Argentinos tenían que ser: la mezcla perfecta entre futbolín y billar ha nacido
Tres modalidades diferentes y reglamento oficial
Si de algo dice saber un argentino es de parrillas y de fútbol, y lo sé de primera mano pues cuento con uno de ellos en mi reducido núcleo de amigos. Lo que desconocía un servidor es que también le daban al billar, claro que conociéndolos me lo podría haber imaginado.
Sea como fuere, no nos queda sino agradecerles uno de sus últimos inventos: una mesa de billar, o pool, que es también una cancha, como dirían ellos, de fútbol, y cuyo nombre es Gol-Pool.
Si estáis pensando que ya habíais visto algo así, estáis en lo cierto, pero Gol-Pool se diferencia del autodenominado soccerpool en que aquí no se reaprovecha una mesa común, sino que cuenta con la suya propia, y además tiene sus reglas bien definidas.
Pitido inicial
El juego enfrenta a dos equipos que disponen de 11 bolas de colores cada uno, distribuidas en su mitad del campo siguiendo formaciones reconocibles para cualquier aficionado: 4-4-2, 4-3-3 o variantes similares. Cada conjunto tiene también una bola portero situada en el punto de penalti, y los participantes cuentan además con una bola blanca cuya intervención depende de la modalidad elegida.
El comienzo de cada partida se decide con un sorteo. El ganador escoge entre sacar o elegir Arco-Tron, y el perdedor coloca primero sus bolas. El saque inicial debe dirigirse directamente a la portería rival; si entra, el jugador mantiene el turno, y si no, lo cede.
Para todos los niveles
Una de las claves de Gol-Pool son sus distintas modalidades. En profesional se juega toda la partida empleando la bola blanca DT, golpeándola contra una propia para intentar anotar. En semiprofesional los tiros son directos hasta el sexto gol, momento a partir del cual la dinámica pasa a funcionar como en profesional.
Y en amateur, todo el encuentro se basa en tiros directos, aunque con la opción de introducir la bola blanca en el tramo final si ambos lo acuerdan. Además, cualquier gol que toque previamente en banda suma doble, lo que añade un componente táctico muy particular.
Reglamento y todo
El reglamento también contempla numerosas faltas: desde eliminar una bola propia al enviarla fuera de la mesa, hasta conceder goles dobles al oponente si se expulsa sin querer una bola rival. El uso indebido de la bola blanca puede provocar tarjeta amarilla o roja según la gravedad, y un gol en propia puerta puede acarrear la eliminación de la bola implicada.
Incluso existe la figura del gol agónico: si un jugador emboca todas sus bolas, el rival conserva un último tiro si aún puede empatar o remontar. Y si el partido acaba en empate, la resolución se decide por penaltis.
Gol-Pool es, en definitiva, una reinvención lúdica que une dos pasiones universales. No sabemos si realizan envíos a España, pero podéis consultárselo directamente a sus responsables a través de Instagram o incluso WhatsApp.