Las empresas que reemplazan a sus trabajadores por IA están cometiendo un grave error, pero todavía no lo saben y puede ser muy tarde
Las compañías que reemplazaron empleados por IA enfrentan fracasos operativos y costes inesperados que las obligan a recontratar trabajadores humanos

La apuesta de sustituir trabajadores por inteligencia artificial se está convirtiendo en una pesadilla empresarial. Las compañías que despidieron empleados masivamente para implementar agentes automatizados descubren ahora que la tecnología no cumple con sus promesas y que rectificar requiere inversiones millonarias que no habían contemplado en sus presupuestos iniciales.
Según nos cuentan desde Futurism, incluso las soluciones más avanzadas solo completan el 24% de las tareas que se les asignan, bastante lejos del rendimiento humano que prometían las grandes tecnológicas cuando convencieron a los directivos de que la automatización total era la solución a todos sus problemas.
El espejismo de los agentes autónomos
El entusiasmo se disparó cuando figuras como Sam Altman de OpenAI dijeron que 2025 sería el año de los agentes completamente autónomos. Klarna despidió al 22% de su plantilla en 2024 siguiendo esta ola, pero los resultados han sido un fiasco para muchas compañías que se subieron al carro.
Los supuestos agentes de IA han resultado ser herramientas normales que necesitan que alguien las vigile. Ed Zitron, crítico tecnológico, los describe como automatizaciones disfrazadas que requieren programación constante y dan resultados bastante pobres. Solo el 45% de gerentes de TI tiene políticas formales para usarlos.
Pero el problema va más allá de que no funcionen bien: estos sistemas han filtrado información confidencial y cometido errores que han costado millones. Un empresario que despidió al 90% de sus programadores para meter IA en su lugar ahora anda buscando ingenieros humanos en LinkedIn como un loco. Google también está en el ajo y planea reestructuraciones que podrían suponer el despido de 30.000 empleados para integrar IA en sus procesos, pero casos como el de Klarna demuestran que esto puede salir muy mal.
El 50% de ejecutivos encuestados por Gartner va a abandonar sus planes de despidos para 2027, mientras que el 62% de empleados piensa que la IA está sobrevalorada según Workplace Intelligence. El CEO de Klarna ya está avisando de que estos despidos masivos van a provocar una recesión.
Ahora las empresas hablan de enfoque híbrido, una forma elegante de decir que se han dado cuenta de que necesitan personas. Kathy Ross de Gartner explica que el toque humano sigue siendo necesario en muchas situaciones, y que las organizaciones tienen que encontrar el equilibrio entre tecnología y empatía.
Klarna empezó en mayo una campaña de recontratación después de su despido masivo, una muestra del cambio de rumbo que están viviendo muchas compañías. Mientras tanto, algunos ejecutivos que echaron a plantillas enteras para meter IA se ríen públicamente de sus antiguos trabajadores, sin darse cuenta de los problemas que se les vienen encima.
La cosa está clara: cambiar personas por IA no es solo cambiar una herramienta por otra, sino un proceso complicado que necesita planificación y cabeza. Las empresas están pagando ahora el precio de haberse precipitado, mientras que los trabajadores recuperan valor en un mercado que está descubriendo que la automatización tiene límites.