Xiaomi invertirá casi 7.000 millones de dólares para desarrollar sus propios chips
La firma china destinará 50.000 millones de yuanes durante la próxima década para reducir su dependencia de Qualcomm y MediaTek con el nuevo Xring O1

Nadie esperaba una inversión tan importante, pero Xiaomi acaba de dar un paso decisivo. La firma china invertirá 50.000 millones de yuanes (unos 6.170 millones de euros) durante la próxima década para crear sus propios chips. El CEO, Lei Jun, lo ha confirmado a través de Android Headlines, dejando claro que buscan independizarse de Qualcomm y MediaTek mientras China intenta evitar las restricciones comerciales de EE.UU.
La empresa, que compró parte de VeriSilicon en 2019, no parte de cero en esta iniciativa. Ya ha invertido 13.500 millones de yuanes en el desarrollo de su nuevo procesador de gama alta desde 2021, tras el lanzamiento de su primer chip Surge S1 en 2017.
Un salto al diseño de chips que ya tiene fecha
El plan arranca este mismo 2025 con una primera inyección de 6.000 millones de yuanes (741 millones de euros). Xiaomi ya ha reunido a más de 2.500 expertos en semiconductores, colocándose entre las tres empresas con más músculo en este terreno en China. Como ha dicho Lei Jun, los chips son "un pico que debemos escalar", admitiendo que se enfrentan a un reto tan caro como complejo.
Con esta estrategia, Xiaomi sigue la línea de Apple y Huawei, demostrando que controlar el desarrollo de sus dispositivos puede suponer una ventaja competitiva. No resulta sorprendente, ya que a finales del año pasado anunciaron que abandonarán a Qualcomm gradualmente en 2025.
El Xring O1, presentado hace apenas unos días, está fabricado con un proceso de 3 nanómetros por TSMC, evitando recurrir a la china SMIC (limitada a 7 nm por las sanciones). Este chip pretende competir con el Snapdragon 8 Elite y el Apple A19, y lo veremos primero en el Xiaomi 15S Pro.
Todo esto ocurre mientras China invierte considerablemente en semiconductores para hacer frente a las restricciones de EE.UU., que desde 2023 han limitado el acceso a tecnologías avanzadas. TSMC sigue en medio de la tensión geopolítica, aunque todavía puede fabricar chips móviles de 3 nm para clientes como Xiaomi.
El panorama competitivo se intensifica: Huawei ya utiliza sus Kirin en sus dispositivos premium y Apple domina la gama alta con chips propios. Según filtraciones, Xiaomi planeaba lanzar su procesador en el primer trimestre, pero han adelantado sus planes.
Xiaomi también prepara su segundo vehículo eléctrico, el SUV YU7, completando su ecosistema. Los analistas consideran que la integración entre chip y dispositivo mejorará notablemente el rendimiento y la autonomía. A largo plazo debería reducir costes, aunque primero tendrán que afrontar importantes retos técnicos que otros fabricantes ya han experimentado.
Estamos ante una transformación significativa: Xiaomi evoluciona de ensamblar componentes de terceros a desarrollar su propia tecnología. El éxito dependerá de mantener la inversión y gestionar las complejas relaciones comerciales internacionales, demostrando que su Xring O1 está a la altura de los principales procesadores del mercado.