado", que permite reducir los ruidos no deseados al grabar vídeo para centrarse solo en la voz de la persona que habla. Y es que en esta nueva generación, los modelos de machine learning han sido entrenados para interpretar la imagen capturada en tiempo real para analizar los movimientos de la boca de la persona que habla, centrando la captura de sonido sobre ella mientras se disminuye la intensidad del resto de sonidos para obtener un audio más nítido.

Mención aparte se merece la función de "Enfoque", integrada en Google Fotos y, de momento, solo compatible con los Pixel 7. Esta herramienta permite aumentar la nitidez de las fotos movidas o borrosas en las que aparezcan personas, incluso si han sido tomadas hace años y con una cámara completamente distinta a la del Pixel. Y, he de decir que los resultados son impresionantes.

A la izquierda, la imagen corregida con el modo Enfoque Facial. A la derecha, la imagen original.

Dejando a un lado los nuevos trucos que este sistema de cámaras esconde bajo la manga, y centrándonos en la experiencia pura, básicamente no hay sorpresas. Las fotos son justo lo que podríamos esperar de la cámara de un Pixel: imágenes con una personalidad muy marcada a base de técnicas ya conocidas como un aumento drástico del contraste y la nitidez (puede que excediéndose en según qué situaciones), y un perfil de color que apuesta por la naturalidad a costa de generar fotografías no tan llamativas como las que producen otros equipos.

La cámara principal nos ofrece los mejores resultados, además de aportar un extra de versatilidad gracias a la nueva técnica que permite capturar imágenes con zoom de hasta dos aumentos con una mayor calidad. El sensor ultra gran angular apenas ha variado con respecto a la generación anterior, y sigue sin ser capaz de igualar el nivel de detalle de la cámara principal. Por suerte, Google sí ha sido capaz de mantener un perfil de color consistente entre ambos sensores.

A la izquierda, el JPG generado por la app de cámara de Google. A la derecha, el RAW procesado. Se aprecia una mayor cantidad de detalle artificial en el JPG, además de una menor nitidez en las sombras y una menor profundidad en la escen

Cuando la luz cae, el Pixel 7 saca sus armas en forma de Visión Nocturna y permite aumentar el tiempo de exposición a la luz de manera inteligente para mejorar la iluminación de las escenas. En algunas ocasiones, los resultados son excelentes, aunque en otras se pasa a la hora de actuar y acaba sobreexponiendo las escenas más de lo necesario. Además, me he ncontrado algunas inconsistencias en el cálculo del balance de blancos entre las cámaras principal y ultra gran angular:

A la izquierda, la cámara principal ha sido capaz de capturar a la perfección el color de la iluminación de la sala. La cámara ultra gran angular, en cambio, ha optado por intentar corregir, sin éxito, el balance de blancos creando una imagen completamente artificial que nada tiene que ver con la escena real.

Esto, sumado al abuso del contraste y la nitidez artificial que antes mencionaba, me lleva a recordar lo que el año pasado ya dije sobre las cámaras de los Pixel 6 y 6 Pro: el procesado de imágenes de Google llamó la atención en su día por ser capaz de exprimir al máximo unos sensores de gama baja (literalmente: la cámara que Google ha usado en los Pixel hasta el 5, incluyendo el Pixel 6a, es la misma que incluía el Redmi 8A, un móvil de poco más de 100 euros). Pero, ahora que los smartphones de Google equipan un hardware cercano al primer nivel, el software puede llegar a suponer un lastre en ciertas situaciones y no permite a los sensores "brillar" como deberían.

Aunque, como dije el año pasado, existe una forma de sobrellevar estas limitaciones, y es tan "simple" como disparar en formato RAW y procesando los archivos resultantes con algunos ajustes de color e iluminación. No es la solución más adecuada, sobre todo de cara al usuario medio que quiera preocuparse únicamente por hacer fotos y que salgan bien en modo automático, pero sí la única forma que existe a día de hoy de sacar todo el partido que pueden ofrecer las cámaras del Pixel 7.

La cámara para selfis, con su sensor renovado, no solo mejora en calidad de imagen, sino que ahora habilita la que hasta hace poco era una de las funciones exclusivas de la versión "Pro": los selfis grupales gracias a la lente ultra gran angular. En general, la experiencia con esta cámara es muy positiva, y se agradece que Google haya decidido habilitar los modos de movimiento para poder utilizarlos con este sensor.

La calidad de los vídeos capturados con el Pixel 7 también es excelente, al nivel de los principales exponentes en este sentido. Si bien se da la opción de capturar vídeo 4K a 60 FPS con todos los sensores, pienso que el equilibrio perfecto se da en la grabación 4K a 30 FPS, dado que es el modo de mayor resolución compatible con la grabación HDR de 10 bits y el modo de sonido mejorado.

Galería de fotos y vídeos con Google Pixel 7

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