Elon Musk ha tenido acceso al arsenal nuclear de Estados Unidos, y es un gran peligro para la ciberseguridad
Dos jóvenes sin experiencia del equipo DOGE accedieron a sistemas con información del arsenal nuclear, evidenciando graves fallos de seguridad en instalaciones críticas del gobierno

Dos jóvenes del equipo DOGE de Elon Musk, Luke Farritor (exbecario de SpaceX) y Adam Ramada (inversor de capital riesgo), consiguieron entrar durante dos semanas a redes con datos secretos del arsenal nuclear estadounidense, según documentos que ha revisado NPR. Este departamento, creado por Trump para supuestamente "agilizar la burocracia", suma ya varias quejas por poner en riesgo información crítica de defensa, como ha dado a conocer Futurism.
El Departamento de Energía (DOE) primero lo negó todo, pero después admitió que ambos tenían cuentas en los sistemas de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA). Aunque aseguran que nunca las usaron, fuentes internas confirmaron que sus nombres aparecían en listados exclusivos para ordenadores en zonas restringidas. Esto contradice lo que dijo el secretario de Energía Chris Wright, quien en febrero calificó estos informes de simples "rumores".
El peligroso juego de Musk con datos sensibles del gobierno
El DOGE funciona con un acuerdo de 2018 que le deja ver, copiar y cambiar datos del gobierno sin que nadie lo supervise. En enero de 2025, intentaron echar a cientos de trabajadores de la NNSA, algo que tuvieron que revertir tras las protestas. La Junta Nacional de Relaciones Laborales ya había señalado al departamento por generar un serio problema de seguridad al detectar movimientos extraños de datos.
Los expertos consultados por NPR advierten que el simple hecho de crear estas cuentas ya compromete la seguridad. Lo más preocupante: el sistema detectó varios accesos desde una IP rusa usando credenciales de una cuenta DOGE recién creada. Aunque no hay pruebas de que vieran secretos nucleares, el saltarse las normas de seguridad hace dudar de la protección de infraestructuras vitales.
Congresistas republicanos y demócratas han pedido investigaciones independientes, tachando lo ocurrido de "temeridad". Que Farritor y Ramada no tengan experiencia con información clasificada empeora las cosas, sobre todo porque entraron a los sistemas pese a la oposición del asesor legal y el jefe de informática del DOE.
Este episodio se suma a otros comportamientos controvertidos de Musk, quien hace poco puso en duda si Stargate es viable, un proyecto de 500.000 millones para revolucionar la IA. Los analistas señalan que aplicar su filosofía de "romperlo todo" en áreas como la defensa podría comprometer la seguridad del país por anteponer intereses privados.
Una encuesta reciente revela que el 63% de estadounidenses no se fía de las conexiones de Musk con agencias gubernamentales. Esta desconfianza ha crecido con otros incidentes como las críticas del fabricante chino CATL a su gestión, o las acusaciones sobre amenazas a trabajadores con deportarlos si no cumplían sus exigencias.
El poder de Musk creció aún más en marzo con la compra de X por xAI por 45.000 millones, operación criticada por expertos por sus valores inflados y claros conflictos de interés. Este control sobre datos e IA, junto al acceso a información confidencial del gobierno, hace que muchos se pregunten hasta dónde debe llegar la influencia privada en asuntos de Estado.