Estados Unidos hace saltar las alarmas con China: vetaron a Huawei para evitarlo, pero ya están cerca de alcanzarles

El asesor tecnológico de la Casa Blanca, David Sacks, acaba de soltar una bomba: China ha reducido su brecha tecnológica en diseño de semiconductores a tan solo año y medio o dos años respecto a Estados Unidos. Este avance, que ha comentado en una entrevista con Bloomberg, demuestra cómo empresas chinas como Huawei han encontrado maneras ingeniosas de sortear las restricciones estadounidenses.

Huawei es el gran protagonista de esta historia. La compañía china está preparando el despliegue masivo de su nuevo procesador 910C para inteligencia artificial, que básicamente combina dos chips 910B anteriores para duplicar potencia computacional. Tal y como publican en TechSpot, este procesador ofrece un rendimiento comparable al H100 de Nvidia en el mercado doméstico chino.

Las empresas estadounidenses van a tener problemas

Sacks advierte que si Huawei consigue llevar sus productos al mercado internacional, las empresas de Estados Unidos van a enfrentarse a una competencia mucho más dura en hardware de IA. El asesor también alerta sobre algo que puede sonar paradójico: controles de exportación demasiado estrictos podrían acelerar la capacidad china para igualar la ventaja tecnológica estadounidense.

Esta preocupación llevó a la administración Trump a eliminar una norma de la era Biden que restringía exportaciones de GPUs y exigía licencias especiales para compradores internacionales. La estrategia busca un equilibrio entre mantener fuera de China los chips más avanzados y permitir ventas a países aliados que cumplan requisitos de seguridad.

Lo que quieren es establecer la tecnología estadounidense como estándar global, asegurando a las empresas de EE.UU. la mayor cuota posible del mercado internacional. Pero las cosas se complican, porque las sanciones estadounidenses ahora se aplican a cualquier empresa mundial que utilice chips de IA de Huawei, sin importar su ubicación.

Aunque el fundador de Huawei reconoce que sus GPUs están una generación por detrás de los productos estadounidenses más avanzados, Sacks apunta algo importante: muchas aplicaciones de IA no necesitan hardware de última generación. Esto le abre una ventana a Huawei para convertirse en un competidor serio mediante productos potentes y asequibles.

La cosa no se queda solo en Huawei. Xiaomi acaba de anunciar una inversión de 7.000 millones de dólares para desarrollar sus propios chips, buscando reducir su dependencia de Qualcomm y MediaTek en un contexto de restricciones tecnológicas crecientes.

El avance chino en semiconductores está cambiando las reglas del juego en la geopolítica tecnológica. Aunque análisis anteriores sugerían que China seguía por detrás en la carrera de la IA, las nuevas capacidades de diseño de chips van a complicar bastante las cosas para la administración norteamericana en los próximos años.