El tocadiscos más inesperado de Pro-Ject no es una edición especial ni cuesta una fortuna
Pro-Ject sorprende con un modelo que elimina Bluetooth, USB y streaming para centrarse en la experiencia analógica pura por 329 euros

El mercado del vinilo sigue creciendo, pero muchos principiantes se pierden entre aparatos sobrecargados de funciones innecesarias. Pro-Ject Audio Systems, conocida por ediciones especiales temáticas y modelos de gama alta, sorprende ahora con el E1.2, un tocadiscos que apuesta por la pureza analógica sin distracciones digitales. Este modelo europeo elimina toda conectividad moderna para centrarse exclusivamente en lo esencial: reproducir discos con calidad y precisión.
Como informa HiFi Pig, el E1.2 no tiene Bluetooth, USB ni streaming para quedarse solo con lo manual. Se fabrica en Europa y no ocupa demasiado espacio, así que debería encajar sin problemas en casa.
Un enfoque radical: menos tecnología, más música
Aquí tenemos algo curioso. En una época donde los tocadiscos incorporan apps, conectividad inalámbrica y conversión digital, Pro-Ject ha tomado el camino opuesto. El E1.2 representa la idea de que el vinilo debe ser una experiencia táctil, sin intermediarios tecnológicos que compliquen la conexión directa entre usuario y música.
Lo más interesante del E1.2 frente al modelo E1 anterior está en el plato de aluminio de 730 gramos que sustituye al anterior de ABS. Este cambio aporta mayor inercia rotacional y menos vibraciones, aspectos fundamentales para mantener la velocidad constante y reducir la distorsión. El anillo perimetral de TPE completa el sistema de aislamiento.
El brazo de 8.6 pulgadas utiliza un sistema gimbal que permite movimiento fluido con poca fricción. Su construcción incluye una cabeza de fibra de carbono que reduce la masa efectiva, mejorando el seguimiento del surco. El cartucho incluido Pick it E incorpora imán de neodimio y aguja cónica, con un sonido equilibrado que está bien para empezar.
La base de fibra compuesta y las patas amortiguadoras completan un diseño anti-resonante. Tres acabados disponibles —negro brillo, blanco satén y nogal— permiten adaptarlo a cualquier decoración. Los cables RCA con terminaciones bañadas en oro minimizan las pérdidas de señal hacia el amplificador.
Aunque no incluye preamplificador interno, funciona con cualquier entrada phono estándar. Va perfecto con amplificadores híbridos, sistemas activos con entrada phono o preamplificadores externos. Pro-Ject tiene opciones como la gama Phono Box para sistemas que necesiten amplificación adicional. No es como el Uni Box S3, que viene cargado de conectividad moderna y funciones de streaming.
El fabricante austriaco garantiza repuestos durante 25 años, junto con garantía de dos años. Apuesta clara por hacer cosas que duren, y si quieres cambiar el cartucho o mejorar algo más adelante, puedes hacerlo sin problemas.
Lanzado oficialmente en julio de 2025, el E1.2 busca ser una entrada accesible al vinilo. En Europa cuesta 329 euros con IVA incluido, un precio contenido para lo que ofrece. Ya está disponible a través de la red habitual de Pro-Ject.
En tiempos donde lo retro se vende como vintage, el E1.2 dice algo claro: el vinilo no es moda, es experiencia. Sin apps, sin streaming, sin conectividad innecesaria. Solo el disco girando, la aguja siguiendo el surco y el sonido que sale de ese ritual completamente analógico. Un enfoque que contrasta con otros lanzamientos recientes de la marca, desde ediciones temáticas como la de Charlie Brown con Bluetooth y diseños llamativos, hasta modelos automáticos como el A1.2 que simplifican la operación, o propuestas espectaculares como el tocadiscos inspirado en AC/DC con mayor complejidad visual.
¿Tiene sentido un tocadiscos sin conectividad en 2025? Probablemente sí. Mientras otros fabricantes añaden funciones porque pueden, Pro-Ject se atreve a quitar hasta quedarse con lo básico. Si prefieres lo tangible antes que lo virtual, el E1.2 puede ser exactamente lo que necesitas.