Zhang Guibing, presidente de Chery: "En el futuro, los robots trabajarán para pagar nuestro sueldo"

Viajamos hasta Wuhu, ciudad en la provincia china de Anhui en la que se encuentra la sede de Chery Automobile, para charlar con su presidente

Zhang Guibing, presidente de Chery: "En el futuro, los robots trabajarán para pagar nuestro sueldo"
El presidente de Chery, Zhang Guibing / Fotografía de Christian Collado
Publicado en Robots

Hay viajes que te cambian la perspectiva. Que te obligan a replantearte lo que creías saber sobre el futuro de la tecnología y, por extensión, sobre nuestro propio futuro como sociedad. Mi reciente visita a Wuhu, la cuna del gigante automovilístico Chery (matriz de OMODA & JAECOO, iCar, Lepas, LUXEED y otras firmas automovilísticvas), ha sido uno de ellos.

He asistido a su "summit" anual para ver más de cerca sus últimos avances en coches eléctricos y conducción autónoma, pero lo que de verdad me ha dejado reflexionando no ha sido un coche, sino una conversación. Una charla exclusiva con Zhang Guibing, presidente de Chery Automobile, un hombre cuya visión va mucho más allá de fabricar coches. Una visión donde la inteligencia artificial y la robótica no son simples herramientas, sino los pilares de una revolución laboral que suena a ciencia ficción pura. Una visión resumida en una frase tan rotunda como desconcertante: "En el futuro, los robots trabajarán para pagar nuestro sueldo".

Chery ya no es solo un fabricante de coches. Es un coloso tecnológico con ambiciones que abarcan desde las baterías de estado sólido hasta la inteligencia artificial más avanzada. Y su última apuesta, la que protagonizó gran parte de nuestra conversación en Wuhu, es la robótica humanoide. En el epicentro de esta apuesta se encuentra AIMOGA, un robot humanoide de aspecto femenino, 1,67 metros de altura y 70 kg de peso, diseñado para ser mucho más que una simple curiosidad tecnológica. AIMOGA es la punta de lanza de la estrategia de Chery para transformar sus propios concesionarios y, quién sabe, quizás el mundo laboral tal y como lo conocemos.

El nacimiento de AIMOGA: la IA al rescate del concesionario

Primer plano de AIMOGA

Un robot AiMOGA de Chery Global / Fotografía de Christian Collado

La idea de crear un robot como AIMOGA, confiesa Zhang Guibing, surgió hace tres años como respuesta a dos desafíos muy terrenales que enfrentaban sus concesionarios. "Me di cuenta de que teníamos un problema con la rotación de personal", explica . "Formábamos a nuestros vendedores, pero a menudo se iban, y perdíamos esa inversión". El segundo reto era aún más complejo: la barrera del idioma. "Nos enfrentamos a muchos costes de formación cuando intentamos enseñar a nuestro personal local idiomas como el inglés. Es un gran desafío para nosotros".

La solución, pensó Zhang, pasaba por crear un "empleado" incansable, políglota y con una memoria infinita: un robot. "En ese momento, pensé: ¿es posible que pueda desarrollar un robot que me ayude a resolver estos dos problemas?". Así nació el proyecto AIMOGA, liderado por ingenieros que Chery "fichó" de otras compañías con experiencia en robótica .

Hoy, tres años después, AIMOGA es una realidad tangible. "El robot puede ir a la recepción, puede quedarse allí. Puede dar la bienvenida a la gente, guiarla, explicarle el coche, darle información..." detalla Zhang . Equipado con un avanzado modelo de lenguaje de IA (que según Chery puede funcionar tanto en local como en la nube, aunque no especifican cuál), AIMOGA puede responder a las preguntas de los clientes, ofrecer presentaciones detalladas de los vehículos y gestionar tareas de recepción, liberando al personal humano para labores de mayor valor añadido. "Es un muy buen profesor. Puede responder a cualquier pregunta. Si le preguntas demasiado a una persona, se aburrirá", bromea Zhang .

Y lo más importante: AIMOGA ya habla varios idiomas y está preparado para operar en Europa, contando con la primera certificación de la UE del mundo para hardware y software integrado en un robot humanoide, garantizando la seguridad de la información y la privacidad.

De Wuhu al mundo (pasando por España): 10.000 robots en el horizonte

AiMOGA

El robot AiMOGA ya puede llevar a cabo diferentes acciones, incluyendo abrir puertas de vehículos / Fotografía de Christian Collado

AIMOGA no es un prototipo de laboratorio. Es un producto que ya ha empezado su despliegue global. Zhang Guibing nos confirmó que ya se han enviado las primeras unidades de AIMOGA a concesionarios de varias partes del mundo, incluyendo algunos en España.

El plan es ambicioso. "Empezamos ahora [...] paso a paso", comenta Zhang, pero el objetivo final es alcanzar las 10.000 unidades distribuidas en sus concesionarios a nivel global en los próximos años. Una cifra que da una idea de la escala a la que Chery está pensando.

Y AIMOGA es solo el principio. Aunque el modelo actual tiene una estética femenina ("porque cuando vas a los concesionarios, la mayoría del personal de recepción son mujeres", justifica Zhang), Chery ya trabaja en una familia completa de robots. En la presentación pudimos ver diseños conceptuales que incluían desde robots de aspecto masculino de diferentes tamaños hasta un imponente "monstruo" de dos metros de altura y robots con forma de animales, como leones y tigres. Sí, en serio.

La visión más radical: robots que pagan tu sueldo

Entrevista

Miembros de Chery, incluyendo el propio Zhang Guibing, durante la entrevista / Fotografía de Christian Collado

Pero la parte más fascinante, y a la vez inquietante, de la conversación con Zhang Guibing llegó cuando hablamos del modelo de negocio y del impacto laboral de estos robots. Lejos de verlos como una simple herramienta, Zhang plantea una simbiosis económica radicalmente nueva.

"En el futuro, no venderemos los robots. Podemos alquilarlos", explica. Y aquí es donde suelta la bomba: "Ellos [los robots] pagarán el salario a los empleados". La idea, según detalla, es que los concesionarios alquilen los robots a Chery mediante un pago mensual o trimestral. "Cuando tienes los robots, ellos pagan el salario. Creo que esto también es bueno", afirma con naturalidad.

Es una visión que rompe todos los esquemas. Un futuro donde la automatización no necesariamente destruye empleo, sino que lo financia. Un modelo donde la productividad generada por los robots se reinvierte directamente en pagar a los trabajadores humanos que, presumiblemente, se dedicarían a tareas de supervisión, mantenimiento o interacción de mayor nivel. Suena utópico, quizás ingenuo, pero escucharlo de boca del presidente de una de las mayores empresas automovilísticas del mundo le da un peso innegable.

El futuro ya está aquí (y tiene forma humanoide)

La conversación con Zhang Guibing deja claro que Chery no está jugando a ser una empresa tecnológica más. Están invirtiendo miles de millones en construir un futuro donde la inteligencia artificial y la robótica sean omnipresentes, desde sus coches hasta sus fábricas y, ahora, sus puntos de venta.

AIMOGA es solo el primer embajador de esa visión. Un robot que, más allá de sus capacidades técnicas (bimanualidad coordinada, navegación precisa, cabeza multiexpresiva... ), representa un cambio de paradigma. La llegada de estos "empleados" artificiales a los concesionarios españoles es inminente, y su impacto, tanto a nivel operativo como cultural, será enorme.

La visión de Zhang Guibing sobre robots que financian salarios humanos puede sonar a ciencia ficción, pero nos obliga a reflexionar sobre el verdadero potencial disruptivo de la IA y la robótica. Quizás el futuro del trabajo no sea una lucha entre humanos y máquinas, sino una colaboración mucho más profunda y extraña de lo que habíamos imaginado. Una cosa es segura: Chery está decidida a liderar esa conversación. Y lo está haciendo no con promesas, sino con robots que ya están de camino a un concesionario cerca de ti.

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