El coche híbrido "anfibio": este vehículo chino es capaz de sumergirse en el agua y cruzar los 1.400 metros que separan las orillas del Yangtsé
Con un sistema de propulsión especial y varios ejes de equilibrio, este vehículo ha "navegado" más de 1,4 kilómetros

Los vehículos chinos, cada vez más populares en los mercados automovilísticos de todo el mundo, siguen mostrando capacidades de lo más sorprendentes. Una clara muestra de ello es este híbrido, el Jetour Zongheng G700, que ha querido demostrar sus capacidades "anfibias" pudiendo cruzar, en unos 22 minutos, los más de 1.400 metros de cauce que separan las dos orillas del río Yangtsé en China.
Un reto a prueba de pocos coches
Resulta bastante complicado encontrarse un vehículo que pueda sumergirse en el agua sin provocar daños permanentes en él, o incluso sin que implique un riesgo grave para sus pasajeros. Sin embargo, el Jetour Zongheng G700, a través de un llamativo vídeo en el que hacen la prueba de manera controlada, ha sido capaz de recorrer más de 1,4 kilómetros con el coche parcialmente sumergido en las aguas del Yangtsé y llegar al extremo opuesto de la orilla de este río conocido por su gran caudal y tamaño.
Para que un vehículo pueda llevar a cabo tal hazaña, se deben cumplir ciertos aspectos en el diseño del vehículo. Por ejemplo, no puede tener aperturas ni agujeros por las que pueda introducirse el agua en el interior del coche o en espacios críticos, además de ser necesarios ciertos ejes de equilibrio que el coche ajusta constantemente para evitar una "zozobra", y un sistema de propulsión que pueda estar en funcionamiento en el agua, como el sistema de propulsión de carburo de silicio de 800 voltios que tiene el Jetour Zongheng G700.
Las funciones sorprendentes que llegan desde China
No es la primera vez que un coche procedente de China ha captado la atención de propios y extraños en los últimos meses. De hecho, el pasado verano se viralizó el funcionamiento de un ByD en Marbella, después de que, en plena calle, mostrase su capacidad para girar 180 grados usando únicamente la rotación de las ruedas en sentidos opuestos. Además, ese vehículo también es capaz de flotar en el agua.
A través de funciones tan llamativas y precios de lo más competitivos en un parque de vehículos que se ha vuelto más caro que nunca, China se está convirtiendo en los últimos años en un gran productor a nivel global, y sus vehículos ya comienzan a verse incluso en suelo europeo, donde las marcas autóctonas están comenzando a perder cuota de mercado frente a una competencia que llega con una fuerza arrolladora.