Audio-Technica renueva su gama de cápsulas con la serie AT33x: precisión japonesa y nuevo diseño en zinc fundido
La legendaria firma japonesa presenta la serie AT33x, su primera gran actualización en una década. Nuevos materiales, mejor control de vibraciones y sonido más rico y natural

Audio-Technica acaba de presentar la serie AT33x. Hablamos de la primera actualización importante de sus cápsulas fonográficas desde 2014, cuando la marca japonesa renovó por última vez esta gama. La nueva serie incluye tres modelos estéreo (AT33xMLB, AT33xMLD y AT33xEN) y dos monofónicos (AT33xMONO/I y AT33xMONO/II). La novedad más llamativa es el uso de zinc fundido a presión, un material que Audio-Technica nunca había empleado antes en sus cápsulas y que cambia bastante la forma en que están construidas.
El zinc fundido ofrece mayor densidad y rigidez que el aluminio, que es lo que se suele usar. Esto hace que el cuerpo de la cápsula vibre menos cuando la aguja está leyendo el surco del disco. Menos vibraciones significa que la aguja lee con más precisión lo que hay grabado, sin que el propio cuerpo añada ruidos o coloraciones que no deberían estar ahí. También han rediseñado el sistema de suspensión interna para que funcione bien con más tipos de brazos de giradiscos, lo que facilita bastante la instalación.
Qué es una cápsula y para qué sirve








Vamos a empezar por el principio, porque si nunca has tocado un giradiscos esto puede sonar a chino. La cápsula es esa pieza pequeña que va en la punta del brazo del plato. Es donde está la aguja, sí, pero no es solo eso: dentro de esa cajita hay un sistema completo que convierte el movimiento físico de la aguja en señal eléctrica. La aguja va rebotando dentro del surco microscópico del vinilo, moviéndose de un lado a otro y arriba y abajo. Ese movimiento hace que unas bobinas se muevan dentro de un campo magnético, generando electricidad. Esa electricidad es la música.
Si la cápsula no funciona bien, da igual lo caro que sea tu giradiscos o tu amplificador: el sonido va a ser mediocre. Es como tener una cámara de fotos con un objetivo malo: puedes tener el mejor sensor del mundo, pero la foto va a salir borrosa. Por eso las cápsulas importan tanto, y por eso hay gente dispuesta a gastarse 600 euros en una. Sí, es una barbaridad, pero estamos hablando de equipos de alta fidelidad donde cada pieza cuenta.
El cuerpo de estas nuevas cápsulas combina tres materiales distintos: zinc fundido, aluminio y polímero rígido. Están colocados estratégicamente para que las vibraciones se repartan por toda la estructura en lugar de acumularse en un punto. ¿Por qué importa eso? Porque si el cuerpo vibra demasiado, esas vibraciones también se convierten en señal eléctrica. Y entonces escuchas cosas que no están en el disco: un zumbido aquí, un énfasis raro en los graves allá. Con tres materiales repartiendo las vibraciones, eso no pasa. O pasa mucho menos, sobre el papel.
Cada una de las cinco cápsulas está fabricada en Japón y acabada a mano, pieza por pieza. No es marketing: cuando trabajas con componentes tan pequeños y tolerancias tan ajustadas, necesitas que alguien revise cada unidad antes de que salga de fábrica. Un desajuste de décimas de milímetro en el peso o en el ángulo de la aguja puede arruinar el sonido. Por eso las cápsulas buenas son caras: porque llevan mucho trabajo manual detrás.
















Los tres modelos estéreo se diferencian principalmente por el tipo de aguja que llevan. La AT33xEN monta una aguja elíptica desnuda, que es la más básica de las tres. Es como una pelotita de rugby muy pequeña que va tocando las paredes del surco. La AT33xMLD lleva una Microlinear, que tiene un perfil más afilado y hace más contacto con las paredes del surco. Más contacto significa que puede leer mejor los detalles grabados, especialmente en las frecuencias altas. Y la AT33xMLB —el modelo más caro— también monta Microlinear pero con un brazo interno de boro sólido, que es más ligero y rígido que el duraluminio normal. Menos masa moviéndose, más precisión al leer, menos distorsión. Esto parece alquimia, pero es científicamente medible y demostrable.
Las dos cápsulas monofónicas están pensadas específicamente para discos antiguos grabados en mono, esos de los años 50 y 60. Aquí hay que explicar una cosa: los discos mono tienen surcos que solo se mueven de lado a lado, en horizontal. Los discos estéreo modernos, en cambio, se mueven también arriba y abajo, en vertical. Si usas una cápsula estéreo para leer un disco mono, acabas captando ruido del movimiento vertical que no debería estar ahí, porque en los discos viejos ese eje solo tiene suciedad y desgaste. Las cápsulas mono solo leen el eje horizontal, así que el sonido sale más limpio. Es un detalle técnico, pero marca la diferencia si tienes colección antigua.
El sistema de doble bobina permite separar bien el canal izquierdo y el derecho, que es lo que hace que la música suene colocada en el espacio en lugar de venir toda del mismo sitio. Imagina que estás escuchando una orquesta: con buena separación puedes distinguir dónde está cada instrumento. El violín a la izquierda, el chelo a la derecha, la batería al centro. Eso es lo que hace una buena cápsula estéreo. Audio-Technica usa hilo de cobre especial sin impurezas en las bobinas, lo que en teoría reduce las interferencias. Los conectores llevan un baño de oro más grueso de lo habitual para que haya menos pérdida de señal entre la cápsula y el amplificador.












El brazo interno que sostiene la aguja está hecho de duraluminio con forma cónica, más estrecho en la punta. Eso mejora el control en las frecuencias altas —los agudos— sin que pierda calidez en las medias y bajas. El imán de neodimio que lleva dentro genera un campo magnético potente, lo que hace que la conversión del movimiento mecánico en señal eléctrica sea más eficiente. Todo esto sobre el papel, claro; habrá que esperar a que lleguen las primeras reviews independientes para saber cómo suenan de verdad comparadas con otras cápsulas de precio similar.
Los orificios roscados para el montaje facilitan la instalación en la mayoría de los brazos de giradiscos actuales, sin necesidad de adaptadores ni piezas adicionales. Esto simplifica bastante el proceso si no tienes mucha experiencia cambiando cápsulas. Si estás buscando un giradiscos de gama alta de la misma marca, el AT-LP8X es una opción dentro del catálogo de Audio-Technica que podría funcionar bien con estas nuevas cápsulas. Es semiautomático, así que no tienes que preocuparte de levantar el brazo a mano cuando acaba el disco.
La serie AT33x viene en embalaje completamente libre de plástico: solo papel reciclable. Audio-Technica ha optado por reducir el impacto ambiental del packaging, algo cada vez más habitual en productos de esta gama. La serie estará disponible a partir del 23 de octubre con precios desde 599 euros para los modelos estéreo y desde 399 euros para los monofónicos. Son cifras que la sitúan en el segmento de gama alta del mercado, pensadas para quien ya tiene un equipo montado y quiere dar un salto de calidad en la reproducción de vinilo.