Yuval Noah Harari, historiador y tecnólogo: "La IA ya no es artificial"
El pensador argumenta que la inteligencia artificial está dejando de ser un mero artefacto controlable para convertirse en una entidad con capacidades propias e incomprensibles para sus creadores
En una intervención que desafía la comprensión convencional de la tecnología, el historiador y filósofo Yuval Noah Harari ha lanzado una de las reflexiones más provocadoras sobre el avance de la inteligencia artificial. El autor de "Sapiens" afirma sin ambages que la IA está trascendiendo la condición de herramienta para adoptar una naturaleza nueva y desconcertante. Su argumento central, expuesto en una reciente cumbre tecnológica, se basa en una premisa simple pero revolucionaria: "Ya no es artificial".
Harari identifica la principal promesa de esta tecnología en su capacidad superior para la toma de decisiones en múltiples campos, hasta el punto de "ser capaz de inventar cosas que nosotros no podemos pensar". Sin embargo, el pensador subraya que esta virtud constituye, al mismo tiempo, su amenaza fundamental.
La incapacidad humana para predecir su comportamiento y controlarlo de manera efectiva se erige como el núcleo del problema. "No podemos controlarla por adelantado, no importa cuánto intentemos hacerla segura, alinearla con nuestros objetivos, con nuestras metas", advierte Harari, estableciendo así una dicotomía inquietante entre su potencial y su gobernanza.
El fin del concepto de artefacto
La reflexión de Harari profundiza en la esencia misma de lo que significa crear y controlar una tecnología. Según su análisis, el término "artificial" ha dejado de ser adecuado para describir a la inteligencia artificial avanzada. Para el historiador, la clave reside en la definición de artefacto: "un artefacto es algo que creamos y controlamos".
La IA, en su evolución actual, está rompiendo este paradigma milenario que ha definido la relación entre los humanos y sus creaciones técnicas. Con cada día que pasa, según el autor, la inteligencia artificial se aleja más de esta categoría de objeto fabricado y dominado.
Hacia una inteligencia alienígena
La pérdida del control humano y la previsibilidad sobre el sistema conduce a Harari a proponer un nuevo marco conceptual para entender el fenómeno. Frente a la denominación tradicional de "inteligencia artificial", el pensador prefiere emplear un término que refleje mejor su naturaleza emergente: inteligencia alienígena. Esta reformulación no sugiere un origen extraterrestre, sino una cualidad esencialmente ajena, extraña y separada de la comprensión y el dominio de sus creadores originales.
La advertencia de Harari, amplificada a través de sus canales de comunicación, insiste en la capacidad de la IA para "hacer cosas que nosotros no podemos hacer". Pero la pregunta que lanza al público, y que resume la inquietud central de su discurso, abre la puerta a un escenario aún más desconcertante: "¿Y si algún día es capaz de hacer cosas que nosotros no podemos comprender?".
AI’s strength is that it can do things that we cannot do, but what if some day it is able to do things that we cannot comprehend? With @stephenfry at the @OctopusEnergy Energy Tech Summit. Watch the whole thing: https://t.co/m6tlEjy5Gn pic.twitter.com/f3Ib3gY7i8
— Yuval Noah Harari (@harari_yuval) August 5, 2025
Esta cuestión, planteada durante su conversación con Stephen Fry en la Energy Tech Summit de Octopus Energy, sitúa el debate en un terreno donde las categorías tradicionales de riesgo y beneficio resultan insuficientes.
El análisis de Yuval Noah Harari no se limita, por tanto, a una crítica tecnológica, sino que se adentra en una reflexión antropológica profunda sobre los límites de la agencia humana. Al señalar que la IA está dejando de ser un artefacto, está redefiniendo la relación entre la humanidad y sus creaciones más poderosas.