Francia se rebela contra Shein: la apertura de tiendas físicas desata la polémica por el "choque de competitividad" chino
El próximo aterrizaje masivo de tiendas físicas de Shein en Francia, sin duda la cuna del 'prêt-à-porter', ha causado un terremoto que incluso alcanza el debate político en nuestro país vecino... ¡Así que el futuro era esto!

Son los mismos gobiernos que han primado la globalización, la deslocalización de industrias y la liberalización total de los mercados. Pero ahora parece que en Europa estos largos años se han convertido en piedra y todo son preocupaciones. No en vano, el aterrizaje masivo de los coches chinos y su enorme ventaja en cuanto a tecnología de electrificación no ha hecho más que acrecentar las comparativas con "una nueva Nokia", mientras que en los últimos días Shein ha causado un terremoto en Francia, la cuna del 'prêt-à-porter', mientras desembarca con sus tiendas físicas en el país vecino.
Y es que sí amigos, tal y como nos contaban desde Bloomberg, en el país de Louis Vuitton, Hermès o Cartier parece que ahora Shein quiere compartir espacios en algunos de los lugares más emblemáticos, precisamente incluso en antiguos locales de unas Galeries Lafayette que son visita obligada por ejemplo en la ciudad de Paris.
El anuncio del gigante chino, adalid sin duda del cuestionado movimiento ultra fast fashion, ha causado una ola de críticas e indignación que ha llegado incluso a remover el debate político en Francia, un país donde un enfrentamiento como este, ante sus míticas marcas de moda, es casi una afrenta cultural.
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Así pues, el rechazo es casi unánime aunque la situación no tiene visos de mejora, pues la liberalización total de los mercados implica que, tal y como confirmaban desde la administración de la ciudad de Limoges, no se puede prohibir legalmente la apertura de una tienda física de Shein ni de ninguna otra compañía: "el comercio es un derecho constitucional".
La protesta de Galeries Lafayette es poco más que simbólica, pues ya no es la propietaria de los locales, así que su capacidad para frenar la apertura de Shein es bastante limitada. Además, la industria de la moda francesa ha perdido casi 50.000 empleos en los últimos tiempos, y a pesar de que las empresas ven a Shein como parte del problema no parece que los consumidores y las consumidoras estén dispuestos a renunciar a moda rápida y asequible a cambio de un coste mucho mayor por simples cuestiones "de marca".
Las quejas en Francia por la apertura de tiendas físicas de Shein parecen poco más que simbólicas, pues legalmente no puede negarse el derecho al comercio. Además, los consumidores no parecen dispuestos a renunciar a la moda rápida y asequible, pues de hecho, es que Francia es el mayor mercado de Shein en toda Europa.
Lo cierto es que Shein promete ahora cientos de nuevos empleos y la dinamización de los centros urbanos, aunque las acusaciones contra la compañía china son muchas: explotación laboral, venta de productos falsificados, falta de transparencia, inseguridad en la plataforma y así un largo etcétera...
En todo caso ahora el problema es más global y Europa lo sabe. No en vano, es que a Shein ya se le han impuesto en Francia varias limitaciones y costes adicionales en impuestos, aunque el mercado de la moda no es tan estratégico como el de la automoción y no sabemos dónde acabará todo esto. Lo que sí parece es que estos movimientos generan siempre un ruido enorme y un revuelo importante, buscando ahora, seguramente tarde, defender una industria europea que parecía dormida en los laureles mientras contaba los pingües beneficios de la producción deslocalizada.