Esta marca de móviles es, literalmente, una estafa
¿Te acuerdas de Saygus? La marca que iba a revolucionar la industria de los smartphones ha terminado siendo una estafa.

Hubo un tiempo en el que Saygus fue considerada una marca revolucionaria, dispuesta a poner patas arriba la industria de la telefonía móvil al ofrecer los smartphones más avanzados técnicamente que se habían visto hasta la fecha. Smartphones que, finalmente, nunca llegaron a ver la luz del día.
Y aunque la compañía ha permanecido activa hasta hace pocos años, el Gobierno Federal de Estados Unidos parece haberse cansado de excusas, retrasos y promesas incumplidas, y por esa razón los fiscales de distrito del estado de Utah han decidido presentar una demanda contra el CEO de la compañía, Chad Leon Sayers, por estafar a más de 300 inversores y utilizar los fondos recaudados por Saygus.
Saygus, la marca revolucionaria que acabó siendo un fraude
En la demanda, se especifica que Sayers estafó a los inversores una cantidad cercana a 10 millones de dólares entre los años 2012 y 2020.
Dichas inversiones iban dirigidas a financiar el desarrollo de smartphones revolucionarios, que según Sayers, llevarían a la marca a obtener beneficios milmillonarios de manera inminente.
Pero la realidad fue otra muy diferente: el dinero de los inversores fue utilizado para saldar deudas con antiguos inversores, así como para cubrir gastos personales del propio Chad Leon Sayers. Y por supuesto, ni el VPhone --modelo original cuyo lanzamiento estaba previsto para el año 2008 junto a la operadora Verizon--, ni el Saygus V2 -- que entre otras cosas destacaba por contar con 320 GB de almacenamiento, en pleno año 2015-- llegaron a ser lanzados en ningún momento.
"Durante el período de tiempo relevante, el Sr. Sayer, sin la autoridad, el conocimiento o la aprobación de los inversores, utilizó fondos de los inversores para pagar gastos personales y pagar a los antiguos inversores con dinero obtenido de nuevos inversores."
El juicio comenzará el próximo día 30 de agosto, y tendrá una duración estimada de una semana. Salvo que Sayers y sus abogados logren convencer al jurado, dentro de poco Saygus será, oficialmente, una estafa.