El lado oscuro de la IA: Meta construye un centro de datos del tamaño de 70 campos de fútbol mientras vecinos denuncian que "temen beber su propia agua"

Los centros de datos generan un gran impacto medioambiental, afectando a los vecinos más cercanos

El lado oscuro de la IA: Meta construye un centro de datos del tamaño de 70 campos de fútbol mientras vecinos denuncian que "temen beber su propia agua"
El consumo energético y acuífero de los centros de datos lo hacen un avance problemático a nivel medioambiental
Publicado en Tecnología

El crecimiento acelerado de la Inteligencia Artificial tiene en los centros de datos uno de sus grandes pilares. Sin embargo, la construcción cada vez más masiva de estas instalaciones están generando problemas medioambientales que repercuten negativamente en la calidad de vida de los pueblos cercanos. Así ocurre con un centro de datos creado recientemente por Meta, del tamaño de 70 campos de fútbol, que está generando problemas en el subsuelo y en el agua corriente que llega a sus poblaciones más próximas.

Un centro de datos que ha dañado la vida autóctona

Aunque bien es cierto que, en el panorama actual, la construcción de centros de datos para gestionar la masiva cantidad de energía que requiere una Inteligencia Artificial se antoja como una tendencia imparable, la realidad es que los centros de datos que se construyen pueden crear serios perjuicios medioambientales que afectan directamente a los territorios cercanos. Así ha ocurrido con el centro de datos de Meta en el Estado norteamericano de Georgia, donde dicha edificación ha hecho aumentar los sedimentos del agua corriente.

Tal y como explican los vecinos Jeff y Beverly Morris a The New York Times, el centro de datos de Meta que tienen a 300 metros de su casa está causando problemas graves a la calidad del agua, generando averías constantes en sus cañerías por los sedimentos que ahora arrastran. "Parece que estamos luchando en una batalla que no podemos ganar y para la que no nos quisimos apuntar. (...) Nos aterra beber nuestra propia agua".

Meta, por su parte, defiende que la creación de sus centros de datos no solo es positivo para la industria, sino que también genera un impacto positivo en los territorios donde son instalados. Afirman que el agua la reutilizan varias veces a la hora de refrigerar sus servidores, y que tratan de usar en la mayor medida posible el agua de la lluvia para reducir el uso de agua doméstica. Sin embargo, este tipo de centro de datos requieren de casi 2 millones de litros de agua diarios para tales labores de refrigeración.

El problema medioambiental de la IA

Desde hace muchos años, muchas asociaciones advierten de que la Inteligencia Artificial es una tecnología con la que se derrochan recursos para obtener resultados que, a nivel medioambiental, no compensan el impacto que generan. Sin embargo, la tendencia del mercado y del consumo de la población se va en dirección opuesta, y en los últimos 3 años, el uso de tecnologías de IA generativa se ha disparado exponencialmente. Es por eso que las compañías están acelerando en su proceso de crear centros de datos y buscar personal para ello.

Con ello, el uso de herramientas basadas en Inteligencia Artificial se ha convertido en un constante objeto de debate, ya no solo por el impacto que puede generar en muchos sectores de trabajo con compañías que buscan beneficios de manera agresiva, sino también por la cantidad ingente de agua que consumen dichas herramientas y que impactan en un bien finito como el agua.

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