Cupra inaugura en Barcelona su planta de ensamblaje de baterías
Cupra abre su planta de baterías en Martorell tras invertir 300 millones: ensamblará 1.400 unidades al día para el Raval y el ID.2
Cupra ya tiene lista la fábrica que necesitaba para montar sus coches eléctricos en casa. La marca ha inaugurado hoy en Martorell su nueva planta de ensamblaje de baterías, una inversión de 300 millones de euros fundamental para que el Cupra Raval y los futuros modelos pequeños del grupo puedan fabricarse aquí.
La noticia, confirmada por SEAT S.A., supone el fin de las obras tras años de anuncios. La nave ocupa 64.000 metros cuadrados y dará trabajo a 500 personas. Su función será recibir las celdas y empaquetarlas para coches como el nuevo SUV accesible de Volkswagen, evitando traer los componentes clave ya montados desde Alemania o China.
Un puente de 600 metros para no parar la cadena
Lo más interesante a nivel técnico es cómo han conectado el edificio. Han construido un puente automatizado de 600 metros que lleva las baterías terminadas directo a la línea de montaje de los coches. Es un sistema continuo para que no haya camiones cruzando la fábrica y para que la batería llegue justo cuando el chasis pasa por su puesto.
La capacidad de la planta no es broma: está dimensionada para sacar 1.400 baterías diarias, unas 300.000 al año. Es el ritmo necesario para que los números salgan en un mercado donde la presión es brutal, sobre todo viendo cómo aprietan las baterías chinas de carga ultrarrápida y la necesidad de abaratar costes de producción en Europa.
Aquí no se crea la química, eso viene en tren desde la gigafactoría de Sagunto. En Martorell se hace el "packaging" final, un proceso delicado que requiere mucha energía, por lo que han cubierto el techo con 11.000 paneles solares. Es la única forma de ser eficientes mientras la industria avanza hacia baterías que cargan en 15 minutos y estándares técnicos más exigentes.
Con esto, Martorell deja de ser solo una planta de ensamblaje de chapa y motor para convertirse en un centro integral. Ya tienen la plataforma, la logística y ahora el suministro energético asegurado en la puerta de al lado. Solo falta que los primeros coches empiecen a rodar a finales de este año para ver si la apuesta funciona.