¿Puede una inteligencia artificial gobernar mejor que los humanos? Albania lo está poniendo a prueba

Albania nombra a Diella, la primera ministra virtual basada en inteligencia artificial, con la misión de combatir la corrupción en la contratación pública

¿Puede una inteligencia artificial gobernar mejor que los humanos? Albania lo está poniendo a prueba
Diella, la ministra virtual de Albania, busca garantizar procesos de contratación más transparentes gracias a la inteligencia artificial
Publicado en Tecnología

Albania acaba de dar un paso que parece sacado de la ciencia ficción: ha nombrado a una inteligencia artificial como ministra encargada de supervisar las contrataciones públicas. Su nombre es Diella, que significa “sol” en albanés, y su principal misión es arrojar luz sobre un ámbito que históricamente ha estado marcado por la sombra de la corrupción, las controvertidas licitaciones del Estado.

La idea es sencilla, pero revolucionaria, un bot no puede ser sobornado, no tiene amigos incluyentes ni intereses personales, y mucho menos se deja presionar por favores políticos. Esto hace que mucho se preguntan lo siguiente: ¿y si un algoritmo pudiera garantizar procesos limpios y transparentes donde los humanos han fallado durante décadas? Pregunta que Sam Altman respondió en su momento alegando que la IA puede ayudar a los gobiernos a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

¿Cómo funciona esta ministra virtual?

El propio primer ministro, Edi Rama, presentó a Diella como la primera integrante del gabinete que no está físicamente presente. Lo cierto es que la IA no aparece de la nada, pues comenzó como una asistente virtual que ayudaba a los ciudadanos con trámites básicos y ahora se le ha asignado un papel mucho más ambicioso, el de vigilar la contratación pública.

Según lo informado por el Gobierno de Albania, su trabajo consistirá en analizar datos, seguir reglas de manera estricta y tomar decisiones basadas únicamente en criterios objetivos. Nada de contactos, nada de favoritismos. En teoría, esto debería reducir notablemente los riesgos de fraude y malversación.

La iniciativa no ha pasado desapercibida. Varios medios internacionales ya se han hecho eco, y no son poco los gobiernos que observan con interés cómo evoluciona este experimento político.

¿El inicio de una nueva era en la política?

Aunque muchos albaneses han recibido la noticia con escepticismo, la propuesta tiene un atractivo evidente. Si Diella funciona, ¿podríamos ver un futuro en el que distintas áreas del gobierno sean dirigidas por sistemas de inteligencia artificial?

Más que sustituir a los políticos, la idea es apoyarlos en las tareas donde la corrupción o los errores humanos son más probables. Dejar a las máquinas la transparencia de los números, y a los humanos la empatía y la visión estratégica podría marcar un antes y un después.

Eso sí, no todo es optimismo. Los expertos en ciberseguridad recuerda que una IA no puede ser “corrompida” como una persona, pero sí manipulada mediante ataques informáticos, o incluso puede cometer errores básicos y hasta enredarse en bucles de autocríticas (la IA de Google experimentó este incidente).

Si un algoritmo encargado de millones en contratos públicos fuese hackeado, el remedio podría ser peor que la enfermedad. En cualquier caso, Albania ha abierto un debate mundial: ¿pueden los algoritmos ayudarnos a construir gobiernos más justos? La respuesta, por ahora, se está escribiendo en tiempo real, y todos los ojos están puestos en Diella.

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