Los centros de datos en el espacio, la nueva esperanza contra la crisis energética que se avecina por la IA
Un nuevo estudio busca reducir el impacto energético y ambiental de los centros de datos enviándolos a órbita
 Aunque la Inteligencia Artificial está propiciando progresos tecnológicos a gran escala, los centros de datos y su masivo consumo energético muestran la cara oscura de este progreso a nivel energético y ambiental. Es por eso que un grupo de investigadores ha estudiado la posibilidad de enviar los centros de datos al espacio para hacer que dichos espacios se conviertan en sistemas carbono neutrales y se reduzca tanto la demanda energética como su impacto medioambiental.
Centros de datos al espacio, una solución ecológica
Dicha investigación ha sido llevada a cabo y publicada por investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur para la revista Nature Electronics, y apuestan por la posibilidad de enviar estos centros de datos a la órbita terrestre para que se alimenten de energía solar durante las 24 horas del día. Con ello, precisamente lugares como Singapur, con importantes limitaciones en cuanto a superficie, podrán lidiar con centros de datos, directamente desde la órbita terrestre baja.
De esa manera, no solo se nutre de energía de manera autosuficiente, sino que también evita cualquier tipo de impacto físico, ya que cambian por completo los ecosistemas próximos por su consumo de agua y su superficie. Además, el frío del espacio en sí actuaría como refrigerante natural, lo que haría que no fuera necesario el uso de miles de millones de litros de agua, tal y como sucede en los centros de datos de la superficie terrestre.
"El espacio ofrece un ambiente verdaderamente sostenible para la computación. (...) Debemos soñar con audacia y pensar de maneras no convencionales si queremos construir un futuro mejor para la humanidad", afirmó Wen Yonggang, profesor y uno de los investigadores involucrados. "Aprovechando la energía solar y el frío del espacio, los centros de datos en órbita podrían transformar la computación global. Nuestra meta es convertir el espacio en una fuente de recursos para la humanidad, expandiendo la IA sin aumentar emisiones de carbono ni estrangular los limitados recursos de la Tierra".
Los dilemas y desafíos de la IA
No cabe duda de que la Inteligencia Artificial es problemática en muchos sentidos, y el plano medioambiental es uno de los más visibles. Los centros de datos de IA requieren de cantidades masivas de agua y de suministros de energía en crecimiento exponencial, por lo que, realmente, los centros de datos en el espacio supondrían un enorme alivio en ese aspecto. Sin embargo, también hay un problema con la cantidad de basura espacial que tenemos en órbita, y con compañías como SpaceX que cada vez lanzan más satélites a órbita.
Por tanto, pese a que podría tratarse de una solución útil y eficiente, también habría otros problemas con los que lidiar de manera paralela y que afectarían de distinto modo al funcionamiento de diversos sectores especializados. Eso sí, el problema medioambiental no desaparecerá así como así, y los centros de datos seguirán aumentando en los próximos años (incluso España se está preparando para ello), y el creciente problema de la demanda energética obligará, tarde o temprano, a adoptar soluciones como la que se propone desde Singapur.