Por qué lo del Samsung Galaxy Fold no es como lo que ocurrió con el Galaxy Note7

Por qué lo del Samsung Galaxy Fold no es como lo que ocurrió con el Galaxy Note7

Septiembre de 2016. Samsung presentaba el que hasta ese momento, iba a ser posiblemente el mejor teléfono de su historia, el Samsung Galaxy Note7. Un smartphone con una pantalla de 5,7 pulgadas, procesador Exynos 8890 Octacore, 4GB de RAM, almacenamiento interno de hasta 64GB y una batería de 3.500 mAh... ¡La batería! El verdadero problema de este Galaxy Note7.

Todo recordaremos como un espectacular revuelo se inició cuando las primeras unidades del phablet de Samsung empezaron a explotar. Roturas de batería, sobrecalentamiento... muchas fueron las explicaciones de esta polémica que aunque solo afectó a unas pocas unidades, sí que generó una gran repercusión a lo largo de todo el mundo.

Ahora mismo estamos en 2019 y curiosamente con Samsung de nuevo como protagonista. Eso si, en esta ocasión no nos encontramos con ningún modelo de la familia Note ni con el miedo de que un teléfono se explote mientras lo cargamos, si no que ahora se trata del nuevo Samsung Galaxy Fold, el dispositivo con pantalla plegable de la firma surcoreana que lejos de tener una presentación tranquila pocos días antes de su puesta a la venta, se ha visto envuelto en una polémica que a aunque a muchos pueda recordar a la de su primo lejano, el Galaxy Note7, en realidad no tienen ni punto de comparación.

Los principales problemas del Samsung Galaxy Fold

vídeo de Samsung sobre el Samsung Galaxy Fold

Sucedió poco tiempo después de la presentación oficial del Samsung Galaxy Fold y de que algunas unidades fueran prestadas a periodistas, influencers o youtubers. Hasta iFixit explicó en un detallado artículo los verdaderos problemas del teléfono plegable de Samsung. Al parecer, el teléfono contaba con bastantes problemas de diseño que realmente impedían su uso de manera normal y continuada. Una pantalla frágil, partículas de polvo y suciedad que se introducían dentro de la pantalla e incluso el famoso "protector de pantalla" que se podía retirar pero que era imprescindible para el correcto funcionamiento del smartphone... errores que a priori eran inaceptables para un dispositivo de 2.000 euros.

Pero también vamos a ser realistas. El caso Galaxy Fold no es el mismo caso que el del Galaxy Note7. No nos encontramos --por suerte-- ante la misma situación y si lo que sucedió con el Note7 fue un verdadero desastre para la marca, no podemos decir lo mismo con el Galaxy Fold.

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Un modelo experimental vs una gama consolidada

Galaxy Note 7

Mientras que el Samsung Galaxy Note 7 era el séptimo terminal de una familia de terminales realmente consolidada en el mercado, no podemos decir lo mismo del teléfono plegable de Samsung. Este último dispositivo no es más que un experimento por parte de la firma. Lo que realmente ha pretendido Samsung es fabricar un dispositivo diferente, con una tecnología nueva y que por lo tanto está más predispuesta a contar con fallos. Su objetivo no es más que comprobar cuál es la reacción de los consumidores frente a las pantallas plegables y si realmente este tipo de dispositivos tienen un hueco en el mercado o no.

Lo del Galaxy Note 7 era otro cantar. Samsung venía de hacerlo muy bien con los anteriores teléfonos de la familia Note. Estos ya tenían un nicho de mercado consolidado y pocos usuarios se imaginaban el verdadero fracaso que este terminal iba a suponer, hasta el punto de prohibirse su uso durante algunos vuelos. Mientras que el Samsung Galaxy Note 7 fue un fracaso, de momento no podemos decir lo mismo del Galaxy Fold.

Un problema localizado a tiempo

Samsung Galaxy Fold bisagra plegado

Otra de las diferencias del caso Fold y del caso Note7 ha sido el momento en el que se ha descubierto los fallos. Lo cierto es que el problema de la batería del Note7 se descubrió cuando miles de unidades ya se habían puesto a la venta y estaban en casa de otros tantos usuarios; por otro lado los errores del teléfono plegable han sido localizados antes de su puesta a la venta oficial, sin que ningún consumidor haya podido adquirir ninguna unidad.

La diferencia es manifiesta. Mientras que un problema tenía poca o ninguna solución porque ya estaba vendiéndose el dispositivo -salvo la retirada del mercado del producto-, Samsung no ha perdido la esperanza con el Galaxy Fold. Una vez descubiertos los errores que padece este terminal, la marca coreana tan solo tiene que corregirlos antes de volver a ponerlo a la venta de manera oficial, cosa que no dudamos que hará.

Un problema técnico vs un problema "real"

Por otro lado vamos a ser sinceros. No es lo mismo que una batería explote mientras usamos el terminal o lo cargamos a que entre polvo debajo de una pantalla. Uno afectaba incluso a la integridad física del consumidor, el otro problema afecta directamente al bolsillo al ver que nos habríamos gastado 2.000 dólares en un teléfono con un diseño defectuoso.

Los errores del Galaxy Fold no suponen ningún riesgo para el usuario, por lo tanto no son ni un poco comparables con los del Note7. Errores que no ponen en peligro la salud del usuario y que no suponen ningún peligro real. ¿Errores importantes? Sin duda. ¿Errores que hay que corregir? También. Aún así, incomparables a que un smartphone explote en la mano.

No, lo sucedido con el Galaxy Fold no es lo mismo que lo sucedido con el Galaxy Note7

Por estos motivos, ambos casos no pueden ser comparables:

  • El Samsung Galaxy Fold es un teléfono experimental mientras que el Samsung Galaxy Note7 venía de una familia de smartphones contrastados.
  • Los problemas del Galaxy Fold han sido localizados antes de su puesta a la venta oficial. Los del Galaxy Note7 no.
  • No es lo mismo que entre polvo a la pantalla a que la batería explote. Los problemas del Galaxy Fold no suponen un riesgo para el usuario.

Así pues tan solo tenemos que esperar a que Samsung ponga a la venta el Galaxy Fold para saber si realmente han puesto punto y final a los problemas surgidos. Las pantallas flexibles van a ser una de las tecnologías a tener en cuenta en los próximos años y aunque no dudamos de que tienen mucho recorrido para mejorar, Samsung no puede ahora fallar con este dispositivo. Todo el mundo va a estar pendiente de ellos.

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