La diminuta casa prefabricada de tus sueños existe y tiene forma de chalet: es encantadora
Este modelo utiliza una red suspendida para conectar los dormitorios y maximizar la luz, aunque sacrifica el lavabo del baño para ahorrar espacio
La firma francesa Baluchon ha vuelto a demostrar que no hacen falta muchos metros cuadrados para vivir con dignidad, siempre que el diseño acompañe. Su último proyecto, bautizado como "Into the Woods", es una minicasa sobre ruedas de apenas seis metros de largo que se las arregla para alojar a dos personas de forma permanente, desafiando esa idea preconcebida de que estas viviendas son solo para escapadas de fin de semana.
La información aparece detallada en New Atlas, donde explican que la estructura descansa sobre un remolque de doble eje. Lo que llama la atención es el acabado exterior en madera de cedro rojo y aluminio negro, una combinación que le da aspecto de cabaña alpina moderna. Pero el verdadero mérito está en el interior, donde han tenido que hacer malabares para meter un salón, cocina y dos habitaciones sin que el resultado sea un agobio para sus habitantes.
Una red para dormir casi en el aire






















La planta baja es un ejercicio de contención inteligente. El salón es diáfano y prescinde de sofá grande en favor de una butaca y una estufa de leña, vital para los inviernos en los Alpes. Lo más interesante es la mesa de comedor de roble: es abatible y sirve tanto para comer cuatro personas como de escritorio para trabajar. Es una filosofía de mobiliario multifunción muy similar a la de esa casa prefabricada que funciona como un puzle, permitiendo adaptar el espacio según la hora del día.
Lo más ingenioso está arriba. Para encajar dos dormitorios con techos bajos, han conectado la habitación principal con el resto de la casa mediante una red transitable suspendida sobre el salón. Esto permite que la luz fluya entre niveles y evita esa sensación de ataúd típica de los altillos, una solución más creativa que la de otras minicasas de lujo remolcables que suelen apostar por pasillos oscuros o escaleras que comen demasiado espacio útil en la planta baja.
Claro que vivir en seis metros exige sacrificios. El baño incluye inodoro y ducha, pero han tenido que eliminar el lavabo por falta de sitio, obligando a usar el fregadero de la cocina para asearse. Es un peaje funcional importante, aunque comprensible si vemos los malabarismos que hacen otras casas para meter a seis personas en superficies similares, donde la privacidad y los servicios suelen brillar por su ausencia.
Aunque no han dado la cifra exacta de esta unidad, los modelos de Baluchon suelen arrancar en unos 85.000 euros. No es una ganga para el tamaño que tiene, pero demuestra que el diseño a medida puede convertir un remolque en un hogar viable, siempre que estés dispuesto a renunciar a ciertas comodidades básicas como lavarte los dientes en el cuarto de baño.