La nueva y peligrosa estafa de WhatsApp de la que alerta el INCIBE: no compartas tu pantalla en una videollamada

Los ciberdelincuentes han perfeccionado un método que aprovecha las videollamadas para robar códigos de verificación

La nueva y peligrosa estafa de WhatsApp de la que alerta el INCIBE: no compartas tu pantalla en una videollamada
Los estafadores simulan problemas técnicos durante videollamadas y solicitan compartir pantalla para visualizar en directo los códigos SMS que llegan al móvil de la víctima
Publicado en WhatsApp
Por por Sergio Agudo

No te fíes de las videollamadas con pantalla en negro. Los estafadores han encontrado una nueva forma de robarte la cuenta de WhatsApp y esta vez utilizan algo tan cotidiano como una videollamada para conseguirlo. El truco es sencillo pero efectivo: te piden que compartas pantalla y aprovechan para ver tu código de verificación.

INCIBE acaba de alertar sobre esta técnica tras documentar varios casos reales. Los atacantes simulan problemas técnicos durante la videollamada y cuando solicitan que actives la función de compartir pantalla, ya tienen todo lo que necesitan para hacerse con tu cuenta en cuestión de minutos.

Así funciona el engaño y cómo protegerte

La cosa empieza con una videollamada normal y corriente, salvo por un detalle: la pantalla del otro lado está completamente en negro. "Es que no me funciona bien la cámara", te dirán, y ahí es cuando te piden que compartas tu pantalla para "ver si así mejora la conexión". Suena lógico, ¿verdad?

Pues no te dejes engañar. Mientras tienes activada esa función, el estafador solicita desde otro dispositivo un código de verificación usando tu número de teléfono. En el momento en que te llega ese SMS con los seis dígitos, lo está viendo en directo a través de tu pantalla compartida. Con ese código ya pueden acceder a tu WhatsApp, cambiar toda la configuración de seguridad y dejarte fuera de tu propia cuenta. Y como si eso fuera poco, empiezan a escribir a todos tus contactos pidiendo dinero por Bizum o más códigos de seguridad.

Lo más retorcido de todo esto es que funciona precisamente porque tus amigos y familiares confían en ti. Cuando ven un mensaje tuyo pidiendo ayuda, la mayoría no se lo piensa dos veces antes de echar una mano. Esta estafa de videollamada que ya habíamos visto antes sigue exactamente el mismo patrón.

Si ya has caído en la trampa, no te agobies porque tiene solución, aunque va a requerir algo de paciencia. Lo primero y más urgente es avisar a toda tu agenda de que no eres tú quien está escribiendo esos mensajes raros.

Para recuperar el acceso, tienes que desinstalar WhatsApp completamente y volver a instalarlo desde cero. Esto fuerza que te pidan un nuevo código de verificación. Eso sí, si te sale que tienes que esperar entre 9 y 11 horas, no te queda otra que armarte de paciencia y intentarlo cuando pase ese tiempo.

Como casi siempre en estos casos, es mejor prevenir que curar. Y aquí la herramienta más importante que tienes es la verificación en dos pasos de WhatsApp. Está en los ajustes de la app y añade una capa extra de seguridad que hace mucho más difícil que alguien pueda colarse en tu cuenta.

También hay una regla de oro que no falla: nunca compartas pantalla con desconocidos o en situaciones que te parezcan raras. Y otra igual de importante: esos códigos que te llegan por SMS son solo tuyos. Ninguna empresa legítima te va a pedir que se los digas a nadie. Fíjate que estas videollamadas falsas de bancos usan exactamente la misma técnica pero van a por tus datos bancarios. Los estafadores han encontrado en las videollamadas una vía de acceso muy efectiva porque la gente se relaja más cuando "ve" a la otra persona.

La realidad es que este tipo de estafas van a más. Más del 77% de las ciberestafas en España empiezan con un SMS, pero ahora las videollamadas se están convirtiendo en la nueva frontera del fraude digital. Pero mientras las grandes tecnológicas desarrollan soluciones automáticas, la mejor defensa sigue siendo la cabeza. Mantente alerta, desconfía de las prisas y las urgencias repentinas, y recuerda que si algo te suena raro, probablemente es porque lo es.

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