El fin del culebrón tiene fecha: TikTok cambiará de dueños el 22 de enero para evitar el bloqueo definitivo

El próximo 22 de enero, TikTok se desligará de China y pasará a ser propiedad de una nueva empresa conjunta con una pequeña participación de ByteDance

El fin del culebrón tiene fecha: TikTok cambiará de dueños el 22 de enero para evitar el bloqueo definitivo
Logo de TikTok en un smartphone
Publicado en TikTok

Parecía la historia interminable. Una saga geopolítica y tecnológica que ha durado más que muchas series de Netflix, con giros de guion, amenazas presidenciales y ultimátums que se postergaban una y otra vez. Pero el final ya está escrito y, esta vez, tiene una fecha marcada en rojo en el calendario: el 22 de enero de 2026.

Según ha informado el propio CEO de TikTok, Shou Chew, en un memorando interno a sus empleados al que ha tenido acceso CNN, la compañía ha firmado el acuerdo definitivo para vender sus operaciones en Estados Unidos a un grupo de inversores occidentales. Es el movimiento final (y desesperado) para evitar la "muerte digital" de la aplicación en su mercado más lucrativo.

Adiós, ByteDance (en parte)

La presión era insostenible. Una ley aprobada el año pasado colocó a TikTok ante una disyuntiva brutal: o se separaba de su matriz china, ByteDance, o se enfrentaba a un bloqueo total en Estados Unidos. Tras meses de negociaciones y retrasos impulsados por la administración Trump (que buscaba cerrar el trato personalmente), la solución ha llegado en forma de una "nueva empresa conjunta".

¿Qué significa esto en la práctica? Que TikTok USA dejará de ser una subsidiaria directa de Pekín para convertirse en una entidad controlada mayoritariamente por capital estadounidense y aliado.

La estructura de la nueva propiedad queda así:

  • 50%: un consorcio de inversores liderado por el gigante tecnológico Oracle, la firma de capital privado Silver Lake y la firma de inversión MGX (respaldada por Emiratos Árabes Unidos).
  • 30%: afiliados de los inversores actuales de ByteDance (es decir, fondos que ya tenían dinero en la matriz).
  • 19,9%: ByteDance retendrá una participación minoritaria, pero perderá el control efectivo.

El algoritmo se "nacionaliza"

El acuerdo va mucho más allá de quién firma los cheques. Para calmar los temores de seguridad nacional que iniciaron todo este lío, la nueva TikTok estadounidense tendrá que hacer "borrón y cuenta nueva" con su activo más valioso: el algoritmo.

La nueva entidad tendrá que volver a entrenar el algoritmo de recomendación utilizando exclusivamente datos de usuarios de Estados Unidos. Es decir, el cerebro que decide qué vídeo ves a continuación se desconectará de china y aprenderá de cero (o casi) bajo supervisión americana.

Además, Oracle será el guardián de las llaves. La empresa de Larry Ellison supervisará el almacenamiento de todos los datos de los usuarios estadounidenses y la moderación de contenidos correrá a cargo de la nueva empresa conjunta local.

Sin embargo, hay letra pequeña. El memorando sugiere que ByteDance seguirá gestionando aspectos clave como el comercio electrónico, la publicidad y el marketing. Es decir, China suelta el volante del algoritmo y los datos, pero parece que seguirá teniendo mano en la caja registradora.

Trump, Xi y el 22 de enero

El cierre de la operación está previsto para el 22 de enero de 2026. No es una fecha aleatoria. Es el límite que permite la última prórroga de 120 días firmada por Donald Trump tras declarar que este acuerdo constituye una "desinversión calificada".

Trump ha asegurado que el presidente chino, Xi Jinping, ha dado su visto bueno a la operación, aunque Pekín no lo ha confirmado oficialmente. Faltan las aprobaciones regulatorias finales de ambos países, pero con el acuerdo firmado por las partes, parece que los 170 millones de usuarios estadounidenses de TikTok podrán respirar tranquilos.

La era de TikTok como "caballo de Troya" chino (según sus críticos) termina. Comienza la era de TikTok como una corporación tecnológica estadounidense más, controlada por Oracle y fondos de inversión. Queda por ver si, tras la "lobotomía" de su algoritmo y el cambio de dueños, la aplicación sigue conservando esa magia que la hizo adictiva o si, en el proceso de salvarse, pierde su alma.

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