Ni China ni Estados Unidos: el primero modelo AGI llega (supuestamente) desde Japón
Integral AI presenta desde Tokio un modelo que promete aprendizaje autónomo en robots, desafiando a los gigantes de EE. UU. y China en la carrera por la AGI
Una startup japonesa llamada Integral AI asegura haber logrado lo que Google y OpenAI persiguen: el primer modelo de Inteligencia Artificial General (AGI). Fundada por un exingeniero de Google en Tokio, la empresa afirma que su sistema ya es capaz de aprender por sí mismo en el mundo físico sin necesidad de supervisión humana, un hito que, de ser cierto, cambiaría las reglas del juego.
La noticia, recogida por Interesting Engineering, detalla que el modelo cumple con tres requisitos clave: aprendizaje autónomo sin datos previos, seguridad y eficiencia energética similar a la humana. A diferencia de los chatbots de Silicon Valley, aquí el objetivo no es generar texto, sino crear una mente digital capaz de controlar robots y operar en la realidad física.
Un cerebro para entender el mundo, no para hablar
La propuesta técnica se aleja de los modelos de lenguaje actuales. En lugar de predecir la siguiente palabra, Integral AI apuesta por un "modelo del mundo" basado en la abstracción. El sistema comprime el conocimiento en conceptos, planifica acciones y genera sus propios datos de entrenamiento para comprender las leyes físicas, lo que lo coloca varios pasos por encima de los LLM tradicionales.
Jad Tarifi, el fundador, eligió Japón precisamente por su cultura industrial. Su visión es una inteligencia "encarnada" que controle maquinaria en fábricas y laboratorios, algo que encaja con cómo el país se prepara para la era de la IA —esto es prestando atención al hardware—. Aseguran que sus robots ya han aprendido tareas complejas sin ayuda, deduciendo por sí mismos cómo manipular objetos desconocidos.
Sin embargo, hay que leer la letra pequeña con lupa. La empresa usa el término "AGI capable" y establece unas reglas que favorecen su discurso, pero no hay estudios revisados por pares ni pruebas independientes. Estamos ante una afirmación extraordinaria que requiere evidencias igual de extraordinarias antes de celebrar el hallazgo de esa Inteligencia Artificial General que cambiaría el mundo para siempre.
Si algo deja claro esto es que Tokio quiere ser relevante en esta carrera. Integral AI se une a otras iniciativas locales, como la startup Sakana AI que busca construir la próxima generación de modelos eficientes, intentando demostrar que se puede innovar fuera del eje Estados Unidos-China. Su aproximación pasa por menos fuerza bruta de cálculo y más eficiencia inspirada en la biología para resolver problemas reales.
Si lo que dicen es cierto, estaríamos ante el siguiente paso lógico de la IA, donde deja de ser una simulación estadística para convertirse en comprensión real. Pero hasta que no veamos a esos robots aprendiendo en entornos no controlados, la duda razonable es obligatoria en un sector donde el marketing suele correr mucho más rápido que la ciencia.