Elon Musk, el hombre más rico del mundo, asegura conocer la "única solución" para la crisis económica global: "Solo la IA y la robótica pueden salvarnos"

En una aparición en el pódcast de Nikhil Kamath, Elon Musk vuelve a colocar a la inteligencia artificial en el centro del futuro de la economía global, ante una deuda nacional estadounidense que supera los 25.000 millones de euros y cuyos pagos por intereses consumen ya el 15% del gasto federal, declara que la única vía de escape es un aumento de la producción sin precedentes: "Creo que es prácticamente lo único que va a resolver la crisis de la deuda de EE. UU..", afirmó, refiriéndose a la implantación de la IA y la robótica a gran escala.

Estas declaraciones llegan en un momento de transición para el magnate, después de meses al mando del controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del presidente Donald Trump, una experiencia que él mismo ha calificado como una "interesante misión secundaria", y de una muy pública ruptura política, Musk parece estar reconduciendo su influencia hacia el terreno que mejor conoce.

Una deuda "completamente insostenible"

El punto de partida de Musk es una cifra que alarma a economistas y legisladores (y a todo el mundo); el costo de mantener la deuda pública de Estados Unidos, tan solo en octubre de 2025, los intereses ascendieron a 90.000 millones de euros, Musk destacó que estos pagos ya superan todo el presupuesto militar del país, una carga que, advierte, no hará más que crecer a corto plazo.

Tradicionalmente, para reequilibrar el desajuste deuda-PIB, un país tiene dos opciones, o recorta gastos o consigue más dinero, Musk, tras su experiencia al frente del DOGE, donde su misión era precisamente identificar y eliminar el gasto superfluo del gobierno, parece haber concluido que la austeridad tiene sus límites, allí, su equipo intentó aplicar lógicas empresariales para recortar miles de millones, pero sus métodos radicales encontraron una feroz resistencia política y burocrática, lo que finalmente precipitó su salida y una ruptura temporal con Trump.

Elon Musk details D.O.G.E.’s most SHOCKING discoveries. pic.twitter.com/hUKizwHA2g

— Mila Joy (@Milajoy) November 30, 2025

Por ello, su apuesta se decanta claramente por la segunda vía: el crecimiento, pero no uno cualquiera, uno exponencial impulsado por lo que él considera la próxima revolución industrial; "siempre que la civilización siga avanzando, tendremos IA y robótica a muy gran escala", declaró, señalando que esta transformación es inevitable y debe ser aprovechada como la gran palanca para salir de este atolladero fiscal.

El razonamiento de Musk se basa en que piensa que la IA y la robótica avanzada conducirán a un aumento dramático en la producción de bienes y servicios, sin embargo, esta abundancia generaría un efecto secundario: la deflación. "Probablemente tendrás deflación... porque simplemente no puedes aumentar la oferta monetaria tan rápido como aumentas la producción", explicó.

Este fenómeno de "crecimiento desinflacionario" no es una idea exclusiva de Musk, analistas de firmas como BlackRock ya han señalado que la IA puede ser una fuerza que reduzca costos unitarios y aumente la producción, lo que se traduce en mayores márgenes de beneficio y productividad.

Musk va un paso más allá y predice que, si la producción supera el crecimiento de la oferta monetaria, los precios caerían, escenario en el que los bancos centrales podrían reducir las tasas de interés a cero, aliviando de forma total la presión de la deuda. Su pronóstico temporal es optimista: cree que en tres años o menos, el crecimiento de la producción de bienes y servicios podría superar la tasa de inflación, iniciando una nueva fase económica.

Elon es una persona muy sensacionalista, eso ya lo sabemos, he de admitir que este razonamiento tiene algo de lógica, puede que la Inteligencia Artificial consiga reducir los costes humanos de una empresa y aumentar sus beneficios y niveles de productividad, pero me parece imprudente no tener en cuenta los efectos que esto podría tener en el mercado laboral y la vida de las personas normales, pensar en el bienestar del capital y dejar de lado el de los ciudadanos es algo muy común entre los grandes empresarios, pero todos sabemos que es algo que no siempre sale bien.