Más calidad que un smartphone y menos complicaciones que una réflex
Tiene un sensor de 1" y óptica ZEISS para que el salto de calidad sea real
Es verdad que los móviles han transformado la manera en que fotografiamos, grabamos y compartimos. Hoy cualquiera puede sacar su smartphone y compartir un vídeo en cuestión de minutos. Pero, a medida que la creación de contenido se profesionaliza, también se hacen evidentes los límites de la fotografía móvil: sensores pequeños, dificultades en condiciones de poca luz, audio deficiente en exteriores...
Y en este escenario cambiante, Sony vio una oportunidad. La Sony ZV-1 nació con la premisa de ser una cámara compacta pensada para creadores de vídeo y vlogging. En esta ocasión no hablamos de una cámara profesional que asusta con su tamaño y complejidad, ni de una cámara compacta centrada exclusivamente en la fotografía. Hablamos de un modelo puente, un dispositivo pensado para quienes quieren subir el nivel en sus vídeos pero sin renunciar a la portabilidad y a la simplicidad.
Según hemos podido comprobar en la web de Sony, esta cámara tiene un precio oficial de 800 euros. También la hemos visto en MediaMarkt a 746 euros. Nada que ver con esta oferta que nos propone Amazon y que nos permite ahorrarnos cientos de euros respecto al precio oficial de esta cámara. Por supuesto, nos la llevamos con envío y devolución gratis y, si eres cliente Amazon Prime, el envío será todavía más rápido de lo que imaginas.
Sony ZV-1: la cámara compacta que democratizó el vlogging
Lo primero que sorprende al tener esta cámara en la mano es lo ligera que resulta. Son solo 290 gramos de peso y unas dimensiones que le hacen caber en el bolsillo de la chaqueta o en un pequeño bolso, así que es una cámara que podrás llevar siemre encima. Tiene una pantalla abatible de 3 pulgadas que está colocada en el lateral. A diferencia de la mayoría de modelos, que la abaten hacia arriba, en esta Sony podemos vernos mientras grabamos tanto en vertical como en horizontal, algo que agradecerás si creas contenido para redes sociales. El agarre es más prominente que en otras cámaras compactas, lo que facilita grabar a pulso sin cansarse.
Gracias a la conectividad inalámbrica de la Sony ZV-1F podrás compartir contenido con facilidad y rapidez
La ZV-1 integra un sensor CMOS Exmor de 1 pulgada, mucho más grande que el de cualquier smartphone, incluso de los móviles con mejor cámara del mercado. Esto se traduce en un mejor rendimiento en condiciones de poca luz, con menos ruido, un mayor rango dinámico para conservar los detalles de las luces y de las sombras, y la posibilidad de crear desenfoques naturales en los retratos. En la práctica, las grabaciones tendrán un look más cinematográfico, con colores más fieles a la realidad y un nivel de detalle envidiable.
Su lente integrada es una ZEISS Vario-Sonnar de 24-70 mm. Su gran angular es más que suficiente para selfies, tiene un zoom óptica que agradecerás para planos medios o retratos y una apertura amplia, f/1,8-2,8, para que puedas crear desenfoques atractivos. Esta cámara graba en 4K hasta 30 fps, lo que nos asegura una nitidez sobresaliente. Y, si buscas una cámara lenta de calidad, podrás optar por grabar en Full HD a 120 fps. Pero, más allá de la resolución, Sony ha añadido a esta cámara funciones que simplifican el día a día, como una estabilización electrónica que suaviza las tomas pulso o un botón bokeh que desenfoca el fondo para centrar la atención en el sujeto.
Aunque es una cámara centrada para el vídeo, también podrás fotografiar con 20,1 megapíxeles efectivos y hacer ráfagas de hasta 24 fps con seguimiento de enfoque. Esto lo convierte en un equipo versátil con el que podrás grabar vídeo en 4K pero también capturar fotos de alta calidad sin necesidad de cargar con otra cámara. Y, al incorporar un micrófono direccional que ha sido optimizado para capturar la voz desde la parte frontal, se reduce el ruido ambiental de forma sorprendente.
Por supuesto, tiene bluetooth y WiFi para que puedas compartir tus fotos y vídeos sin necesidad de recurrir a cables, e incluso es compatible con control remoto desde el móvil, lo que amplía sus posibilidades de grabación. Y es justo decir que los modos automáticos que incluye resuelven la inmensa mayoría de situaciones sin necesidad de hacer ajustes manuales. Así que enciendes la cámara, giras la pantalla y ya estás grabando.
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